Ayudante del profesor Octavio Ferrer en el proceso de construcción de los mil quinientos proyectiles cohete diseñados para transmutar el sol ultravioleta que ardía en el interior hueco del planeta Redención. Sometida, al igual que el resto de sus compañeros, a un ritmo inhumano de trabajo durante seis meses en Ciudad Mecano, Maruja aborrecía profundamente por ello al profesor Ferrer, aunque su odio acabó transformándose en admiración al revelarles éste su secreto una vez que los cohetes fueron terminados.

Tras disfrutar de unas breves vacaciones en Solima, se integró junto con Octavio Ferrer y el resto de los ingenieros de su antiguo equipo, en la denominada División X, la unidad creada ex profeso para realizar la proyectada transmutación tras perforar un túnel en la corteza de Redención con objeto de poder trasladar los proyectiles a su interior hueco. Acompañó al profesor Ferrer durante la incursión al interior del planeta que se saldó con el éxito de la misión y la consiguiente derrota y extinción de los hombres de silicio, tras lo cual contrajo matrimonio con él (División X).