Alba de los Cardaños es una pequeña población situada al noroeste de la provincia de Palencia, en la vertiente sur de los Montes Cantábricos, a orillas del embalse de Camporredondo -en el alto Carrión- junto al paraje natural de Fuentes Carrionas. Le separan 28 kilómetros de Velilla del Río Carrión, municipio al que pertenece desde la década de los 70, ya que hasta entonces dispuso de ayuntamiento propio que englobaba además a las vecinas poblaciones de Cardaño de Arriba y Cardaño de Abajo.

Pórtico de la parroquia de Alba de los Cardaños. Fotografía de Juan de la Plaza

Ubicada en un paraje de alto valor paisajístico, Alba de los Cardaños cuenta en la actualidad tan sólo con unos 30 habitantes, pese a lo cual está dividida en dos barrios por una lengua lateral del embalse formada por la inundación de una antigua vaguada, la cual se llevó por delante un tercer barrio denominado el Barrio del Río. Los dos barrios supervivientes son el Barrio del Castro, que es el principal núcleo de población, y el Barrio del Campo, cada uno de los cuales cuenta con su propia iglesia, consagradas respectivamente a los santos Justo y Pastor y a san Juan Bautista. Existe además una ermita, cuyo titular es el Bendito Cristo del Río, que hubo de ser reconstruida en 1929 al ser anegada la original por las aguas del pantano.

Otra vista de la parroquia de Alba de los Cardaños. Fotografía de Juan de la Plaza

Resulta curioso reseñar que tradicionalmente cada una de las dos parroquias pertenecía a un arciprestazgo distinto: la de San Juan al de Castrejón, y la de San Justo a la abadía de Lebanza, en el arciprestazgo de Cardaño del Condado de Pernía, ambos dependientes entonces de la diócesis de Santander. A esta última parroquia pertenecía además como aneja la iglesia del barrio de San Justo del vecino caserío de Camporredondo de Alba -cuya parroquia principal era a su vez la de la Nuestra Señora de la Asunción del Cascajal-, también acogida al patronazgo de los mártires complutenses. Por último, el desaparecido Barrio del Río dependía de la parroquia de San Juan... un hermoso lío. Esta paradójica división perduraría hasta mediados del siglo XIX, de modo que en 1857 las dos parroquias de Alba pertenecían ya al arciprestazgo de Castrejón, mientras que actualmente dependen del de Brezo. Aunque en años posteriores se planteó suprimir una de las dos parroquias finalmente se mantendrían ambas, que han perdurado hasta la actualidad pese a la reducida demografía de Alba de los Cardaños.

Cabecera de la parroquia de Alba de los Cardaños. Fotografía de Juan de la Plaza

Obviamente de todos estos templos el que nos interesa es la parroquia de los Santos Niños, perteneciente como ya he comentado al Barrio del Castro. Aunque el edificio cuenta con una antigüedad de varios siglos -probablemente de época renacentista-, éste sufrió, según la ficha de la base de datos del PIC, una profunda reconstrucción en 1951, tal como reza una lápida adosada a su fachada:

Este templo se reconstruyó con subvención del Estado gracias a las gestiones y desvelos de doña María Samaniego, viuda de Larrucea, siendo cura párroco don Jerónimo Viñas. Noviembre año 1951.

Por lo demás la citada ficha, desgraciadamente escueta, dice lo siguiente:

Iglesia de una nave, muy reformada y reconstruida. La nave se cubría con artesonado. La capilla mayor es de piedra con bóvedas de crucería. Una capilla lateral con bóveda de cañón. Torre amplia a los pies de dos cuerpos.

Retablo. Fotografía de Juan Carlos Martínez Mayordomo

Observando las fotografías que me ha proporcionado, como en otras ocasiones, mi amigo Juan de la Plaza, se aprecia en primer lugar la reciedumbre de la torre, maciza y sin duda muy anterior a la reconstrucción de hace 60 años, y según todos los indicios renacentista. La iglesia cuenta con un pórtico techado al cual se abre la puerta de entrada, de piedra y con un arco de medio punto, también superviviente de la reconstrucción. El edificio, pese a su reciente reforma, sigue las líneas clásicas respetando el diseño original, lo que ya es bastante teniendo en cuenta las soluciones contranatura que tanto les gusta perpetrar a los arquitectos hoy en día.

Imágenes de los Santos Niños. Fotografía de Juan Carlos Martínez Mayordomo

En lo que respecta al interior, cuento con varias fotografías gracias a la amabilidad de don Juan Carlos Martínez Mayordomo, párroco de la misma. Como se puede apreciar, las imágenes de los patronos presiden el retablo barroco desde la hornacina central. Éstas son de estilo popular, y por esta razón difícilmente fechables, aunque sin duda son antiguas. Ambas visten túnica larga y capa, ostentando en sus manos los atributos del martirio: unas palmas que más bien parecen plumas y unos libros cerrados en lugar de las tradicionales tablillas escolares. En cuanto a los rostros, éstos están tallados con rasgos un tanto toscos, lo que hace pensar que su autor pudiera haber sido un artista local.

Detalle de las imágenes de los Santos Niños. Fotografías de Juan Carlos Martínez Mayordomo

Al día de hoy en Alba de los Cardaños no se celebra ya la fiesta de los Santos Niños, puesto que, según la página web del ayuntamiento de Velilla del Río Carrión, las fiestas patronales son en la actualidad las del Bendito Cristo del Río. Sin embargo, y según nos ha comunicado el párroco don Juan Carlos Martínez Mayordomo, se conserva en el pueblo la tradición de celebrar, en las festividades de los titulares de las dos parroquias, una misa en el templo correspondiente, invitando a comer los vecinos de su barrio a los del otro, y viceversa.

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OTRAS POBLACIONES

Cercanas a Alba de los Cardaños, y también pertenecientes al municipio de Velilla del Río Carrión, existen otras dos poblaciones vinculadas asimismo al culto a los Santos Niños, Otero de Guardo y el despoblado de San Justo de Camporredondo.

Otero de Guardo

En Otero de Guardo, situado a 30 kilómetros de Alba de los Cardaños aguas abajo del río Carrión, se celebra en la actualidad, según la página web municipal, la fiesta de San Justo el día 6 de agosto. Sin embargo, su parroquia está actualmente bajo la advocación del Salvador, lo cual parece indicar que, como en otros casos, se debió de tratar de una antigua iglesia consagrada a los santos Justo y Pastor que, en algún momento indeterminado posterior a la implantación de la liturgia romana en sustitución de la anterior mozárabe -es decir, a partir de finales del siglo XI-, debieron de ser reemplazados en el patronazgo de la iglesia por la Transfiguración del Señor, una festividad de la liturgia romana que también se celebra el 6 de agosto y que habitualmente se celebra bajo la advocación del Salvador, razón por la que este cambio se dio en diferentes lugares de España con relativa frecuencia.

Otero de Guardo. Parroquia del Salvador
Fotografía de rabespierre, tomada de www.flickr.com

El dato que desconozco es si se conserva algún tipo de iconografía relativa a los mártires complutenses tal como imágenes, cuadros u otros objetos artísticos o si, por el contrario, su recuerdo se ha perdido por completo salvo, curiosamente, en la celebración de la fiesta.

San Justo de Camporredondo

Como ya he comentado anteriormente, la parroquia de los Santos Justo y Pastor de Alba de los Cardaños contaba con una aneja -se llamaba así a las iglesias que no alcanzaban la categoría de parroquia, dependiendo administrativamente de una cercana- perteneciente al barrio de San Justo, un arrabal del vecino pueblo de Camporredondo de Alba. San Justo, hoy un despoblado, se encontraba sobre un meandro del río Carrión, en lo que ahora es la cola del embalse de Compuerto, a unos 500 metros al sureste de Camporredondo. Puesto que la distancia que separa a Camporredondo de Alba de los Cardaños es a su vez de unos 13 kilómetros -aunque antes de la construcción de los embalses de Compuerto y Camporredondo probablemente era algo inferior-, resulta difícil de entender la existencia de este enclave tan alejado de su matriz, cuando tenía mucho más cerca la parroquia de Camporredondo... pero en la Edad Media solían darse con frecuencia estos casos.

Según José Luis Zubieta Irún¹ la iglesia debió de ser cerrada al culto hacia la década de 1870, aunque anteriormente no debía de tener ya gran importancia dado que Madoz no la cita en su Diccionario y, al parecer, se encontraba en estado ruinoso. A finales del siglo XIX el caserío de San Justo se despobló, y finalmente hacia 1920 el solar y lo que quedaba del templo fueron vendidos a particulares, que acabaron de demolerlo. En la actualidad tan sólo existen en el antiguo San Justo un par de edificios modernos, aunque en las fotografías aéreas de Google Maps se aprecia perfectamente el perímetro que ocupaba el antiguo caserío, así como un terreno de planta rectangular que quizá pudiera corresponder al solar de la desaparecida iglesia.

Para finalizar, he de expresar mi agradecimiento a Juan Carlos Martínez Mayordomo y a Juan de la Plaza, sin cuya ayuda no hubiera sido posible escribir el presente artículo.

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¹ZUBIETA IRÚN, José Luis. Geografía histórica de la diócesis de Santander. Universidad de Cantabria, 2008.