José Carlos Canalda: “Deberían aparecer nuevas cofradías”





Fotografía de Iván Espínola



El experto complutense en la Semana Santa analiza el pasado, presente y futuro de la Pasión en la ciudad.

También valora las novedades de este año y lo que haría falta para mejorar de cara a futuras ediciones y estar más cerca de las principales ciudades españolas en materia de procesiones y fervor

José Carlos Canalda es una persona tímida y humilde que atesora una gran cantidad de conocimientos sobre la Semana Santa alcalaína, fruto de muchos años de trabajo en la prensa local y de la afición que desde pequeño ha ido creciendo, por lo que es una de las voces más autorizadas para repasarla con detenimiento.


-¿Cuándo comenzó su fervor por la Semana Santa?

-Las procesiones me han gustado desde siempre. Las primeras a las que fui fueron a mediados de los 60, con cinco o seis años. Luego escribí en prensa, y fui profundizando porque me gustaba.


-¿Cómo han cambiado esas primeras procesiones a las que fue en relación con las de ahora?

-Era muy diferente. Había menos procesiones. Aun así, era una Semana Santa mejor que la que hubo en mi adolescencia. En los años 70 y 80 decayó mucho.


-¿A qué se debió ese declive?

-Eso fue un fenómeno general en toda España que también se dio en Alcalá. Hubo un retroceso muy grande de las procesiones por dos razones: la gente cambió de habitos, se iba de vacaciones a la playa. La gente antes se quedaba en las ciudades y participaba de forma directa o indirecta. Luego también fueron los años finales del franquismo y los primeros de la democracia. Se identificaba mucho la religión con el franquismo por parte de los movimientos de izquierda y progresistas. Había un rechazo frontal e injustificado.


-Ahora defiende que está de nuevo en auge. ¿Cuál es la causa de este resurgimiento?

-Por las dos mismas razones, sólo que al revés. Ya no se identifica el franquismo con la religión. Son dos cosas distintas, no se pueden meter en el mismo saco. La Semana Santa perdió por las vacaciones, y ahora está ganando por las vacaciones. Es un fenómeno cultural. Las procesiones mueven mucha gente: ahí están Sevilla, Valladolid, Zamora...


-¿Le parece que la Semana Santa en Alcalá necesita más pasos?

-Como dice el refrán, no por mucho trigo fue mal año. Andamos en torno a los veinte pasos. Hace no tantos años salía media docena. Las ocho cofradías que salen ya están con dos pasos, alguna como el Santo Entierro hasta con tres, por lo que no se les puede pedir mucho más. Es suficiente para una cofradía. Sí creo que deberían aparecer nuevas cofradías.


-¿Son escasas?

-Hay ocho, no es que esté mal. Sería interesante que hubiera más. Hay una en fase de constitución, la del Cristo de la Humildad, en El Chorrillo. Hay otra que tenían hasta la imagen, la Virgen del Mayor Dolor y del Traspaso, que se ha quedado atascada, y no sé si podrá salir adelante con el nuevo obispo.


-¿Le gustaría que la Borriquilla y el Cristo Resucitado tuvieran su propia cofradía?

-Sería interesante. Depende de la buena voluntad de las cofradías,que hasta ahora han hecho un turno que ha funcionado, pero a lo mejor algún año no pueden. Con la Borriquilla se podría recuperar una tradición de antes de la guerra, en la que eran los niños quienes la sacaban, era una imagen más pequeña. Podría haber una sección infantil.


-¿Le alegra la mayor implicación en la Semana Santa del obispo Juan Antonio Reig Plà?

-Es muy pronto para opinar, pero se le ve con mejor voluntad que el anterior, no es ningún secreto que Catalá se desentendía mucho de la Semana Santa de Alcalá.


-¿Es conveniente que el obispo se implique?

-Es fundamental.


-¿Es partidario de que todas las procesiones se lleven en andas obligatoriamente?

-Obligatorio es una palabra muy fea. Una de las razones por las que la Semana Santa de Alcalá se vino abajo fue porque las autoridades eclesiásticas comenzaron a obligar a hacer cosas. Cada cofradía debe tener su autonomía, y se les tiene que dejar manos libres para que lo hagan como más les guste. Lo bonito es que haya diversidad. Me parece bien que haya cofradías muy barrocas y otras muy austeras. Eso no me parece mal; al contrario, me parece muy bien. Yo hablaría de que sería deseable, no de obligar. Las cofradías son soberanas; y si no quieren, o no pueden, porque se necesita gente e infraestructura, están en su derecho. Me gustan más en andas, pero no se puede obligar a nadie.


-Gana fuerza en Alcalá la Pasión Viviente de la Parroquia de Santiago. ¿Son necesarias más iniciativas parroquiales?

-Todo lo que sea potenciar la Semana Santa me parece bien. No todo va a ser procesiones, aunque la tradición va más hacia ello. Deberían participar e involucrarse más los barrios. En todas las parroquias se hacen oficios, pero debe haber algún tipo de acto en el que participe la gente. Ha estado limitada al Centro de Alcalá, entonces me parece bien que una parroquia que ya no está en el Casco Antiguo intervenga. Es interesante que el Cristo de la Humildad se haga en San Juan de Ávila. Reyes Católicos, El Val, Campo del Ángel deberían involucrarse.


-La Semana Santa es de Interés Turístico Regional. ¿La ve como una referencia?

-Depende de con quién la compares. Está a años luz de las grandes Semanas Santas españolas. No se puede comparar con las andaluzas, ni con las grandes castellanas. Si nos ceñimos a nuestro entorno, Madrid y Guadalajara, yo no diría que es la mejor, diría que es una de las mejores. San Lorenzo del Escorial y Guadalajara tienen una Semana Santa parecida a la de Alcalá.


-¿Puede alcanzar el nivel de las grandes en el ámbito nacional?

-Eso va a ser muy difícil. Sevilla o Valladolid tienen una tradición ininterrumpida de siglos. En Alcalá se partió de cero hace veinte o treinta años.


-¿Ve asegurado el relevo generacional o decaerá el fervor en próximos años?

-Si ha resistido la Semana Santa en Alcalá estos últimos años ha sido gracias a la juventud. Hay que tener en cuenta que la gente que la reflotó en la posguerra, se hizo mayor y se fue muriendo. Otra de las razones para las que intervino el colapso de la Semana Santa es que no hubo relevo generacional. Si está en auge ahora es porque la juventud participa. No me imagino a nadie de mi edad de costalero. Hasta el día de hoy creo que sí está garantizado el relevo, pero es arriegado hablar del futuro.


-¿Cree que en ese futuro se pueda valorar únicamente a la Semana Santa por su valor cultural y no por el religioso?

-La Semana Santa es una manifestación religiosa, no se puede convertir en puro folclore. Las procesiones tal y como las conocemos surgieron en el Barroco como un intento de llevar la religión a la calle, de teatralizar la religión de alguna manera. Tiene un componente cultural o teatral del que no se le puede privar, pero tampoco podemos trivializarlo y decir que no es religión, que es sólo cultura o turismo. Va todo implicado.


-¿Ha vivido otras Semanas Santas lejos de Alcalá?

-Procuro ver procesiones por comparar. El año pasado estuve en Cádiz. Aunque no tenga tanta fama como Málaga, es muy interesante. Siempre es bonito ver el espectáculo. Así puedo ver lo que se podría hacer en Alcalá.


Agustín Galán


Publicado en Diario de Alcalá el 31-3-2010