Aunque todo el norte de España es, en general, una tierra pródiga en lugares vinculados al culto -pretérito o presente- a los Santos Niños, curiosamente Galicia no llega, ni con mucho, a los valores de las vecinas provincias de Asturias y León: treinta y dos entre las cuatro provincias, repartidos, a su vez, de la siguiente manera: seis en La Coruña, trece en Lugo, seis en Pontevedra y los siete restantes en Orense.

Ciertamente no es demasiado para una región tan extensa como la gallega si la comparamos con provincias vecinas como Asturias o León, pero tampoco se puede considerar poco. Y aunque he dedicado artículos a las cuatro provincias gallegas, en esta ocasión voy a centrarme tan sólo en uno de ellos, la pontevedresa villa de Cambados. Situada en la margen meridional de la ría de Arosa, junto a la desembocadura del río Umia, a mitad de camino de Villagarcía de Arosa y la turística isla de la Toja, Cambados es una villa de 6.700 habitantes cabecera de su municipio, dividido en cinco parroquias, perteneciente a la comarca del Salnés. Sus principales actividades económicas son la agricultura, la ganadería, la cría de ostras y la industria conservera, a las que se suma la capitalidad de la denominación de origen vinícola Rías Baixas, más conocida como vino albariño.

Pero lo más interesante para nosotros, sin duda alguna, es el hecho de que en Cambados se rinde culto a nuestros patronos, como pude descubrir, una vez más gracias a internet, y documentar gracias a la amabilidad de los responsables de la oficina de turismo de Cambados, los cuales me remitieron por correo electrónico y convencional buena parte de los datos que me han permitido redactar este artículo.

Interior de la ermita, con las imágenes de los Santos Niños a la izquierda
Fotografía tomada de la Wikipedia

A las afueras de Cambados, en una colina conocida históricamente con el nombre de castro de Santa Mariña y actualmente como Monte de la Pastora, no muy lejos de las ruinas de la iglesia de Santa Mariña de Dozo, declaradas Monumento Nacional, se alza una ermita, edificada en el último tercio del siglo XVI, por el notario Juan Fariña, la cual fue consagrada al Buen Pastor y a la Virgen de las Nieves, advocaciones que fueron trocadas en el siglo XVIII por la actual de la Virgen de la Pastora.

Sin embargo, no es la Virgen de la Pastora la única imagen que se custodia en la citada ermita, ya que ésta comparte el templo con sendas imágenes de los santos Justo y Pastor. Todos los años se celebra su festividad con una romería que asciende hasta la capilla portando las imágenes sendos racimos de uvas, en rogativa por una buena vendimia. Asimismo, según mis informantes, los asistentes cumplen con la tradición de comer sandía.

Imágenes de los Santos Niños veneradas en Cambados, con los racimos de uvas en las manos Derecha, fotografía tomada de La Voz de Galicia

Mis indagaciones no me han permitido conocer el origen de su culto en Cambados, pero es muy probable que éste se remonte hasta lo más remoto de la Edad Media, quizá incluso hasta la época visigoda, puesto que uno de los principales responsables de la expansión del mismo, san Fructuoso, no anduvo demasiado lejos de aquí en sus andanzas por la leonesa comarca del Bierzo allá por el siglo VII.

Poco más puedo añadir al respecto, salvo comentar brevemente las ilustraciones que acompañan a este artículo. La primera de ellas es una vista exterior de la ermita y la segunda muestra el interior, donde se aprecia que los Santos Niños no están en el presbiterio al corresponder la advocación de la ermita a la Divina Pastora, sino junto a la mesa del altar.

Las otras dos corresponden a las imágenes. La de la izquierda pertenece a una estampa fechada aproximadamente en los primeros años del siglo XXI, pudiendo verse que éstas son de factura moderna con un suave policromado. La de la derecha es más reciente, de 2016, y corresponde a la ampliación de una fotografía publicada en el diario La Voz de Galicia. Lamentablemente no se aprecian como yo hubiera deseado, pero sí lo suficiente para comprobar que habían sido policromadas de una manera más tradicional.

Y eso es todo, no por falta de ganas sino de datos. Tan sólo me queda invitarles, si ustedes pasan por las Rías Bajas y así lo desean, a visitar Cambados y la ermita de la Pastora, tal como hice yo en el verano de 2004. Lamentablemente la ermita estaba cerrada y no pude visitar su interior, aunque sí pude disfrutar de las magníficas vistas de la ría que se vislumbran desde tan privilegiado mirador, un aliciente más para viajar hasta esta agradable población de las Rías Bajas.

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Ver también
La presencia de los Santos Niños en Galicia (III). La provincia de Pontevedra