En la segunda parte de la Saga de los Aznar Enguídanos recupera a unos viejos enemigos de la humanidad, los thorbods, y lo hace poniéndolos en posesión de un autoplaneta similar a Valera aunque no constituido por dedona sino por roca corriente¹.

Tras desperdiciar Enguídanos las posibilidades que brindaba una lucha entre ambos colosos (en la novela Guerra de autoplanetas, paradójicamente, ésta no llega a tener lugar), zanja rápidamente la cuestión haciendo vencedores a los terrestres, los cuales destruyen el autoplaneta Argos en lugar, como sería lógico, de aprovecharse de él, lo que hubiera abierto grandes posibilidades a la Saga.

¹ El autoplaneta Argos aparece por vez primera en ¡Thorbod, la raza maldita! (número 52) y más tarde en Guerra de autoplanetas (número 56), ambas de la segunda edición.