Tras los artículos dedicados a las provincias de Lérida y Gerona le llega ahora el turno a la de Barcelona, de la que tengo reseñadas un total de ocho referencias; una cantidad sensiblemente inferior a las 19 de Lérida y ligeramente superior a las 6 de Gerona, aunque cuenta con el principal foco histórico de veneración a los Santos Niños en Cataluña -la ciudad de Barcelona- y uno de los principales de España. A él se une la también importante localidad de Sant Just Desvern, siendo el resto de menor relevancia.

Serrateix

Capilla de Sant Just de Serrateix. Fotografía tomada de Google Maps

Serrateix es una pequeña población de 86 habitantes perteneciente al municipio de Viver i Serrateix, encuadrado en la comarca de Berguedá, limítrofe con las provincias de Lérida y Gerona y a mitad de camino entre las regiones pirenaicas y la depresión central catalana. Pese a su reducida demografía cuenta con notables edificios religiosos, el monasterio benedictino de Santa María, fundado en el siglo X, y la iglesia de San Pedro, cuyos orígenes se remontan al siglo IX.

No obstante no es esto lo que nos interesa sino la masía de Sant Just, una de las que jalonan el término de Serrateix según la tradicional distribución de la población rural catalana. Esta masía, situada tres kilómetros al sur de Serrateix cuenta, además del topónimo, con una capilla privada consagrada a los santos Justo y Pastor.

Según la versión catalana de la Wikipedia las referencias históricas a la masía se remontan al siglo XIV haciéndola depender del cercano monasterio de Santa María de Serrateix, aunque el edificio actual data de los siglos XVII y XVIII. La capilla, por su parte, es del siglo XVII salvo la sacristía, construida a principios del XIX, aunque como era de esperar fue levantada sobre los cimientos de un templo anterior.

En cualquier caso su vinculación con los Santos Niños ha de ser mucho más antigua, dado que como he comentado en más de una ocasión el culto a los mártires complutenses experimentó una gran expansión tanto en la época visigoda como en los primeros siglos de la Reconquista, frenándose a raíz de la sustitución de la liturgia mozárabe por la romana en los reinos peninsulares en la segunda mitad del siglo XI, por lo que probablemente su implantación en Serrateix sea anterior a ésta. Se plantea también la duda de si la dependencia de la masía del monasterio de Santa María pudiera corresponderse con un culto a los Santos Niños en este cenobio, cuestión que habría que investigar y de la que carezco de datos.

Imágenes de los Santos Niños. Fotografía tomada de coneixercatalunya.blogspot.com

La ermita, volviendo a la descripción de la Wikipedia, tiene la fachada principal orientada al sur, y en ella se abre una puerta adintelada junto a la cual se construyó la sacristía. Es de reducidas dimensiones -unos 15 metros de longitud por apenas 6 de anchura-, es de una sola nave, la cabecera está cubierta por una bóveda apuntada y cuenta con un pequeño coro alto iluminado por un óculo.

La cabecera, cerrada por un testero plano, carece de retablo aunque cuenta con las imágenes de los santos titulares.

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Vic

Portada de la iglesia de Sant Just de Vic. Fotografía tomada de la Wikipedia

Vic es una ciudad de 47.000 habitantes cabecera de su obispado y capital de la comarca de Osona. Cuenta también con un notable patrimonio artístico encabezado por la catedral decorada con frescos de José María Sert y, en el plano gastronómico, es famosa por sus embutidos.

En lo que respecta a los Santos Niños, nos encontramos con un problema similar al que surgió en la Seo de Urgel: aunque existen referencias a san Justo -suele ser habitual que su hermano quede en segundo plano-, no es posible discernir con certeza que correspondan al mártir complutense o a un homónimo suyo, san Justo de Vic, aunque tampoco se puede descartar la existencia de un vínculo con nuestros patronos.

Aunque existe una iglesia de Sant Just, ésta está consagrada al santo local homónimo, del que apenas se conoce nada y cuya tradición es estrictamente local. De hecho lo único que se conoce de él está basado en un santoral catalán de 1602 donde consta como santo venerado en la catedral de Vic, donde habría sido enterrando, habiéndose basado en un breviario del siglo XII en el que éste es citado como santo sin oficio propio. De haber existido realmente -según algunas fuentes orales se trataría en realidad de san Justo de Urgel, al que hacen natural de Vic- habría vivido entre los siglos V y VII y, en contradicción con lo afirmado por éstas, no sería eclesiástico sino laico, habiendo sido proclamado santo por su vida ejemplar y por los milagros que obró después de muerto.

La iglesia está situada en el centro de la ciudad, en la calle de Sant Just que toma de ella el nombre. Fue erigida en el siglo XVI en estilo gótico sobre el solar donde la tradición indicaba que había estado ubicada su vivienda, pasando a ser tiempo después propiedad de los jesuitas, que fundaron un colegio y la adaptaron como capilla reformándola en estilo barroco. Su retablo principal cuenta con una imagen de san Justo de Vic y, según indica la entrada de la versión catalana de la Wikipedia, aunque en su día éste fue patrono de la ciudad y era invocado contra las inundaciones y los terremotos, el declive de su devoción a partir del siglo XVII hizo que en 1867 se suprimiera su patronazgo dejando de celebrarse su fiesta.

En cualquier caso, y con independencia de que ni siquiera esté clara la existencia real de este santo -lo más probable es que se trate de un desdoblamiento de San Justo de Urgel-, dado que no se trata del Justo complutense hemos de descartar tanto la la iglesia como la calle para nuestro estudio.

Pero no acaba aquí todo. Según una nota que tengo reseñada de la que lamentablemente no conservé en su día su referencia bibliográfica, en una capilla del seminario viejo -es decir, en la iglesia de Sant Just- habrían existido unas imágenes de los Santos Niños. Casualidad o no el seminario viejo ocupó entre 1770 y 1947 el antiguo colegio de los jesuitas, expulsados de España tres años antes, el cual como he comentado se encontraba anejo a la iglesia de Sant Just. Y si bien no puedo corroborar el dato de las imágenes tampoco resulta posible descartarlo, a la espera de poder encontrar nuevos datos en un sentido o en el contrario.

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Pineda de Mar

Iglesia de Santa María de Pineda de Mar. Fotografía tomada de la Wikipedia

Pineda de Mar, o simplemente Pineda, es una población de 28.000 habitantes perteneciente a la comarca del Maresme convertida en un importante núcleo turístico. Su principal monumento es la iglesia parroquial de Santa María, originalmente construida en estilo románico y consagrada en 1079. Destruida por los piratas berberiscos en el siglo XVI, fue reedificada y ampliada a principios del XVIII. Incendiada en 1822 y en 1936, a partir de 1939 fue restaurada.

La vinculación de Pineda con los Santos Niños data precisamente de la fecha de consagración de la iglesia, ya que en el documento fundacional se indica que sus cinco altares estaban dedicados a santa María, san Jaime, san Juan, san Martín y san Justo. Obviamente este último altar ya no existe, sin que se pueda determinar el momento de su desaparición. En cuanto a la duda sobre si este san Justo pudiera ser o no el complutense, dada la distancia que separa a Pineda de Vic y todavía más, de la Seo de Urgel, cuyos respectivos santos homónimos no pasaron de tener una veneración local, y su relativa cercanía -56 kilómetros- a Barcelona, cabe suponer como probable que el altar estuviera consagrado a los Santos Niños.

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Tarrasa

Plano del conjunto de las tres iglesias románicas en negro y las edificaciones
paleocristanas en rojo. La capilla de San Justo y Pastor era el edificio aislado con
el número 6, arriba a la derecha. Fotografía de Pedro Manuel García Carvajal

Tarrasa es una ciudad de 224.000 habitantes, situada a 30 kilónetros al noreste de Barcelona, que comparte con la vecina Sabadell la capitalidad de la comarca del Vallés Occidental. A su relevancia actual se suma una gran importancia histórica que hunde sus raíces en la época ibérica y en la ciudad romana de Egara. Hacia mediados del siglo IV se construyó un complejo religioso para albergar la sede del recién creado obispado egarense, que perduró hasta la invasión musulmana del siglo VIII. Aunque Egara volvió a manos cristianas apenas un siglo después el obispado no sería restaurado hasta una fecha tan reciente como 2004.

Los edificios paleocristianos originales acabarían siendo sustituidos por las tres iglesias románicas que han llegado hasta nuestros días, San Pedro, San Miguel y Santa María, esta última alzada sobre los cimientos de la antigua catedral, aunque las excavaciones arquelógicas han permitido estudiar la estructura primitiva.

Fotografía aérea de Google Maps. El círculo rojo indica la ubicación aproximada de la capilla

Y es ahí donde surge su vículo con los Santos Niños. Pedro Manuel García Carvajal me mandó una fotografía del panel que explicaba la distribución de la antigua catedral paleocristiana, en cuya cercanía se alzaba una capilla dedicada a los mártires complutenses. Reproduzco el texto explicativo y la planta primitiva de las edificaciones:

Catedral de tres naves con columnas, pavimentada con opus signinum -fragmentos de piedra mezclados con argamasa y apisonados- con ábside cuadrado al exterior y el interior decorado con pintura mural. Transepto y naves con enterramientos. Contracoro con tumba devocional centrada. A los pies del edificio se encontraba el baptisterio, con piscina central donde se celebraba la ceremonia del bautismo por inmersión, con desagüe a un pozo y un lavatorio. Al norte, un recinto funerario para los no bautizados y los niños fallecidos sin uso de razón. Al sur, zona residencial, patios de galería cubierta y una capilla bajo la advocación de los santos Justo y Pastor.

En la actualidad no queda nada de la antigua capilla salvo algunos vestigios arqueológicos, pero he encontrado alguna información sobre ella. Como se puede apreciar en el plano era una edificación exenta de pequeño tamaño; su uso estaba reservado al obispo y está documentada en el siglo X, bastante después de la reconquista cristiana y de la desaparición del obispado. La construcción del conjunto románico entre los siglos XI y XII supuso una remodelación de toda la zona, cabiendo suponer que la capilla desapareciera entonces si no lo había hecho ya con anterioridad.

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Sant Llorenç d’Hortons

Sant Llorenç d’Hortons es un municipio de unos 2.500 habitantes perteneciente a la comarca del Alto Panadés. La cabecera municipal, del mismo nombre, aglutina a la mayor parte de la población y su iglesia parroquial está consagrada, como cabía esperar, a san Lorenzo. Ni en éste, ni en los siete restantes núcleos de población encontramos ningún Sant Just, pero sí en el término municipal donde existe un monte Santjust -con esta grafía- de 282 metros de altitud.

El topónimo aparece también, ya con las dos palabras separadas, en la urbanización Sant Just, el parque infantil Cal Sant Just, la fuente de Sant Just y la calle de Cal Sant Just Vell, todos ellos ubicados en la misma zona al suroreste del casco urbano. Cal es la contracción de ca -casa- y el, y vell significa viejo. Así pues la traducción de Cal Sant Just sería Casa de San Justo, lo cual unido al nombre del monte induce a suponer la existencia de un antiguo topónimo procedente quizá de un despoblado; pero nada puedo concretar al respecto.

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Santa Coloma de Gramanet

Escuela Sant Just de Santa Coloma de Gramanet. Fotografía tomada de agora.xtec.cat/ceipsantjust/

Santa Coloma de Gramanet es un municipio de 120.000 habitantes perteneciente al área metropolitana de Barcelona, de la que le separa el curso del río Besós. En su callejero existen la calle y la contigua plaza de Sant Just, que según las fotografías de Google Maps no presentan nada reseñable aparte del nombre.

En la calle está ubicada la pensión San Justo y también existe la Escuela Sant Just, un centro de educación infantil y primaria que en la actualidad no se encuentra en la calle homónima sino en la vecina de Sant Carles, debiendo su nombre a su anterior ubicación en la plaza homónima, hoy ajardinada. Desconozco la razón por la que san Justo figura en el callejero de Santa Coloma, ya que no he encontrado ninguna vinculación histórica o religiosa entre ella y los patronos alcalaínos.

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Barcelona

Fachada de la parroquia de los Santos Niños de Barcelona

La importancia de Barcelona en el culto a los Santos Niños es, como he comentado anteriormente, fundamental no sólo en Cataluña sino también en el resto de España. Además de la parroquia, uno de los templos más antiguos de la ciudad y catedral católica temporal durante el período arriano del reino visigodo, su huella se encuentra en el Museo Marés, en la Sagrada Familia y probablemente -me encuentro a la espera de su confirmación- en la iglesia de San Severo, aparte claro está del callejero.

Puesto que he dedicado varios artículos¹ a Barcelona, les remito a ellos para una mayor información.

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Sant Just Desvern

Fachada principal de la iglesia de los Santos Niños de Sant Just Desvern

Junto con Barcelona, Sant Just Desvern es otro de los principales focos de culto a los Santos Niños en Cataluña. Sant Just Desvern, que ya en el propio nombre muestra su vínculo con los mártires complutenses, es una ciudad de 20.000 habitantes de la comarca del Bajo Llobregat integrada en el área metropolitana de Barcelona, de cuyo centro la separan poco más de diez kilómetros.

La toponimia de Sant Just no se limita a la propia ciudad, ya que nos encontramos con una rambla de Sant Just y una plaza de Sant Pastor, ambas separadas unos 700 metros a lo largo de buena parte de la calle Mayor, rompiéndose así la costumbre habitual de “olvidarse” del segundo hermano. También existe una riera -arroyo- con el nombre de Sant Just que atraviesa su término municipal, aunque lo cambia por el de riera Pahissa al entrar en el término de Sant Felíu de Llobregat.

Al igual que en el caso de Barcelona, existe un artículo² dedicado a Sant Just Desvern al cual remito a los interesados en profundizar en el tema.

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Sant Joan Despi

Esta población de 34.000 habitantes pertenece también a la comarca del Bajo Llobregat y es vecina de Sant Just Desvern, de la que dista apenas 3 kilómetros. Su vinculación con los Santos Niños es tangencial, puesto que se limita a una calle bautizada con el nombre de Sant Just Desvern.

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