Todos los años, con ocasión de las fiestas patronales de los santos Justo y Pastor, procuro escribir algún artículo relativo a este tema buscando siempre la faceta poco conocida o curiosa del culto a los dos mártires a los que tanto debe históricamente Alcalá. Este año no iba a ser una excepción, y para ello he contado con la inestimable ayuda de la familia San Luciano que me ha proporcionado toda la documentación que me ha servido para redactar el presente artículo.

Dentro del ingente patrimonio acumulado en la Magistral a lo largo de los siglos, patrimonio que se perdió en su mayor parte a raíz de los avatares de la guerra civil, las vestiduras eclesiásticas ocupaban un lugar importante, y de entre todas ellas sobresalía un terno (conjunto de casulla, dalmáticas, capa pluvial y resto de ornamentos litúrgicos) adornado con motivos alusivos a la vida y martirio de los Santos Niños. Desgraciadamente este terno ha desaparecido, por lo que tan sólo nos queda el recuerdo de una descripción de los años veinte y un puñado de fotografías del archivo Moreno, esa espléndida colección fotográfica que merecería estar completa al alcance de todos los alcalaínos. La descripción procede del tomo XXXIV del Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, correspondiente al año 1926, y forma parte de un reportaje publicado en la citada revista en el cual se describía la exposición de arte religioso que fue organizada en dicha fecha en el palacio arzobispal. La cita es la siguiente:

El más considerable núcleo de la Exposición, por su número, belleza y calidad, lo constituyen los ornamentos, muchos procedentes de la Santa Iglesia Magistral, y de su importancia puede dar idea la primera capa pluvial que reproducimos: es de terciopelo carmesí, bordada, de sobrepuestos y presillas con atributos referentes al martirio de los santos niños Justo y Pastor, con dos pares de broches de plata. El embozo tiene bordados seis Apóstoles y en el capillo las imágenes de los santos niños con la palma del martirio. Corresponde a un terno Renacimiento del siglo XVI, al que acompaña un frontal de la misma tela con iguales atributos, y en su centro un medallón con los santos niños. La parte superior y los laterales del frontal tienen sobrepuestas ricas bordaduras; cinco medallones de imágenes y cuatro recuadros con cariátides de estilo pompeyano.

De entre todas las fotografías existentes, he seleccionado aquellas que recogen los detalles alusivos a los Santos Niños, junto con otra más que reproduce una de las prendas del terno. Lamentablemente, y ojalá me equivocara, esto es lo único que queda de tan magníficos ornamentos.