Científico perteneciente a la colonia de exiliados del Rayo que huyeron de la Tierra tras la derrota de los humanos frente a los thorbods (La abominable Bestia Gris), fundador de una afamada dinastía de astrónomos. Desempeñó un destacado papel en la colonización de Redención (La conquista de un imperio). Tras el fallecimiento de Miguel Ángel Aznar, fue el responsable del Rayo durante las ausencias de Fidel Aznar, permaneciendo en la colonia durante la expedición realizada por éste al reino de Saar y al interior hueco de Redención (El reino de las tinieblas).

Poco antes del estallido de la guerra entre la humanidad y los hombres de silicio, descubrió casualmente un astro que gravitaba en las profundidades del sistema solar de Redención y que, tras los análisis pertinentes, demostró estar compuesto de un material extremadamente denso que sólo podía ser la codiciada dedona. Aprovechando una tregua en el combate una vez que los nuevos aviones de cristal construidos por el profesor Ferrer demostraran su capacidad de combate, embarcó en el Rayo acompañando a éste en su viaje de exploración al planetillo que descubriera poco antes, al que Ferrer propuso bautizar con su nombre. Tras comprobar la existencia de dedona en el planetillo, volvieron a Redención con un cargamento de este metal que permitió dotar a los destructores de un blindaje invulnerable a los rayos Z del enemigo, lo que condujo a los terrestres a la victoria (Dos mundos frente a frente).

En la segunda edición de la Saga desaparecen todas las referencias a este personaje correspondientes a la desaparecida novela Dos mundos frente a frente, incluyendo el propio descubrimiento de Valera.