Módulo de aterrizaje construido por la ESA en colaboración con la agencia espacial rusa Roscosmos, bautizado con el nombre del astrónomo italiano que en 1877 creyó descubrir los canales marcianos. Técnicamente se definía como un EDM (Entry, Descent and Landing Demonstrator Module, Módulo demostrador de entrada, descenso y aterrizaje), y acompañaba a la sonda espacial ExoMars.

Ambos fueron lanzados el 14 de marzo de 2016, a bordo de un cohete Protón, desde el cosmódromo de Baikonur. El Schiaparelli se separó de la sonda principal el 16 de octubre de 2016 y tres días más tarde inició la maniobra de aterrizaje, lamentablemente frustrada al estrellarse a gran velocidad contra la superficie marciana al no haber sido capaz de frenar de forma controlada su caída.

La misión principal del Schiaparelli era ensayar la compleja maniobra de aterrizaje de cara a futuras misiones espaciales, en especial la del rover que está previsto enviar en 2020. Por esta razón la duración de su misión estaba prevista en tan sólo unos pocos días marcianos, durante los cuales habría estado mandado datos a la Tierra sin desplazarse del lugar de aterrizaje.