Santo Tomás de Villanueva





Santo Tomás de Villanueva dando limosna
Cuadro de Murillo que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla



Existe en Alcalá de Henares una plaza, situada en el barrio de Caballería Española, dedicada a Santo Tomás de Villanueva. Un importante lugar alcalaíno, el patio principal del colegio mayor de San Ildefonso, ostenta este mismo nombre, al tiempo que uno de los relieves existentes en la balaustrada alta del citado patio nos muestra también una imagen de este santo. Asimismo, la parroquia recientemente creada en el barrio de Espartales también está consagrada a este santo.

Resulta evidente que ha de existir una relación lo suficientemente importante entre este personaje y nuestra ciudad como para justificar estos homenajes a Tomás de Villanueva; pero como suele ocurrir con frecuencia en estos casos, son muchos los alcalaínos que ignoran no sólo todo acerca de la vida de este ilustre prelado, sino incluso su importante etapa complutense, aunque una buena pista nos la puede dar la lápida existente en la fachada del número 1 de la calle Mayor, cuyo texto reza lo siguiente:




Lápida de santo Tomás de Villanueva en la calle Mayor de Alcalá de Henares


EN ESTAS CASAS TUVO SU MORADA
TOMAS DE VILLANUEVA
UNO DE LOS PRIMEROS ESTUDIANTES
DEL COLEGIO MAYOR DE SAN ILDEFONSO
CATEDRATICO ARZOBISPO DE VALENCIA Y SANTO
LA CIUDAD DE ALCALA DE HENARES
EN EL V CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
12 DE DICIEMBRE DE 1986


Es por ello por lo que considero interesante dar a conocer una necesariamente pequeña y escueta biografía de santo Tomás, uno de tantos alcalaínos olvidados por todos excepto por unos pocos interesados en la historia de Alcalá; porque aunque santo Tomás no fue natural de nuestra ciudad, en ella vivió y en ella adquirió buena parte de su bagaje cultural, lo que basta para considerarlo como a uno más de la gran comunidad complutense.

Nuestro santo nació en la comarca manchega del Campo de Montiel, perteneciente en la actualidad a la provincia de Ciudad Real, en 1486, aunque algunos autores dan el año 1488. Pese a su sobrenombre -sus verdaderos apellidos eran García Martínez- su lugar de nacimiento no fue Villanueva de los Infantes sino el vecino pueblo de Fuenllana, del que es patrón, aunque creció y se educó en Villanueva, donde sus padres Tomás García y Lucía Martínez de Castellanos, un matrimonio acomodado (sus rentas pasaban de los 60.000 escudos) que se decía descendiente de los primeros condes de Castilla, tenían su casa solariega. En ambas poblaciones se mantiene vivo el recuerdo de sus casas, la natal de Fuenllana convertida años después en convento agustino, y la solariega de Villanueva, de la que se conservan algunos restos, junto con el vecino oratorio familiar. En esta última se alza una lápida conmemorando a su ilustre ocupante:




Lápida de santo Tomás de Villanueva en su casa de Villanueva de los Infantes


EN ESTA CASA, SOLAR QUE FUE DE LOS
GARCIA, FAMILIA DE INMEMORIAL ABOLENGO
EN VILLANUEVA DE LOS INFANTES, VIVIO
EL MAS ILUSTRE DESCENDIENTE DE LA
MISMA Y MAS PRECLARO HIJO DE ESTE
NOBLE PUEBLO: TOMAS GARCIA, DESPUES
SANTO TOMAS DE VILLANUEVA, RELIGIOSO
AGUSTINO Y ARZOBISPO DE VALENCIA.
EJEMPLO DE RELIGIOSOS MODELO DE
ARZOBISPOS, PREDICADOR TEOLOGO, INFLU-
YENTE EN TRENTO, CONSEJERO DE REYES
Y EMPERADORES, SU VIDA FUE UNA ENTREGA
ABSOLUTA A LA MAS EXCELSA DE LAS
VIRTUDES: LA CARIDAD.
IV CENTENARIO DE SU MUERTE
1555     1955


En 1504 llegaría el joven Tomás a estudiar a nuestra ciudad, ingresando en 1508 como estudiante en la recién fundada universidad complutense, convirtiéndose así en uno de los primeros alumnos que pisaron las aulas del colegio mayor de San Ildefonso para graduarse años más tarde de Maestro en Artes y licenciarse en Teología. Durante esta época falleció su padre, lo que le movió a convertir en hospital la casa que recibió en herencia. Este hospital, destinado en un principio a asilo de pobres y enfermos del pueblo, así como de niños huérfanos y viudas desamparadas, recibiría más tarde el nombre de Hospital del Arzobispo de Valencia en razón del alto cargo eclesiástico alcanzado por su antiguo conciudadano.

Continuando con sus estudios culminó éstos en 1514 obteniendo la Cátedra de Artes de nuestra ciudad, cargo que desempeñó durante los cursos 1514-15 y 1515-16, contando con varios discípulos tan relevantes como Domingo de Soto y Hernando de Encinas y rechazando una oferta de la universidad de Salamanca, la cual le ofreció la cátedra vacante de Filosofía Natural.

No permanecería, no obstante, demasiado tiempo en nuestra ciudad, ya que al finalizar el curso de 1515-16 abandonó la universidad marchando a Salamanca; pero no ingresaría en la universidad de la capital del Tormes, sino que profesó como agustino en el convento que dicha orden tenía en la citada ciudad el día 25 de noviembre de 1517 tras haber tomado el hábito el 21 de noviembre del año anterior, celebrando su primera misa el día de navidad de 1518.


Estatuas de santo Tomás de Villanueva en Fuenllana (izquierda), obra de Valentín Molinero
y en Villanueva de los Infantes (derecha), obra de Carmelo Vicent.
Ambas erigidas en 1955, centenario de la muerte de Santo Tomás


A partir de aquí su carrera eclesiástica fue muy rápida: en 1519 fue nombrado prior del convento de Salamanca y un año más tarde predicador, a la par que le designaban presidente del capítulo de la provincia de Castilla que en dicho año celebró su orden. En 1521 se convirtió en vicario general de la provincia agustina de Castilla, en 1522 fue elegido por segunda vez prior de Salamanca y tres años más tarde presidió el capítulo de Dueñas por el que se creó la provincia agustina de Andalucía, siendo elegido provincial de la misma.

No acabarían aquí sus responsabilidades en la orden de san Agustín, puesto que en 1531 era elegido prior del convento de Burgos, en 1534 provincial de Castilla, en 1537 definidor y de nuevo prior de Burgos, y en 1541 accedía al cargo de prior del convento de Valladolid. Por último, en 1543 sería comisionado por el padre general de su orden para que revisara las constituciones de la misma.

Paralelamente Tomás de Villanueva se había dedicado a la predicación, alcanzando tal fama sus sermones que el propio Carlos I, rey de España y emperador de Alemania, expresó su voluntad de escucharle en repetidas ocasiones. Satisfecho el monarca le nombró arzobispo de Granada, cargo que rechazó el humilde fraile agustino; pero habiendo quedado vacante en 1544 la sede arzobispal de Valencia insistió el emperador en concederle esta sede, viéndose Tomás obligado a aceptar.

Consagrado en Valladolid, el nuevo arzobispo viajó a la sede de la que era el nuevo titular el 22 de diciembre de ese mismo año, haciendo su entrada oficial el día 1 de enero de 1545. Ya como titular de la sede valenciana continuó con su labor caritativa en favor de los pobres y desvalidos de su archidiócesis, labor ésta que le proporcionaría un gran prestigio entre sus contemporáneos aunque no por ello descuidaría sus actividades como organizador, como lo demuestran el sínodo que celebró en Valencia en 1548 y el Memorial que remitió al Concilio de Trento ante la imposibilidad de asistir personalmente al mismo por culpa de su mala salud.

También fue importante su labor como mecenas al fundar en 1550 en Valencia el colegio de la Presentación, destinado a la educación de niños pobres aspirantes al sacerdocio. No se olvidaría el buen arzobispo de la ciudad en la que pasara sus años de estudiante al reedificar casi por completo y a sus expensas el Real Colegio de San Agustín o de Agustinos Calzados, donde el arzobispo tuvo una celda. De este notable edificio, ubicado en la alcalaína calle de los Colegios junto al también colegio menor de Málaga y frente a la sede actual del colegio de abogados (antiguo colegio menor de la Madre de Dios), tan sólo llegaron hasta nuestros días unas vergonzantes ruinas habilitadas hace unos años para sede de los juzgados, aunque dado su precario estado de conservación no se conservó prácticamente nada de lo que fuera el edificio original. En especial la iglesia, desmantelada pero con la nave intacta, fue partida en varias dependencias, desapareciendo su distribución original.




Catedral de Valencia. Retablo de la capilla de Santo Tomás


Por fin santo Tomás de Villanueva fallecería el día 8 de septiembre de 1555 en Valencia, siendo enterrado en la iglesia del convento de Nuestra Señora del Socorro en la misma capital del Turia. Años más tarde, en 1582, fue exhumado su cuerpo hallándosele intacto y cabal, incorrupto y exhalando un aroma suave, siendo trasladados sus restos a una urna de mármol blanco.

En 1601 comenzaron los trámites para su beatificación siendo proclamado bienaventurado-beato por el papa Pablo V en 1618 y canonizado el 1 de noviembre de 1658 por el papa Alejandro VII, siendo trasladados sus restos a la catedral de Valencia erigiéndosele allí una capilla. Santo Tomás de Villanueva se convertiría así en el primer estudiante alcalaíno que fue canonizado, aunque no sería el último; pero de esto hablaremos en otra ocasión.




Catedral de Valencia. Llápida sepulcral de santo Tomás


También destacaría nuestro prelado en el campo de las letras, ya que escribió y publicó numerosas obras de carácter religioso tales como las Canciones Sacras, cuya primera edición vio la luz en Alcalá en 1572 (y una segunda, también aquí, en 1581), el Sermón del amor de Dios y otros muchos opúsculos, estando considerado como una de las voces más autorizadas de la mariología (estudio de la Virgen) católica y española.

Son muchos los artistas españoles que tomaron a este santo como motivo de inspiración de sus obras, representándosele habitualmente en acto de dar limosna a los pobres. De Murillo se conocen al menos tres cuadros; el Museo de Bellas Artes de Sevilla exhibe el que quizá sea más conocido de todos ellos, el cual reproduzco en este artículo, conservándose los restantes en la Alte Pinakothek de Munich y en el Cincinnati Art Museum, dándose la particularidad de que este último representa a Santo Tomás cuando todavía era un niño. Un lienzo de Zurbarán perteneciente a una colección particular tiene para nosotros el interés de que, al parecer, procede del alcalaíno convento de agustinas de Santa María Magdalena, donde habría estado acompañado por un San Agustín salido asimismo de los pinceles de Zurbarán. En el museo del Louvre se muestra otro firmado por Mateo Cerezo (1626-1666), un discípulo de Carreño Miranda, mientras que en la madrileña Fundación Lázaro Galdiano puede contemplarse un cuadro de Salvador Maella.

Asimismo son numerosos los lugares que recuerdan su nombre y su memoria. Patrón de Villanueva y Fuenllana lo es también de la diócesis de Ciudad Real. Cuenta con una capilla dedicada en la catedral de Valencia, donde se conservan sus restos, y con iglesias en ciudades tales como Ávila, Benicassim, Castellón, Ciudad Real, Granada, Madrid, Salamanca o Tomelloso, además de la parroquia alcalaína; con dos universidades, una en Pennsylvania (Estados Unidos) y otra en La Habana, trasladada a Miami tras la revolución castrista; con un hospital en Panamá; con una residencia universitaria en Salamanca; con seminarios en Ciudad Real y Toledo...

Quien desee ampliar sus conocimientos sobre santo Tomás dispone de una biografía del mismo escrita por el agustino recoleto P. Victorino Capánaga de San Agustín1, de otra más reciente de Carolina Lorente2 y de los diversos trabajos de Arturo Llin Cháfer3,4,5,6. También acaba de ser publicado un exhaustivo e interesante estudio sobre la iconografía del santo, obra del historiador infanteño Jorge Solís Piñero7.




1 Capánaga, Victorino. Santo Tomás de Villanueva. Ed. Biblioteca Nueva. Madrid, 1942.

2 Lorente Villalba, Carolina. Tomás García Martínez, Santo Tomás de Villanueva. Universidad de Alcalá e Institución de Estudios Complutenses. Alcalá de Henares, 1986.

3 Llin Cháfer, Arturo. Sacerdocio y ministerio: estudio histórico-teólogico sobre el sacerdocio ministerial en Santo Tomás de Villanueva. Facultad de Teología San Vicente Ferrer. Valencia, 1988.

4 Llin Cháfer, Arturo. Santo Tomás de Villanueva: fidelidad evangélica y renovación eclesial. Revista Agustiniana. Madrid, 1996.

5 Llin Cháfer, Arturo. Santo Tomás de Villanueva: una vida al servicio de la Iglesia. Revista Agustiniana. Madrid, 1998.

6 Llin Cháfer, Arturo. Diversos artículos sobre santo Tomás de Villanueva en Revista Agustiniana. Ver en www.agustiniana.es.

7 Solís Piñero, Jorge. Iconografía comentada de Santo Tomás de Villanueva. Ayuntamiento de Villanueva de los Infantes, 2008.


Publicado el 27-4-1985, en el nº 947 de Puerta de Madrid
Actualizado el 26-5-2013