Alcalá en la obra pictórica de Genaro Pérez Villaamil
Vista
fantástica de una ciudad española, con un capricho de la Casa del
Rey Don Pedro de Alcalá de Henares o Día de
procesión en un pueblo
Genaro Pérez Villaamil (Ferrol, 1807 - Madrid, 1854), cuñado por cierto de Eugenio Lucas, fue un pintor romántico especializado en paisajes. También fue un magnífico dibujante, siendo sobradamente conocidos, y reeditados en numerosas ocasiones, los 142 grabados con los que ilustró la España artística y monumental, de cuyos textos fue responsable el escritor Patricio de la Escosura. En esta obra Pérez Villaamil dedicó a Alcalá cuatro grabados, conociéndose además varios bocetos de los que no llegó a realizar dibujos definitivos.
Lo que ignoraba hasta ahora era que Alcalá aparece también en su obra pictórica. Fue gracias a una página de internet como descubrí la existencia de un cuadro cuyo largo título en francés es traducible en español como Vista fantástica de una ciudad española, con un capricho de la Casa del Rey Don Pedro de Alcalá de Henares... lo cual, como cabe suponer, llamó inmediatamente mi atención. Según la ficha correspondiente se trata de un óleo sobre lienzo de 108 × 145 centímetros, pintado en París en 1841 y perteneciente a una colección privada, por lo cual desconozco su paradero. Tal como su título indica se trata de un capricho, es decir, una recreación fruto de la imaginación del autor sin reflejar, por lo tanto, una escena real; pero lo cierto es que basta con echarle un vistazo para descubrir que Pérez Villaamil aprovechó claramente algunos de los bocetos de sus grabados para inspirarse en el cuadro, por más que en éste dejara correr libremente su inspiración.
Vista
fantástica de una ciudad española, con un capricho de la Casa del
Rey Don Pedro
de Alcalá de Henares o Entrada a una ciudad
dominada por una fortaleza en ruinas
Sin embargo, antes siquiera de que pudiera ponerme a analizar el cuadro di con un segundo documento en el que aparecía, con este mismo título, un cuadro distinto, también de propiedad particular, lo que nos priva de conocer su respectiva ficha museística. Para complicar aún más las cosas, al intentar aclarar cual de los dos podía ser el correcto encontré sendas reproducciones de ambos con otros títulos, Día de procesión en un pueblo y Entrada a una ciudad dominada por una fortaleza en ruinas, respectivamente. Así pues el lío estaba más que garantizado, sin que haya podido llegar a saber a cual de los dos correspondía realmente el primer título... cabiendo la posibilidad, incluso, de que no sea a ninguno de ellos.
De rebote mis búsquedas rindieron también otro resultado inesperado, un tercer cuadro -un pequeño óleo sobre cobre de tan sólo 28,5 × 19 centímetros, asimismo de propiedad particular- sobre el que al parecer no hay discrepancia alguna respecto al título que, traducido al español -en este caso del inglés-, es La casa del señor don Pedro en Alcalá de Henares. Y aunque en esta ocasión no se le otorgue el título de rey sino el de señor -lord-, está claro que se refiere, al igual que los anteriores, al rey Pedro I, único monarca de este nombre que hubo en Castilla, el cual pasaría a la historia con los sobrenombres -según el bando del que se tratara- de El Cruel o El Justiciero.
La casa del
señor don Pedro en Alcalá de Henares
Analizando los tres cuadros en la medida de lo posible -la calidad de las reproducciones de las que dispongo no permite ir muy allá-, no he sido capaz de identificar en ellos a ningún monumento alcalaíno, ni de los que se conservan hoy en día ni de los desaparecidos que quedaron registrados en los bocetos del pintor; y por si fuera poco, tampoco he podido asociar el edificio pintado en La casa del señor don Pedro en Alcalá de Henares con ninguno de los que aparecen en los otros dos cuadros. Así pues, me veo limitado a reproducirlos sin poder dar más datos al respecto.
Puerta de entrada
al Palacio Arzobispal por el ala oeste del patio de armas
Captura del
vídeo El Palacio de los arzobispos de Toledo en Alcalá de
Henares
Lo que sí puedo hacer, o por lo menos intentar, es buscar las razones por las que Pérez Villaamil asoció con tanta insistencia al rey Pedro I con Alcalá, ya que por la historia sabemos que éste, a diferencia de otros monarcas castellanos, no tuvo especial vinculación con nuestra ciudad; eso sin contar con que, evidentemente, jamás hubo en Alcalá nada parecido a una residencia real, ya que durante sus estancias en ella los reyes se alojaban en el Palacio Arzobispal. Por este motivo, cabe suponer que Pérez Villaamil se inspirara en la leyenda apócrifa del Rico Home de Alcalá recogida por Agustín Moreto en su comedia El valiente justiciero, ya que la novela de Manuel Fernández y González titulada El Rico-Home de Alcalá, que se basa en idéntico episodio, no fue publicada hasta 1875, 21 años después de la muerte del pintor.
Estado en el que
quedó el ala oeste del patio de armas tras el incendio de
1939
Fotografía tomada de
www.mecd.gob.es
Puesto que el Rico Home de Moreto se llamaba don Tello está claro que no puede tratarse del señor don Pedro del cuadro. Sin embargo existió en Alcalá un palacio al que la tradición identificaba como el del Rico Home, hasta el punto de que dio nombre a la calle en la que se encontraba. En realidad este edificio era propiedad de la familia de los Mendoza, y se le conocía como la Casa de los Leones a causa de la existencia de unos leones de piedra en su portada. De él hoy tan sólo se conservan el solar, convertido en parque, y el nombre de Huerto de los Leones del mismo. En cuanto a la identificación de este palacio con el rey Pedro I, tan sólo se me ocurre que pudiera deberse a la influencia de la obra de Moreto en la fértil imaginación romántica de Pérez Villaamil, al que no parecía preocuparle demasiado la verosimilitud histórica de sus creaciones pictóricas.
En cualquier caso, como carecemos de documentación gráfica del citado palacio lo único que podemos hacer es especular al respecto. ¿Conoció Pérez Villaamil la Casa de los Leones, identificándola con el inexistente palacio del también inexistente Rico Home y, yendo todavía más allá, con el también inexistente palacio de Pedro I? Lo cierto es que el elemento principal del cuadro es un recio torreón muy parecido al que aparece en la reconstrucción de la desaparecida ala oeste del patio de armas del Palacio Arzobispal realizada por la Asociación para la Recuperación del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares (ARPA), de cuyo vídeo he tomado este fotograma.
No ocurre así con el resto del entorno arquitectónico del cuadro, el cual se asemeja más a una venta que al resto de la desaparecida fachada; y aquí no hay posibilidad de error ya que, aunque el edificio desapareció en su mayor parte tras el incendio de 1939, existe la suficiente documentación gráfica -fotografías y grabados- como para poder afirmar que no se trata del Palacio Arzobispal sino, con toda probabilidad, de una recreación del propio Pérez Villaamil, inspirándose, eso sí, en el citado torreón.
Pero como afirma el conocido adagio italiano, se non è vero, è ben trovato. Y los cuadros, huelga decirlo, son magníficos.
Publicado el 29-10-2014