Justo José de Urquiza, tal como comenté en el artículo dedicado al culto a los Santos Niños en la ciudad de Colón, no sólo fue un prócer argentino que llegó a ostentar la presidencia de su país, sino también un devoto de los mártires complutenses. Suya fue la iniciativa de dedicar la iglesia principal de esta ciudad a los santos Justo y Pastor, como de su viuda, fue también la fundación de Villa de San Justo, perteneciente a la provincia de Entre Ríos al igual que Colón. Asimismo, no sería de extrañar -aunque no lo he podido confirmar- que el resto de los topónimos existentes en esta provincia, la Colonia de San Justo y el arroyo de San Justo, tuvieran también que ver con Urquiza.

Hasta aquí todos estos eran datos conocidos para mí, pero recientemente mi esposa localizó en Internet una localidad, también en Entre Ríos, que yo no conocía y que también está vinculada a los Santos Niños y a Urquiza. Se trata de Gualeguaychú, una ciudad de casi cien mil habitantes situada al sur de la provincia que debe su enrevesado nombre, procedente de la lengua guaraní, del río que la baña, un afluente del río Uruguay. Gualeguaychú es la tercera ciudad, en orden de población, de la provincia después de Paraná, la capital, y de Concordia, y muy por delante de Colón.

Según la Wikipedia Gualeguaychú fue fundada oficialmente en 1783, con el nombre de San José de Gualeguaychú, por Tomás de Rocamora, un militar que, siguiendo las instrucciones de sus superiores, asentó a los colonos existentes en la zona en varias poblaciones de nueva plantas, entre ellas la que nos ocupa. Tras la independencia argentina Gualeguaychú fue asentándose y creciendo, ni sin sobresaltos a causa de los conflictos bélicos que arrasaron la zona, hasta que en 1851 fue elevada a categoría de ciudad por Justo José de Urquiza.

Es justo en esta época donde arranca la citada vinculación con los mártires complutenses, aunque es preciso advertir que ni son, ni nunca fueron, los patronos de la ciudad, siendo éstos san José, titular de la catedral, y la Virgen del Rosario. La información la he obtenido del libro Pastores según el corazón de Dios. El ministerio sacerdotal en la Parroquia de San José de Gualeguaychú (1766-1905), una historia eclesiástica de Gualeguaychú escrita por el sacerdote Mauricio Landra y publicada en la Gualepedia, una página web dedicada a la ciudad. En el capítulo 18, dedicado a los cementerios de Gualeguaychú, leemos que en 1848 se bendijo el nuevo cementerio de la localidad, que había sido construido extramuros a expensas del entonces gobernador de Entre Ríos, el ya citado Justo José de Urquiza. Una vez concluido éste se inició la construcción de la capilla aneja, la cual fue consagrada a instancias de su benefactor a los santos Justo y Pastor. Su bendición tuvo lugar el 29 de noviembre de 1850 en el transcurso de una solemne ceremonia religiosa. Así describía el acto una crónica contemporánea del mismo:

Terminada la ceremonia religiosa se abrieron las puertas de la nueva capilla, que lucía brillante iluminación. El altar de mármol, con gradas vestidas de punzó y guarnecidas de dorado; en la cúspide presentaba una especia de resplandor, de una composición sobresaliente, en la que elevaba la imagen del patriarca San José, patrono de la buena muerte, estando colocados en su centro los santos tutelares de la capilla, Justo y Pastor. Un manto punzó con estrellas plateadas descendiendo del presbiterio, con graciosas ondas salpicadas por estrellas de oro. Los cuatro arcos que sostenían la cúpula, con cortinajes blancos con campo estrellado, lo mismo que sus ondas color rosa, matizadas con estrellas en todo su semicírculo, y un florón formado desde la eminencia una preciosa estrella de plata, circundadas de otras de oro, bajando caprichosas fajas blanco y punzó, que completaban su combinación.

Sin embargo, la vida de este cementerio no fue demasiado larga, ya que en 1875 se decidió la construcción de un nuevo cementerio, el tercero, el cual fue bendecido dos años más tarde. La capilla del nuevo camposanto se bendijo en 1889, bajo la advocación de la Virgen del Carmen.

¿Qué pasó con la antigua capilla de los Santos Niños? El padre Landra indica en una nota que en su solar se alza ahora el Hospital Centenario, construido en 1910, y que las imágenes de los Santos Niños, que habían sido donadas por el propio Urquiza, se conservan desde 1956 en el Instituto Magnasco, una institución cultural fundada en 1889 que cuenta con importantes colecciones bibliográficas, documentales y museísticas.

Gracias a la fotografía publicada en la Gualepedia, la misma que reproduzco aquí, podemos apreciar estas imágenes, lo único que se conserva de la vinculación de la ciudad a los Santos Niños tras la desaparición de su capilla. Como puede apreciarse, pese a ser de mediados del siglo XIX presentan un aspecto muy alejado de las estéticas artísticas de su época, pudiéndoselas considerar de estilo popular y confección un tanto tosca. Su estado de conservación, por lo que se puede ver, tampoco es demasiado bueno, con gran deterioro de su policromía. Lamentablemente su resolución no es buena, y tampoco es posible leer el letrero que aparece a sus pies.

---

Ver también:
Los Santos Niños en Argentina. Su culto en San Justo de la Matanza
Los Santos Niños en Argentina. Su culto en Colón (Entre Ríos)
Los Santos Niños en Argentina. Su presencia en otros lugares