Sonda espacial diseñada para realizar un estudio de los polos solares, prácticamente invisibles desde la Tierra, así como del viento solar, los campos magnéticos interplanetarios, los rayos cósmicos y el gas interestelar.

Fue lanzada al espacio el 6 de octubre de 1990 y, debido a las peculiaridades de la misión, su órbita hubo de ser trazada de modo que se desviara del plano de la eclíptica, única forma de alcanzar una trayectoria que la llevara a pasar por encima de los polos del Sol. Para ello, fue necesario realizar una compleja carambola cósmica aprovechando la atracción gravitatoria de la Tierra y de Júpiter, por cuyas cercanías pasó en febrero de 1992; de ahí el nombre de la sonda, que rememora al largo y accidentado viaje que este héroe homérico se vio obligado a realizar, de vuelta a su reino de Ítaca, tras concluir la Guerra de Troya.

Aunque el proyecto original contemplaba la construcción de dos sondas gemelas, una por la NASA y otra por la ESA, cada una de las cuales se dirigiría hacia uno de los dos polos solares, al cancelar la NASA la suya en 1981 por problemas de presupuesto, la misión hubo de ser rediseñada para realizar estas tareas con un solo vehículo. La Ulises cumplió con éxito su misión, sobrevolando el polo sur solar por vez primera a mediados de 1994, y el polo norte un año más tarde, a una distancia de aproximadamente el doble del radio de la órbita terrestre. Un segundo tránsito por ambos polos tuvo lugar en los años 2000 y 2001 respectivamente, y un tercero entre 2007 y 2008. Asimismo, a lo largo de su viaje la Ulises realizó también observaciones de Júpiter y del cometa Hyakutake, cuya cola atravesó en mayo de 1996.

Tras más de 18 años transcurridos desde su lanzamiento, la Ulises fue desactivada en julio de 2009 cuando se encontraba ya a 5,4 unidades astronómicas de distancia de la Tierra, aproximadamente el radio de la órbita de Júpiter. Durante su larga vida útil, que ha abarcado casi dos ciclos solares de once años completos, ha enviado a la Tierra una ingente cantidad de datos que han ayudado a comprender mucho mejor la actividad del Sol, así como fenómenos tales como el viento solar.