Sepúlveda es una histórica villa castellana perteneciente a la provincia de Segovia, si nos atenemos a la división administrativa actual, y a la Extremadura Castellana si nos remitimos a la Edad Media, un territorio situado entre la Castilla vieja y las tierras musulmanas que, a causa de su condición fronteriza, desarrolló una idiosincrasia propia que le permitió disfrutar de unas libertades muy superiores a las de otras comarcas castellanas más norteñas que, por estar a salvo de las incursiones musulmanas, quedaban sujetas mucho más férreamente a la autoridad real o a la nobiliaria, según los casos.

Típica vista de la Plaza Mayor de Sepúlveda. A la derecha del castillo, y arriba, se aprecia
la torre y la parte superior de la iglesia de San Justo. Fotografía tomada de la Wikipedia

Repoblada -no reconquistada- en el año 940 por el conde castellano Fernán González, ésta pasó en varias ocasiones de manos cristianas a musulmanas -eran los tiempos de Almanzor- hasta su reconquista definitiva en 1010 por el conde Sancho García, nieto de Fernán González. Años después se le concedería fuero propio, el conocido como Fuero de Sepúlveda, que serviría de modelo para otros posteriores, y abarcaba la conocida como Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, un amplio territorio hoy repartido entre 37 municipios.

Ábside y torre de la iglesia. Fotografía tomada de www.turismosepulveda.es

Hoy es una tranquila población de 1.003 habitantes censados, que se incrementan hasta los 1.300 en verano, que presume de su historia y de su patrimonio artístico, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1951 y que vive principalmente del turismo, no sólo el cultural sino también el paisajístico -en sus cercanías se encuentran las conocidas Hoces del Duratón- y el gastronómico, con su afamado cordero asado.

Portada lateral de la iglesia. Fotografía tomada de queverenelmundo.com

Y entre sus monumentos se encuentra la iglesia de San Justo, dedicada a los santos Justo y Pastor. No es el único templo de la villa, ya que ésta cuenta además con las iglesias de la Virgen de la Peña, San Bartolomé, El Salvador y Santiago -una tercera parte de las quince que llegó a haber-, ni está abierta al culto, ya que fue desacralizada en una época que no he podido determinar. Tampoco es la más importante artísticamente, ya que ese título lo ostenta la de El Salvador, una joya del arte románico castellano. Pero sí es la que más nos interesa a nosotros, dada su advocación a los mártires complutenses.

Portada de los pies de la iglesia antes de su restauración

Comencemos por una descripción de la iglesia, declarada Monumento Nacional en 1931. Pertenece, al igual que sus vecinas, al estilo románico, y fue edificada entre los siglos XII y XIII. Está ubicada intramuros en el corazón de la villa, en la zona norte de ésta y vecina a los muros del recinto del antiguo castillo, junto a la Puerta del Azogue. Las guías la describen como un edificio de tres naves separadas por arcos y medio punto cubiertas por un artesonado mudéjar. Posee una recia torre que sobresale en el paisaje urbano, y su principal elemento arquitectónico es sin lugar a dudas el ábside trilobulado, una magnífica muestra del románico castellano. El cuerpo de la iglesia fue muy modificado en el siglo XVI, y tanto la portada como la fachada, ambas de factura modesta, son fruto de una reforma del siglo XVIII.

Interior de la iglesia de San Justo. Fotografías tomadas de www.elpasodelhombre.com (izquierda) y www.turismosepulveda.es (derecha)

Cuando visité Sepúlveda, hace ya bastantes años, estaba cerrada y no había posibilidad de visitar su interior, por lo que tan sólo pude hacerle fotos exteriores. No fue sino hasta 2006 cuando se firmó el acuerdo para ubicar en ella el Museo de los Fueros, que fue inaugurado el 30 de marzo de 2007. Pese a lo que pudiera indicar su nombre, es un museo que alberga parte del importante patrimonio histórico y artístico de la villa, con especial relevancia del arte religioso.

Cripta. Fotografía tomada de https:/www.segoviaunbuenplan.com

Así, en su interior nos encontramos con objetos preservados en la propia iglesia tales como el retablo barroco que cubre el ábside central, las capillas laterales, los enterramientos, los capiteles y, sobre todo, la cripta que se abre bajo el ábside, también triple y posible lugar de culto original de los Santos Niños.

Imágenes de los Santos Niños. Fotografía de Félix Montoya Sánchez

En la actualidad, ya como museo, alberga numerosas obras de arte y documentos históricos procedentes de la antigua Tierra de Sepúlveda, entre los que se encuentran unas imágenes de sus antiguos titulares de factura barroca atribuidas a Francisco del Prado. Evidentemente éstas no pudieron ser las imágenes primitivas de este templo, pero lo que no he podido averiguar es si pertenecieron a éste cuando estaba abierto al culto o si, por el contrario, proceden de alguna otra iglesia de Sepúlveda o de su comarca, cuestión ésta pendiente de investigar.

Rótulo de la calle de los Santos Justo y Pastor

Por último, cabe reseñar que la calle que arranca de la Puerta del Azogue, pasa por delante de la iglesia y continúa hasta desembocar en una plazoleta, está dedicada a los Santos Niños.