Piedrasecha es una de las numerosas localidades de la provincia de León vinculadas al culto a los Santos Niños. Pertenece a la comarca de Luna, en la montaña central leonesa y en las cercanías del río Luna, a 21 kilómetros de Carrocera, y a 52 kilómetros al norte de León por la autopista que enlaza a esta capital con Asturias. Según el censo de población en 2008 contaba con 21 habitantes, manteniéndose estable desde los 18 del año 2000; en cualquier caso, estas cifras son una clara muestra de la tendencia general a la despoblación de estos núcleos rurales.

Otra vista exterior de la parroquia. Fotografía de Juan de la Plaza

Tal como suele ocurrir con estos pequeños pueblos, no he conseguido encontrar ningún dato de interés sobre él en internet. Echando mano de la bibliografía, nos encontramos con que el Diccionario de Madoz indica que su parroquia estaba consagrada a los santos Justo y Pastor, y que pertenecía entonces -mediados del siglo XIX- al municipio de Benllera, hoy integrado en el de Carrocera, lo que indica que hace más de 150 años ya debía de carecer del suficiente peso demográfico como para contar con ayuntamiento propio.

Portada de la parroquia. Fotografía de Juan de la Plaza

El dato de la advocación de su parroquia a los Santos Niños se repite en varias fuentes, incluyendo a Madoz. Pocos más son los datos que he podido encontrar al respecto, salvo una breve ficha del antiguo PIC (Puntos de información cultural) donde se afirma que la iglesia es de nave única con cubierta de madera y cabecera cuadrada, con sacristía a la izquierda. Está cubierta con bóveda de cañón y en el exterior cuenta con cuatro contrafuertes y espadaña a los pies. La puerta es un arco de medio punto, y su fecha de construcción está datada en los siglos XVII y XVIII.

Espadaña de la parroquia. Fotografía de Juan de la Plaza

Y eso es todo, salvo una breve referencia tomada de internet según la cual las fiestas de los Santos Niños se celebran a finales de agosto en lugar de su fecha tradicional, los días 24 y 25 según una fuente y el día 28 según otra. Este cambio de fecha resulta llamativo, aunque cabe pensar que con tan escasa demografía poco es lo que se podrá celebrar en este minúsculo pueblo.

Tal como se aprecia en las fotografías, la iglesia sigue la tipología típica de la zona, con un atrio porticado y una recia espadaña exterior. El presbiterio, con bóveda de cañón, está decorado con pinturas de estilo un tanto naïf.

Retablo de la parroquia. Fotografía de Juan de la Plaza

El retablo, sencillo y de estilo neoclásico, es de pequeño tamaño y está presidido por un crucifijo. El resto de las imágenes, bastante heterogéneas en estilo y tamaño, están repartidas por distintos rincones del retablo y del resto del presbiterio.

Lamentablemente sólo se conserva una imagen de los Santos Niños, sin que haya podido determinar qué pasó con su compañera. Se trata de una talla de estilo renacentista y de notable valor artístico, donde se ve al niño mártir -no he podido determinar cual de los dos hermanos es- ataviado a la romana, con túnica y capa larga y un libro en la mano, faltándole la palma del martirio en la otra, aunque puede que ésta existiera originalmente dada la posición de la mano derecha.

Imagen renacentista de uno de los Santos Niños. Fotografía de Juan de la Plaza

Y eso es todo... que no es mucho, aunque lamentablemente no he podido conseguir más datos sobre este pequeño lugar de la montaña leonesa.