Aguilar de Campoo es una localidad de 7.200 habitantes situada al norte de la provincia de Palencia. Su nombre se debe a su pertenencia histórica a la antigua comarca del Campoo, hoy limitada a la vertiente norte de la cordillera Cantábrica y encuadrada administrativamente en la provincia de Cantabria. Aguilar, por el contrario, está al sur de ese macizo montañoso y está bañada por el río Pisuerga, uno de los principales afluentes del Duero.

Colegiata de Aguilar de Campoo. Retablo

Aguilar, tradicionalmente una de las principales sedes de la industria galletera española, cuenta además con un importante patrimonio artístico e histórico que agrupa a monumentos tales como la colegiata de San Miguel, la ermita de Santa Cecilia, los monasterios de Santa María la Real y Santa Clara, varios palacios, murallas medievales y varios puentes sobre el Pisuerga, lo que motivó que fuera declarada conjunto histórico artístico en 1966. A título de curiosidad cabe reseñar como personaje conocido nacido allí a José María Pérez González, más conocido por Peridis, afamado dibujante y asimismo un renombrado arquitecto restaurador responsable, entre otras intervenciones, de la rehabilitación del corral de comedias complutense.

La colegiata, el principal templo de la ciudad, es un imponente edificio de origen visigodo y posterior fábrica románica que ha llegado hasta nuestros días en forma de templo en el que confluyen, fruto de sucesivas reformas, los estilos gótico, renacentista y herreriano, con algún elemento románico como la portada. El ábside es gótico y la maciza torre herreriana de principios del siglo XVII. El interior cuenta con tres naves góticas y un retablo mayor renacentista de mediados del siglo XVI. Su patrimonio artístico se completa con capillas, sepulcros y diferentes cuadros e imágenes religiosas repartidas por la iglesia o en el museo parroquial.

Fue precisamente allí, en la colegiata, donde encontré la vinculación existente entre Aguilar de Campoo y los Santos Niños, algo que no es de extrañar dado que en la Montaña Palentina son numerosas las poblaciones -alrededor de una docena- que tienen, o tuvieron, por patronos a los mártires complutenses, o bien están vinculadas de una u otra forma a los mismos. Esto sin olvidar, claro está, que muy cerca de Aguilar, apenas a diez kilómetros de distancia, se encuentra la conocida iglesia rupestre de Olleros de Pisuerga, de la cual son titulares los santos Justo y Pastor.

Bustos de los Santos Niños de la colegiata de Aguilar de Campoo

Sin embargo, y al menos que yo sepa, hoy no se rinde en Aguilar culto a Santos Niños, aunque sí existe una representación iconográfica suya en forma de unos bustos que encontré en la sacristía de la colegiata durante una visita que realicé a la ciudad en el verano de 1991, concretamente colocados sobre una mesa flanqueando a un Niño Jesús. Cuando volví a Aguilar en el verano de 2015 los bustos habían desaparecido de allí, probablemente trasladados al museo parroquial; por desgracia el museo estaba cerrado y para visitarlo era necesario concertar una cita con al menos un día de antelación, lo que me impidió acceder a él al no poder compaginar estos horarios con mis vacaciones.

San Justo (izquierda) y san Pastor (derecha)

Y fue una lástima, porque las únicas fotografías de las que dispongo, unas antiguas diapositivas tomadas en 1991, no son de mucha calidad y, por las razones expuestas, muy a mi pesar no me fue posible repetirlas tal como yo deseaba. Y como también desconozco la historia de los mismos, es mucho todavía el trabajo a realizar en el futuro.

Bustos de los Santos Niños de la ermita de los Doctrinos, de Alcalá de Henares

Los bustos, como puede apreciarse en las fotografías, son muy parecidos a los de la ermita del Cristo de los Doctrinos de Alcalá, aunque no son idénticos, lo que hace pensar que tanto estos dos juegos, como un tercero existente en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, pudieran tener un mismo origen, ser copia los unos de los otros o bien estar todos ellos inspirados en un modelo común. En cuanto a su datación, guiándonos por la antigüedad de sus homólogos cabría fecharlos hacia el siglo XVII, es decir, la época barroca.

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Ver también: Los Santos Niños en España. Los bustos de Valladolid