Los Santos Niños en España
Su culto en Cordobilla de Lácara (Badajoz)





Ermita de los Santos Niños. Vista de la portada exterior, con el atrio
Fotografía de Miguel Alsán



Para visitar las dos únicas localidades extremeñas que mantienen actualmente el culto a los Santos Niños es preciso irse al norte de la provincia de Badajoz, donde se encuentran La Roca de la Sierra y el vecino y pequeño pueblo -de poco más de mil habitantes- de Cordobilla de Lácara. En lo que respecta a esta última, hay que advertir que Cordobilla no está lo que se dice bien comunicada con ninguna de las principales carreteras que discurren por la región, por lo que para llegar a ella es preciso tomar la carretera regional que une Cáceres con Badajoz, desviarse en La Roca de la Sierra y volverlo a hacer en La Nava de Santiago, para llegar finalmente a Cordobilla tras treinta kilómetros de recorrido por perdidas carreteras locales. Y así lo hice en un ya lejano verano de 1999.




Otra vista de la portada exterior y el atrio. Fotografía de Miguel Alsán

Puesto que la referencia previa que tenía era que los Santos Niños estaban en una ermita, hice lo que estimé más lógico: preguntar a la primera persona que encontré por la forma de ir a ella. Me indicó muy amablemente el camino a seguir -tenía que salir por la carretera y tomar un camino que salía del puente junto al pantano- y, cuando le pregunté si estaba muy lejos, me respondió que no, apenas unos centenares de metros... Lo malo es que al parecer la distancia apuntada se refería al desvío, y no a la ermita. Llevaba ya varios kilómetros recorridos, el camino se había convertido en una senda por mitad de la dehesa y la ermita seguía sin aparecer; y como mi coche no era precisamente un todoterreno, llegó un momento en el que me vi obligado a dar media vuelta renunciando a encontrar la escurridiza ermita.




Torre. Fotografía de Miguel Alsán


No obstante, había podido conseguir información sobre ella consultando previamente la bibliografía. La ficha de la base de datos del PIC (Puntos de Información Cultural) indicaba que la ermita estaba fechada en los siglos XVII o XVIII, pero que había sido abandonada a causa de las desamortizaciones del siglo pasado y reconstruida en el siglo XX. El anónimo redactor de la ficha del PIC, por cierto, criticaba su reconstrucción argumentando que no se había respetado nada de su estructura original.




Trasera de la ermita. Fotografía de Miguel Alsán


Varios años después, gracias a internet y al correo electrónico, pude ampliar paulatinamente los datos. Situada en mitad del campo -eso ya lo sabía yo- en plena sierra de San Pedro, justo en la linde de las provincias de Cáceres y Badajoz, el edificio actual fue construido a mediados de los años sesenta del pasado siglo por los propios habitantes de Cordobilla, sobre unos terrenos cedidos por los propietarios de la finca donde se alza. Y, éste es un punto importante que contradice a la ficha del PIC, según me comunicaron fuentes del propio pueblo jamás existió en él ninguna otra ermita anterior de los Santos Niños, ni en el solar de la actual -como indicaba erróneamente el redactor de la ficha del PIC- ni en ningún otro lugar de su término. De hecho los textos más antiguos tan sólo hacen referencia a la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, donde sí se custodiaron tradicionalmente dos tallas de madera de los Santos Niños labradas en el siglo XVI, hecho éste que quizá pudiera haber provocado la equivocación al asociarse equivocadamente la datación de las tallas con la de la ermita.




Vista lateral


Antes de la construcción de la ermita tampoco se celebraba ningún tipo de romería en honor de los patronos complutenses, sino el denominado Jueves de compadre, una especie de jira campestre en la que las familias de los trabajadores de los predios cercanos pasaban un día de campo repartidas por las distintas fincas, reuniéndose todas ellas en el pueblo al atardecer para continuar allí la fiesta. Nada tenía el Jueves de compadre de festividad religiosa, pero al observar que en los pueblos cercanos sí se celebraban romerías, antes incluso de que se construyera la ermita algunos habitantes del pueblo, encabezados por el párroco, el maestro y los dueños del terreno, decidieron crear una propia pese a la inexistencia de una tradición, lo que a la larga supondría la desaparición del Jueves de compadre.




Otra vista lateral


De hecho, al ser una tradición de nuevo cuño se tuvo que buscar una advocación para ella. Y, aunque en un principio se barajó la posibilidad de elegir a san Isidro, un santo muy popular en el campo español y también en Extremadura, finalmente se optó por los Santos Niños dada su condición de patronos de la localidad. Eso sí, en lugar de fijar la romería en el 6 de agosto, cuando ya se celebraban las fiestas patronales, se optó por el primer domingo de mayo, fecha cercana a la del santo madrileño y época tradicional de celebraciones en plena primavera, constituyendo una curiosa coincidencia con Tielmes aunque, según todos los indicios, nada tuvo que ver con la tradición del pueblo de la comarca complutense.




Portada de la ermita


Los entonces dueños de la finca en la que se asienta la ermita, don Manuel Rodríguez y doña María Fernández, ofrecieron los terrenos necesarios para su construcción sin que mediara cesión legal o escrituración alguna, contándose con la buena fe de las dos partes. El lugar elegido estaba en pleno campo, en el interior de la finca, por lo que aún hoy es necesario atravesarla para acceder a la ermita, un camino complicado como ya expliqué anteriormente para quienes no conozcan la zona.




Interior de la ermita


La construcción de la ermita duró tres años, financiándose con donaciones de los vecinos, tómbolas y otras pequeñas aportaciones de dinero. Debido a la escasez de recursos, y pese a no tratarse de un edificio de grandes dimensiones, la obra languideció por falta de dinero, no pudiéndose terminar de construir conforme al proyecto inicial. Finalmente hacia 1965 se optó por rematar lo ya edificado quedándose su tamaño en aproximadamente la mitad de lo proyectado, correspondiendo el actual atrio -o patio- delantero a la parte que no se llegó a construir, aunque sí se cimentó. Ésta es también la razón por la que el campanario aparece exento, unido al resto de la ermita por el único muro que se llegó a levantar de la parte suprimida.




Dos detalles de la romería de los Santos Niños
Fotografías tomadas de Amigos de Cordobilla de Lácara (Facebook)


La romería es organizada por una comisión de voluntarios que se renueva cada cuatro años, ya que pese a la devoción que tienen en Cordobilla a Los Santitos -así denominan allí a los mártires complutenses- nunca ha existido una cofradía. Esta comisión, compuesta generalmente por varios matrimonios, se encarga de engalanar la carroza, de recaudar dinero mediante varias iniciativas tales como tómbolas o sorteos, de contratar la banda de música y de limpiar el recorrido tras la romería. Asimismo pide permiso a los dueños de la finca para atravesarla, realiza los trámites pertinentes con las autoridades gubernativas y, en general, coordina todas las actividades relacionadas con la fiesta.




Exterior e interior de la parroquia de San Pedro
Arriba, fotografía de Julián Terciado del Pozo


La romería es larga, ya que los tres kilómetros originales entre el pueblo y la ermita se convirtieron en una caminata de alrededor de ocho tras la inauguración en 1986 de los embalses de Horno Tejero y Boquerón, debido a que la nueva ruta se ve obligada a bordear las orillas del primero de ellos a través de un terreno escabroso que incluso en coche, como tuve ocasión de comprobar, puede llegar a ser accidentado. Sin embargo esto no amilana a los romeros, que año tras año siguen celebrándola sin importarles lo reciente de su tradición. Las imágenes de los Santos Niños -no las originales de la parroquia, sino unas réplicas modernas- salen del templo por la mañana temprano seguidas por la gente del pueblo. Una vez en la explanada exterior de la ermita -porque en su exiguo interior no caben- presiden una misa, la única ceremonia religiosa que se celebra allí durante todo el año y, ya por la tarde, vuelven al pueblo, donde son mecidas por los mozos antes de ser guardadas en la parroquia. El resto del año permanecen en la parroquia para preservarlas de las inclemencias del tiempo, de modo que la única iconografía existente en el interior de la ermita son las dos fotografías enmarcadas que se aprecian en la vista interior de ésta.




Parroquia de San Pedro. Imágenes de los Santos Niños del altar mayor


Volvamos de nuevo a la reseña de mi viaje. De vuelta a Cordobilla -en ese momento todavía desconocía los detalles que acabo de relatar- busqué la parroquia pensando que allí quizá podría encontrar algo de interés; y ciertamente lo encontré, aunque para ello tuve que buscar a la persona que tenía la llave y que muy amablemente accedió a abrírmela, tras lo cual descubrí que podía haberme ahorrado el fallido viaje campo a través porque, tal como he comentado, las imágenes de los Santos Niños se encontraban allí... y por partida doble, puesto que existían dos juegos diferentes, uno en el altar mayor y el segundo en una capilla lateral. Es preciso indicar que la titularidad de la parroquia no corresponde a ellos sino a san Pedro, siendo la imagen de este apóstol la que preside el retablo del altar mayor, estando los Santos Niños -uno de los dos juegos de imágenes- en el cuerpo inferior del retablo flanqueando el sagrario. Éstas son las originales, fechadas en el siglo XVI y restauradas poco antes de mi visita. Aunque inicialmente sí estuvieron durante algún tiempo en la ermita, tras su restauración se decidió conservarlas en la parroquia por estar más protegidas.


Parroquia de San Pedro. Imágenes modernas de los Santos Niños
Fotografías de Julián Terciado del Pozo


Las imágenes que se encuentran en la capilla lateral son las que se llevan en romería todos los años hasta la ermita, y también las que salen en procesión en la festividad de los Santos Niños. Su factura es moderna ya que data de la fecha de construcción de la ermita, aunque no he podido recabar datos concretos acerca de ellas y, según mis fuentes de información, carecen de un especial valor artístico.




Parroquia de San Pedro. Estandarte de los Santos Niños


No acaba aquí la iconografía que encontré en Cordobilla, ya que en la parroquia se conserva un estandarte con las imágenes de los titulares, que se utiliza tanto en la romería de mayo como en la procesión de agosto. En la fachada exterior de la iglesia descubrí un friso de azulejos similar a los existentes en otras poblaciones españolas, como es el caso de Tielmes, el cual fue colocado allí a raíz de la última restauración del edificio. Un segundo friso, de menor tamaño, estaba en la fachada de una casa particular, y no descarto que pudiera haber alguno más que no tuve ocasión de ver. Asimismo una de las calles del pueblo lleva el nombre de Avenida de los Santitos.


Azulejos de la parroquia de San Pedro (izquierda) y de una casa particular (derecha)


En cualquier caso, lo que queda meridianamente claro es que el culto a los santos Justo y Pastor permanece vivo en Cordobilla... Y pujante, muy pujante.




Ver también:
Los Santos Niños en España. Su culto en Extremadura
Los Santos Niños en España. Su culto en La Roca de la Sierra (Badajoz)


Publicado el 2-10-1999, en el nº 1.637 de Puerta de Madrid
Actualizado el 19-12-2023