Los últimos de Atolón
Número 55, que aprovechó la ilustración de Destructores de mundos, de Alf. Regaldie, número 28 de la primera edición de Luchadores del Espacio. Como su nombre indica, esta novela describe la épica lucha sostenida entre los tapos que voluntariamente se habían quedado en el circumplaneta cuando la mayor parte de sus compatriotas huyeron a la Tierra con motivo de la invasión thorbod.
Han pasado ciento cincuenta años desde la marcha de los exiliados del Hermes, y en Atolón la situación cada vez se vuelve más dramática tanto para los tapos como para los ghuros, ya que ambas razas están siendo acosadas y exterminadas por los poderosos thorbods, que se han asentado firmemente en el inmenso astro. Hasta ahora los hombres grises se habían limitado a ocupar la parte opuesta del circumplaneta, lo que había permitido a los tapos organizar su estado a pesar de las razzias periódicas de los thorbods, pero ahora la situación ha cambiado por completo. Los hombres grises comienzan a desembarcar en el propio territorio tapo estableciendo allí una sólida cabeza de puente, al tiempo que inician una sistemática campaña de exterminio contra los humanos atacando a sus ciudades y persiguiendo a sus ictionaves, una combinación de submarino y nave aérea diseñada especialmente para poder hacer frente a los poderosos cruceros thorbod.
Esta novela es también la historia del joven Marek Aznar, descendiente directo de aquellos miembros de la ilustre familia que se quedaron voluntariamente en Atolón. Hijo de Héctor Aznar y biznieto del mítico Fidel Aznar, con tan sólo ocho años de edad perdió a su padre, muerto en un combate con el enemigo, siendo recogido por su hermanastro César Aznar y trasladado a la ciudad de Electra, una de las metrópolis tapo excavadas en la montaña como defensa frente a los ataques de la Bestia Gris. Tras ingresar en la Armada tapo siguiendo los pasos de su hermanastro, le sorprende el feroz ataque thorbod a Maquetania -o lo que quedaba de ella- cuando navegaba a bordo de una ictionave. Destruida su ciudad y desaparecidos sus familiares y amigos, halla refugio inicialmente con los supervivientes de Loger, otra ciudad tapo destruida asimismo por los hombres grises; pero el fatalismo y la inacción de sus anfitriones, convencidos de la inevitabilidad de la victoria thorbod y de lo inútil de toda resistencia que no fuera más allá de la propia supervivencia, le mueve a rebelarse trazando un audaz plan en contra de la opinión de todos los responsables del campo de refugiados.
Así, y con la única ayuda de Noel Raga, un joven de su edad que comparte sus inquietudes, Marek inicia una descabellada empresa, la de golpear a los thorbods en su propio e inexpugnable cubil. Tras robar clandestinamente varios cazas delta convenientemente miniaturizados, los dos amigos huyen de su refugio emprendiendo una épica marcha a través de la impenetrable selva tratando de cruzar los 48 millones de kilómetros que los separan del enemigo, siempre dando varios saltos y abandonando los sucesivos cazas delta antes de que éstos fueran detectados y derribados por el enemigo.
Esta empresa les llevará varios años, entrando en contacto finalmente con una tribu tapo que se encuentra en la vanguardia de la lucha contra los thorbods. Tras una fructífera cooperación con ellos, Marek propone lo que parece imposible: Infiltrarse, junto con un grupo de comandos, hasta las proximidades del lugar donde los hombres grises están construyendo su base de operaciones en Maquetania, donde existe oculto un antiguo refugio tapo que cobija una karendón traslator. Pese a tener todo en contra el grupo comandado por Marek consigue llegar a su destino y poner en marcha la karendón, lo que le permite transportar hasta allí una importante fuerza que consigue, amparada por la sorpresa, arrasar el asentamiento enemigo.
El ataque es culminado con éxito, pero el júbilo de los guerrilleros se ve incrementado por una fantástica noticia: Valera vuelve al circumplaneta con la intención de aplastar a la Bestia Gris. Los años trágicos están a punto de terminar. Los thorbods, privados del auxilio de su autoplaneta, se ven impotentes para enfrentarse con la poderosa maquinaria bélica de Valera, por lo que se apresuran a evacuar Maquetania dejando a los tapos libres para decidir su destino.
Publicado el 28-10-1998 en el Sitio de Ciencia Ficción