Nombre -traducible como conexión estelar- con el que ha sido bautizada la constelación de satélites de comunicaciones promovida por la empresa SpaceX. El proyecto contempla contar con un total de unos 12.000 satélites para mediados de la década de 2020, lo que la convertiría en la red más extensa de todas las existentes.

A diferencia de otras constelaciones, los satélites Starlink son de pequeño tamaño -227 kilogramos- y de bajo coste, y serán desplegados en una órbita baja de unos 550 kilómetros de altura. Su misión será la de servir de enlace para conexiones de internet de banda ancha en lugares a donde no llega la cobertura convencional.

Los primeros prototipos de prueba fueron lanzados el 22 de febrero de 2018, y los primeros 60 satélites operativos lo fueron de forma conjunta el 23 de mayo de 2019, estando previsto que su explotación comercial comience en 2020.

El elevado número de satélites y la baja cota de su órbita ha provocado las protesta de los astrónomos, que consideran que su despliegue perturbará sensiblemente las observaciones astronómicas.