Programa de satélites espía militares norteamericanos, también llamados con el nombre clave de Keyhole, ojo de la cerradura. Iniciado en 1959, fue potenciado tras el derribo del avión espía U-2 en mayo de 1960. Esencialmente, se trataba de unos satélites de reconocimiento provistos de ámaras fotográficas equipadas con película, que una vez impresionadas reenviaban en una cápsula especial provista de paracaídas que era recogida en el aire por aviones. El programa, totalmente secreto, fue cancelado en 1972 tras varias decenas de misiones, no siempre con éxito.

Tal como hacían los soviéticos, los primeros lanzamientos de los Corona fueron camuflados bajo la cobertura del programa Discoverer.