La colisión de galaxias es un fenómeno que se produce cuando dos galaxias lo suficientemente cercanas interaccionan entre sí a causa de la mutua atracción gravitatoria. Aunque no llegan a producirse colisiones entre las estrellas, la dinámica de las galaxias sí suele verse muy alterada, deformándose éstas e incluso llegando a fusionarse en una sola o bien, cuando la diferencia de tamaños es apreciable, la grande suele acabar canibalizando a la pequeña, como está ocurriendo con la galaxia del Remolino y su galaxia satélite NGC 5195.

El resultado final de la colisión acostumbra a ser una galaxia de mayor tamaño y de forma irregular o elíptica. Asimismo las nubes de gas y polvo interestelar pueden verse afectadas, experimentando incrementos de densidad que aceleran la formación de nuevas estrellas.

Ejemplos conocidos de galaxias en colisión son las Galaxias de las Antenas o las Galaxias de los Ratones.