John Dobbin, un pintor romántico inglés en Alcalá



De sobra es conocido que el patrimonio artístico y arquitectónico de Alcalá ha inspirado a lo largo de los siglos a multitud de dibujantes, pintores y fotógrafos que han dejado reflejados para la posteridad los principales monumentos de nuestra ciudad, bastantes de los cuales han desaparecido a causa de diversos avatares históricos, razón por la cual estos cuadros, grabados o fotografías son el único testimonio que nos queda del pasado esplendor complutense.

Muchas de estas representaciones gráficas son sobradamente conocidas y la mayor parte de ellas han sido reproducidas recientemente, razón por la cual son hoy en día bastante fáciles de conseguir, aunque otras no lo son tanto. ¿Quién no conoce los grabados de Villaamil o Parcerisa, las fotografías del Archivo Moreno, las vistas de Alcalá de Anton van der Wingaerde, de Pier María Baldi, los dibujos de Mercadal, Vicente Oms o Manuel Laredo? ¿O los cuadros de Félix Yuste? ¿O la ingente colección de postales de principios del siglo XX? ¿O las obras contemporáneas, pero no por ello menos interesantes, de José María Málaga, Luis Aribayos, Venancio Arribas, Modesto Quijada o Valgom, entre muchos otros artistas que han fijado sus ojos en Alcalá? ¿O las fotografías de Baldomero Perdigón, Félix González Pareja, Antonio Cerezo, Luis Alberto Cabrera y tantos otros?

Sin embargo, pese a que podamos pensar que todo es ya conocido, de vez en cuando nos llevamos agradables sorpresas. Fruto de las indagaciones de Julián Martínez Abad fue la publicación en 1994 del libro Recuerdos complutenses, obra de Ángel María de Barcia, donde este escritor, fotógrafo y pintor decimonónico nos deja un vívido recuerdo de la Alcalá de mediados del siglo XIX a través de sus fotografías y acuarelas, hasta entonces inéditas. Más reciente fue el hallazgo de varios bocetos de Genaro Pérez Villaamil que no llegaron a ser plasmados en grabados, pero asimismo interesantes puesto que algunos de ellos recogen monumentos ya desaparecidos, y hasta el momento prácticamente desconocidos, tales como la rejería de San Ildefonso, la casa del Rico Home, el convento primitivo de San Juan de la Penitencia, o el arco de la universidad en la confluencia de la calle Pedro Gumiel con la plaza de Cervantes, bocetos que tras ser expuestos en nuestra ciudad fueron reproducidos en parte en la Crónica General de Alcalá de Henares publicada en 2001 y de la cual soy coautor.

De todos modos resulta difícil a estas alturas encontrar algún documento gráfico inédito, razón por la cual supuso para mí una satisfacción el descubrimiento por parte de mi esposa, a principios de 2002, de un cuadro que recogía una vista del desaparecido patio de Covarrubias, en el Palacio Arzobispal. El cuadro en cuestión formaba parte de la exposición itinerante Pintores románticos ingleses en la España del siglo XIX, que durante el curso 2001-2002 recorrió varias ciudades de Castilla la Mancha. Una búsqueda en internet rindió pronto sus frutos, informándome de que la exposición estaba dedicada a pintores decimonónicos ingleses que habían visitado España reflejando con sus pinceles vistas de nuestro país, siendo uno de ellos (el que nos interesa personalmente) John Dobbin, autor de la acuarela de 40 x 57,5 cm. titulada Palacio del Arzobispo que reproduzco aquí aunque, lamentablemente, no he podido conseguir una copia de mejor calidad.




El patio del Palacio Arzobispal visto por John Dobbin


Según he podido averiguar todos estos cuadros formaban parte de la colección particular de Aurora Marín Samos, y con posterioridad a ésta se pudieron ver en otras exposiciones en ciudades tales como Madrid (2008), León (2009), Valladolid (2009), Zaragoza (2009-2010), Castellón (2010) o Benalmádena (2010), con el título anterior o con el de Los curiosos impertinentes. Pintores británicos de la España romántica del XIX. Al parecer, su destino definitivo será el futuro Museo Romántico de Ronda, una ubicación sin duda de lo más adecuado. No obstante, y además de la ya citada de Albacete, salvo en el caso de la exposición de Zaragoza no he podido confirmar que el cuadro de Dobbin figurara en ellas, aunque tampoco puedo afirmar lo contrario. Sí lo hizo en la de Zaragoza, de la que dispongo del catálogo, el cual me ha servido para completar los datos de que disponía sobre el autor y su obra.

¿Quién era John Dobbin? La verdad es que me ha resultado difícil encontrar reseñas biográficas suyas, puesto que ni tan siquiera la enciclopedia Espasa da la menor referencia acerca de este pintor. Los pocos datos que he conseguido encontrar, y que son los que reproduzco a continuación, provienen en su totalidad de diferentes páginas de internet, siendo en su mayoría procedentes de los catálogos de las dos exposiciones. Dobbin nació en 1815 en Darlington, una población perteneciente al condado de Durham, en el noreste de Inglaterra. Formado como pintor en su ciudad natal, en 1836 ya expuso sus obras en la vecina ciudad de Newcastle. Un año más tarde se trasladó a Londres, donde ejerció como profesor de dibujo y pintura, exponiendo anualmente en la capital inglesa desde el año 1842 hasta su muerte, ocurrida en agosto de 1888, en la Real Academia. Tras haber viajado por Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, en 1858 vino a España visitando poblaciones tales como Salamanca, Segovia, Sevilla, Granada, Madrid, Toledo, Illescas, Cuenca, Zaragoza, Córdoba, Burgos, Valencia, Olite y Alcalá y pintando hasta un total de 36 acuarelas dedicadas a motivos arquitectónicos de nuestro país, entre las que se cuentan vistas del patio de los Leones de la Alhambra y del interior de la catedral de Burgos (museo Victoria y Albert de Londres), de la catedral de Salamanca (Graves Art Gallery de Sheffield) o de la iglesia de San Pablo de Zaragoza (Ibercaja).




El patio del Palacio Arzobispal visto por Francisco Javier Parcerisa


El cuadro dedicado al Palacio Arzobispal de Alcalá fue pintado en 1880, y expuesto en la Real Academia londinense en 1868. Tal como puede apreciarse presenta un notable parecido con el conocido grabado de Genaro Pérez Villaamil, algo anterior en el tiempo puesto que fue dibujado hacia 1842. Algo posterior, pero también anterior al cuadro de Dobbin ya que fue publicado en 1848, es el grabado, asimismo muy conocido, de Francisco Javier Parcerisa. En cualquier caso las tres vistas del patio de Covarrubias pueden ser encuadradas dentro del romanticismo, lo que explica su similitud así como ciertos detalles comunes tales como la ambientación del motivo arquitectónico con varios personajes ataviados de una forma que podríamos calificar de típica, pero probablemente poco ajustada a la vestimenta real de los alcalaínos de la época.




El patio del Palacio Arzobispal visto por Genaro Pérez Villaamil


Pese a que los grabados de Villaamil y Parcerisa son sobradamente conocidos, he estimado conveniente compararlos con el cuadro de Dobbin, acompañándolos a su vez con una fotografía anterior a la Guerra Civil. Como se puede apreciar, los tres artistas reprodujeron fielmente los elementos arquitectónicos del patio dándole, eso sí, un toque romántico del que carece la fría (aunque excelente) fotografía. Puesto que el patio, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista española, quedó arrasado tras el incendio de 1939 y la posterior e injustificable demolición de las ruinas, tan sólo nos queda ya el recuerdo del mismo junto con algunas columnas -las menos- que hoy se conservan en el patio de la casa de Cervantes y algunos restos dispersos en el museo de la Catedral-Magistral, en el Antiquarium de la Huerta del Obispo y en el Museo Arqueológico de Madrid.




Fotografía del patio del Palacio Arzobispal antes de su destrucción en 1939


Huelga decir, ya para terminar, que no estaría de más intentar que la exposición a la que pertenece el cuadro, o por lo menos éste, recalara en Alcalá tal como lo ha hecho en otras ciudades, al tiempo que resultaría interesante conseguir una buena copia (la que yo reproduzco está tomada de internet y carece de suficiente resolución) del mismo. El motivo, evidentemente, está más que justificado.


Publicado el 9-2-2002, en el nº 1.749 de Puerta de Madrid
Actualizado el 29-5-2015