Aunque el culto a los Santos Niños nunca llegó a alcanzar en Extremadura la relevancia que tuvo en otras regiones españolas, probablemente a causa de su tardía reconquista, un núcleo relativamente importante de lugares vinculados a los mártires complutenses aparece en el valle de la Vera, al noreste de la provincia de Cáceres y limítrofe con la provincia de Ávila.

En total son tres las referencias que tengo localizadas en este valle que riega el río Tiétar, todas ellas muy próximas entre sí: Cuacos de Yuste, Jarandilla de la Vera y Villanueva de la Vera, de las cuales en tan sólo una, la de Jarandilla de la Vera, se ha mantenido el culto a los Santos Niños hasta la actualidad.

Jarandilla de la Vera es una población de 3.000 habitantes situada a mitad de la comarca, o valle, de la Vera, a 50 kilómetros de Plasencia y a 127 de la capital provincial. Su principal atractivo turístico, además de los interesantes paisajes que la rodean, es el antiguo palacio de los Condes de Oropesa, hoy convertido en un Parador de Turismo. Completan su patrimonio artístico la parroquia de Santa María de la Torre, la picota y la ermita de la Virgen de Sopetrán, siendo también reseñable su cercanía -apenas 11 kilómetros- al monasterio de Yuste.

Retablo con la imagen de la Virgen de Sopetrán flanqueada por los Santos Niños
Fotografía tomada de contenidos.educarex.es/

Pero lo que a nosotros nos interesa en esta ocasión es la ermita de la Virgen de Sopetrán, situada a la entrada del pueblo junto a la carretera que une a Jarandilla con la vecina Losar de la Vera. Esta ermita, cuya advocación mariana procede del monasterio alcarreño de Sopetrán, se remonta hasta la Baja Edad Media. El edificio actual data del siglo XVII, aunque no fue terminado hasta una fecha tan tardía como 1739. Construida con planta de cruz latina, el principal elemento artístico de la ermita es el retablo barroco, realizado a mediados del siglo XVIII por el entallador José de la Inzera Velasco. Perteneciente a los denominados técnicamente retablos de cascarón, por adoptar esta forma, el retablo, de estilo rococó, cuenta con un único cuerpo dividido en cinco calles, estando la central ocupada por la imagen titular del templo.

En las dos calles contiguas, flanqueando a la Virgen, se encuentran las imágenes de los Santos Niños, representados por dos jóvenes de mayor edad que la que normalmente se les atribuye y ataviados con ropajes militares. Estas imágenes fueron talladas por el artista placentino Antonio González Barañaga entre los años 1760 y 1763 y doradas y estofadas por Alonso Recuero, mientras sus peanas fueron talladas por Manuel Álvarez Benavides. Como dato curioso cabe reseñar que Antonio González cobró 675 reales por las dos tallas, pagándosele otros 1.100 al dorador y 150 al autor de las peanas¹.

Imágenes de los Santos Niños. Fotografías tomadas de contenidos.educarex.es/

Lamentablemente, no he podido encontrar documentación sobre el origen de la presencia de los Santos Niños en Jarandilla, aunque cabe suponer que ésta sea anterior a la tardía fecha de las tallas actuales, dada la presencia en sus cercanías del topónimo Yuste, claramente medieval y derivado del nombre de San Justo. Lo único que puedo añadir es que en la actualidad no se celebra en Jarandilla su fiesta, pese a la valía de sus figuras y a la relevancia del lugar que ocupan en el retablo de la ermita.

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