Los Santos Niños en España
Su culto en Villalverde (Zamora)





Iglesia de San Justo de Villalverde. Fotografía de Pedro Carrillo Juan



Villalverde, y no Villaverde, tal como suele escribirse erróneamente en ocasiones, es un pequeño pueblo zamorano perteneciente al municipio de Justel, en la comarca de la Carballeda, en el cual, tal como ocurre en la cercana localidad de Uña de Quintana y, probablemente en el pasado también en el propio Justel, se conserva vivo el recuerdo a los Santos Niños.




Espadaña. Fotografía de Pedro Carrillo Juan


Situado al norte de la provincia, casi en el límite con la de León, Villalverde es un minúsculo caserío de apenas setenta habitantes censados que, no obstante su pequeñez, cuenta con dos iglesias: Una ermita en el centro del pueblo, que es la que se utiliza habitualmente para los actos religiosos, y la parroquia de los Santos Niños a las afueras, en mitad de un campo regado por numerosos manantiales. Al parecer esta ubicación, relativamente alejada, se debe a que en ese lugar existió siglos atrás un pequeño núcleo de población hoy desaparecido.




Pórtico y puerta de entrada. Fotografía de Pedro Carrillo Juan


Cuando la visité en agosto de 2000 estaba cerrada, pero gracias a la amabilidad de don Nicolás Fernández Salvador, alcalde pedáneo del pueblo, pude acceder a su interior y conocer varios datos interesantes sobre la misma. De origen aparentemente medieval, pero muy modificada por diversas ampliaciones realizadas en siglos posteriores, cuenta con una nave principal, donde se encuentra el presbiterio, y una lateral, probablemente más reciente, contando en el exterior con una maciza espadaña triangular de mampostería y con un pórtico de acceso sostenido por varias columnas. Semiabandonada -el pueblo carecía de los suficientes medios económicos para mantener el edificio en buen estado- y en un precario estado de conservación, su aspecto no podía ser más lamentable; e incluso había sido mucho peor cuando, hacia mediados del siglo XX, llegó a derrumbársele parte de la techumbre. Supongo que sería entonces cuando la iglesia quedó cerrada al culto, abriéndose tan sólo una vez al año para celebrar la festividad de los Santos Niños.

Iniciados los trámites para la restauración de la iglesia, el obispado de Astorga, diócesis a la que pertenece Villalverde, no mostró el menor interés en realizar la obra, al tiempo que pretendió en varias ocasiones comprarle al pueblo el retablo de Gaspar Becerra del que hablaré más adelante, algo a lo que los vecinos se negaron en redondo, como también rechazaron la posterior propuesta del Ministerio de Educación y Ciencia de hacerse cargo de la restauración a cambio de pasar el retablo a ser propiedad del estado, que quedaría en depósito en el templo. Finalmente, a principios de los años setenta se pudo conseguir del Ministerio una subvención de 150.000 pesetas con la que se abordaron las reparaciones más urgentes, que fueron realizadas por los propios vecinos del pueblo, aunque quedó por arreglar todo el interior.




Detalle del retablo de los Reyes Magos, ya restaurado
Fotografía de Pedro Carrillo Juan


Como acabo de comentar, la iglesia alberga un magnífico retablo procedente del antiguo monasterio cisterciense de Nogales, hoy en ruinas, ubicado en la cercana localidad de San Esteban de Nogales a unos 35 kilómetros de distancia ya en la provincia de León, el cual llegó a Villalverde tras las desamortizaciones del siglo XIX. El retablo, cuyo motivo principal es la adoración de los Reyes Magos, está atribuido al afamado escultor Gaspar Becerra (1520-1605), autor del retablo mayor de la catedral de Astorga, y en aquel momento se encontraba muy deteriorado. Las desavenencias entre los habitantes del pueblo, que no querían perder su patrimonio, y el obispado de Astorga, que seguía deseando sacarlo de allí -al parecer intentaron llevarlo a la exposición de Las Edades del Hombre del año 2000-, habían hecho que su necesaria restauración hubiera quedado postergada.




Vista general del retablo mayor
Fotografía de Pedro Carrillo Juan


Por fortuna, en los años transcurridos desde mi visita las cosas mejoraron mucho gracias al tesón de los lugareños. En una página de internet mantenida por Pedro Carrillo Juan, pude obtener datos interesantes que complementan el artículo que en su día escribiera. Así, la noticia más importante sin duda es la restauración en 2007 del retablo de Gaspar Becerra, realizada por técnicos de Patrimonio Nacional y sufragada en parte por los propios vecinos del pueblo, y más concretamente por la Asociación San Justo y Pastor, que aportaron unos 2.500 euros. Aunque esta cantidad fue tan sólo una pequeña parte del coste total, para un pueblo de tan reducida demografía se trata sin duda de un esfuerzo tan importante como encomiable.




Detalle del cuerpo central del retablo mayor
Fotografía de Pedro Carrillo Juan


No obstante la iglesia sigue necesitada todavía de importantes obras de restauración en lugares tales como el tejado y la escalera del campanario, el coro o parte de los muros; sería necesario también suprimir humedades, y convendría instalar una acometida eléctrica de la que en estos momentos carece. También se han descubierto en su interior restos de pinturas murales que sería interesante conservar. Y en ello están ahora los vecinos de Villalverde, solicitando ayuda a diferentes entidades tales como el ayuntamiento de Justel, del cual dependen administrativamente, o la Junta de Castilla y León. Esperemos que en un futuro próximo puedan alcanzar estos objetivos, como ya lo hicieran con el retablo.




Imagen de san Justo. Fotografía de Pedro Carrillo Juan


Pasemos a la iconografía. Una peculiaridad de la iglesia de Villalverde es el hecho de que en ella se conserva tan sólo la imagen de uno de los dos hermanos mártires, al que llaman san Justo, mientras san Pastor brilla por su ausencia. Cuando le comenté este hecho al alcalde éste me mostró su sorpresa, dado que ellos pensaban que se trataba de un único mártir en lugar de dos; de hecho, en el pueblo hablan de "San Justo y Pastor", así en singular pese a los dos nombres. Por supuesto, no hubo manera de saber qué ocurrió con la segunda imagen, probablemente desaparecida en algún momento del pasado. Curiosamente la imagen de san Justo, ataviada como suele ser habitual a la romana, no porta la tradicional palma del martirio, sino una espada, lo que la convierte hasta donde yo sé en un caso realmente único.




Otra vista de la imagen de san Justo. Fotografía de Pedro Carrillo Juan


Asimismo en el callejero de Villalverde figuran tanto la calle como la travesía de San Justo, curiosamente en el extremo del caserío opuesto al lugar donde se asienta la iglesia, junto con la avenida de Justel.




Fiestas de San Justo de 2005. Fotografía de Pedro Carrillo Juan


El 6 de agosto se celebran las fiestas patronales, obviamente en honor de los santos Justo y Pastor, con una misa solemne en la iglesia con diferentes actos y un baile nocturno en la plaza. Conforme se aprecia en las fotografías, estas celebraciones sirven para que lugareños y foráneos disfruten del rico folklore zamorano, con actuaciones de gaiteros y tamborileros y exhibición de los artísticos y vistosos trajes regionales.




Fiestas de San Justo de 2005. Fotografía de Pedro Carrillo Juan


Por último, deseo expresar mi agradecimiento a don Pedro Carrillo Juan, quien me ha proporcionado amablemente todas las fotografías que ilustran el artículo, así como gran parte de los datos que he utilizado para la redacción del mismo.




Ver también:
Los Santos Niños en España. Su culto en la provincia de Zamora
Los Santos Niños en España. Su culto en Cerezal de Aliste (Zamora)
Los Santos Niños en España. Su culto en Domez de Alba (Zamora)


Publicado el 16-9-2000, en el nº 1.682 de Puerta de Madrid
Actualizado el 20-5-2008