La parroquia de San Diego de Alcalá de Guadalajara
La iglesia de El
Atance antes de ser trasladada a Guadalajara
Fotografía tomada de
www.albanecar.es
Desde el año 2004 Guadalajara cuenta con una parroquia consagrada a San Diego de Alcalá. Está situada en el barrio de Aguas Vivas, también de reciente creación ya que sus primeras trazas datan de los años finales de la década de 1990, aunque su expansión tuyo lugar ya en el nuevo siglo. Está situado al norte de la ciudad al otro lado del barranco del Alamín, la tradicional barrera que frenó su expansión urbana durante siglos.
Se da la circunstancia poco común de que, pese a la juventud de la parroquia, el templo que la alberga es mucho más antiguo, ya que su construcción tuvo lugar en el siglo XVI en estilo gótico-renacentista. La aparente paradoja se explica por el hecho de que éste fue durante siglos la iglesia parroquial de El Atance, una pequeña población cercana a Sigüenza por entonces prácticamente deshabitada -los últimos datos estadísticos dan la cifra de dos habitantes en el año 2000-, que a principios del siglo XXI quedó anegada por las aguas del embalse homónimo, alimentado por las aguas del río Salado -un afluente del Henares- y de varios pequeños tributarios suyos.
Vista exterior de la
iglesia en su nueva ubicación en Guadalajara
Fotografía tomada
de
www.guadalajara.es
Por fortuna, y a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, la iglesia fue salvada desmontándose su fábrica piedra a piedra para posteriormente volver a ser montada en Aguas Vivas, lo que permitió su preservación. La reedificación en su nuevo asentamiento tuvo lugar entre octubre de 2001 y marzo de 2004, pasando a ser a partir de entonces la sede de la nueva parroquia.
Otra vista exterior de
la iglesia. Fotografía tomada de
www.guadalajaradiario.es
Aunque originalmente la parroquia de El Atance estuvo consagrada a Nuestra Señora de la Asunción, cambió su titularidad por la de San Diego de Alcalá por dos razones, tal como me explicó don Pedro Cañamares, su actual párroco. La primera, porque se trataba de una advocación muy frecuente en la provincia de Guadalajara, por lo que no tenía demasiado sentido repetirla. Y la segunda, y más importante, porque el patrón del pueblo era san Diego, cuya festividad se celebraba con toda la solemnidad que permitía lo exiguo de su demografía. Entre ambas opciones, se eligió la que a mí personalmente me parece más lógica.
Lápida
conmemorativa del traslado. Fotografía de
www.portalguada.com
tomada de
Flickr
En un interesante artículo publicado en el blog de Faustino Calderón Pueblos deshabitados, su autor nos explica que las fiestas patronales se iniciaban la víspera y duraban cuatro días, y que a ellas acudían vecinos de todos los pueblos cercanos. El 13 de noviembre, festividad del santo, tras la misa se celebraba una procesión con la imagen de san Diego por las calles de la población. Aunque no he logrado encontrar la fecha concreta cabe suponer que las fiestas desaparecerían bastante antes que el pueblo, ya que su despoblación fue notoria en las décadas previas a la construcción del embalse. En 1966 dejó de tener párroco residente, y en 1970 se suprimió el municipio pasando a depender administrativamente de Sigüenza.
Vista general del
retablo. Fotografía de Pedro Cañamares
Volvamos al presente. La iglesia actual, tal como se aprecia en las fotografías, presenta un magnífico aspecto tanto en su exterior como en si interior. Situada junto a una glorieta, en la confluencia de dos avenidas, se alza ligeramente sobre el nivel de la acera, apoyándose sobre un muro perimetral que la rodea. Adosada al muro se encuentra una placa, fechada en marzo de 2004, que conmemora el traslado con el siguiente texto:
MINISTERIO DE MEDIO
AMBIENTE
PARROQUIA DE SAN DIEGO DE ALCALÁ
La nueva parroquia
de San Diego de Alcalá procede del
traslado de la Iglesia Parroquial
de Nuestra Señora de la
Asunción de la villa de El
Atance. El templo, propio de la
arquitectura rural del final del
gótico, de valor histórico y
artístico, fue trasladado
a Guadalajara por el Ministerio de
Medio Ambiente para evitar que
desapareciera bajo las aguas
del embalse de El Atance.
Marzo
de 2004
Detalle del retablo.
Fotografía de Pedro Cañamares
Dado que el retablo original de la iglesia, una magnífica obra renacentista, había sido trasladado en la década de 1980 a la iglesia de Santa María la Mayor de San Gil de Molina de Aragón, fue preciso construir uno nuevo. Realizado en los talleres Artemartínez de la localidad alcarreña de Horche, fue bendecido el 1 de marzo de 2015. Con unas dimensiones de 7,80 metros de alto y 5,50 de ancho, responde a un estilo, que podría ser definido como neomanierista, que encaja bastante bien con la fábrica de la iglesia. Consta de tres cuerpos de los cuales el central, de mayor tamaño, está presidido por un crucifijo y rematado en el ático por un Dios Padre. En los cuerpos laterales se abren dos hornacinas con las imágenes de san Diego y una Inmaculada.
Imagen de san
Diego
La imagen de san Diego es la original, traída desde El Atance. Es una talla anónima del siglo XVIII de 110 centímetros de altura, y presenta la particularidad de que, en lugar de ostentar los atributos habituales, como la cruz o las flores del regazo, sostiene un rosario con las dos manos.
Ver también:
La presencia de san Diego en el panteón
de la Duquesa de Sevillano (Guadalajara)
Publicado el 30-6-2017