Nombre raabita de Arturo Segovia, un antiguo cirujano miembro de la tripulación del disco volante redentor Trafalgar y amigo y cómplice de Josafat Aznar, comandante del mismo. Enviados por el gobierno redentor, al borde de la derrota frente a los hombres de silicio, a buscar un posible refugio en el planeta Solima, descubrieron accidentalmente Raab en el interior hueco del mismo, pero en lugar de comunicarlo al gobierno redentor decidieron guardar el secreto para beneficiarse en exclusiva del mismo. Tras el colapso definitivo de Redención, y auxiliados por su mayor tecnología, se hicieron los amos de Raab con Josafat Aznar convertido en el dios viviente Haakón y él mismo en su lugarteniente, aprovechando sus conocimientos médicos para trasplantar periódicamente el cerebro de su cómplice a cuerpos jóvenes, proporcionándole así una virtual inmortalidad que ya duraba mil trescientos años. Él mismo recurrió también a esta misma práctica, auxiliado por otro antiguo cirujano redentor.

A la llegada a Raab de un pequeño grupo de exploradores valeranos comandados por el profesor Raimundo Castillo, Olaf fue consciente de su perfidia y, arrepentido, decidió auxiliar a los visitantes, que habían sido mandados asesinar por su antiguo cómplice para evitar que éstos pudieran dar aviso al Alto Mando valerano de la existencia del mundo interior. Tras liberar a los prisioneros y proporcionarles armas, contribuyó eficazmente a dar muerte al tirano y a neutralizar la amenaza de la bomba W existente en el disco volante que le servía de refugio, facilitando asimismo su huida al exterior del planeta. Cubiertos con éxito estos objetivos, procedió por último a destruir el disco volante inmolándose junto con la ciudad que había sido construida en su exterior, borrando de esta manera todo vestigio de la milenaria aberración (Mando siniestro).