Los Santos Niños en España
Su culto
en La Riera de Covadonga (Asturias)
Vista exterior de la
parroquia de La Riera de Covadonga
En el verano de 1996, aprovechando unas vacaciones en Asturias, tuve ocasión de visitar varias localidades de cuyas parroquias eran titulares los Santos Niños, fruto de lo cual fue un artículo publicado algunos meses más tarde. Aunque en este artículo hablaba de todos los lugares que había visitado, incluyendo a La Riera de Covadonga, los hechos recientes que relato a continuación han recomendado dedicar a esta última un nuevo artículo por separado.
La Riera de Covadonga es una pequeña población de tan sólo 51 habitantes censados, según los datos del INE correspondientes a 2023, perteneciente al municipio -o concejo, según la terminología asturiana- de Cangas de Onís, ciudad famosa por su raigambre histórica -fue la primera capital del incipiente reino asturiano fundado por Don Pelayo- y por asentarse en su término municipal el no menos célebre santuario de Covadonga. Ubicada en un entorno de alto valor paisajístico, junto al Parque Nacional de los Picos de Europa y a tan sólo cuatro kilómetros de la basílica de Covadonga, está atravesada por la carretera que une a la basílica con Cangas, por lo que forzosamente han de atravesarla todos los visitantes de la misma así como todos aquellos que deseen ascender hasta los renombrados lagos de Covadonga.
Su vinculación con los Santos Niños es antigua, con toda probabilidad altomedieval, y a mediados del siglo XIX el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz decía de ella lo siguiente:
RIERA DE COVADONGA (San Justo y Pastor): feligresía de la provincia de Oviedo (12 leguas), partido judicial y ayuntamiento de Cangas de Onís (1). Situada en un ameno vallea las inmediaciones del río Deva, o Diva, afluente del Sella; reinan todos los vientos; el clima es saludable. Tiene 107 casas en los lugares de Cambaroso, Covadonga, Llanas y Llerices. La iglesia parroquial (San Justo y Pastor) se halla servida por un cura de primer ascenso y patronato real. Hay además dos ermitas de propiedad particular. En esta feligresía existe el famoso santuario y colegiata de Covadonga. Confina el término con los de Abamia y Cangas de Onís. El terreno participa de monte y llano, y es de buena calidad; además del mencionado río le bañan los riachuelos de la Gusana y algunos otros que bajan de las alturas inmediatas y confluyen en el primero. Producción: trigo, maíz, patatas, castañas, avellanas, habas, peras, manzanas, mucho arbolado de varias clases y excelentes pastos; se cría ganado vacuno, de cerda, lanar y cabrío; caza y alguna pesca. Industria: la agricultura, molinos harineros y telares de lienzos ordinarios. Población: 107 vecinos, 541 almas.
Aunque la modestia de su caserío le hace pasar desapercibida frente a la vecina basílica, su pequeña parroquia no carece de interés pese a su sencillez. Arropada por las escasas viviendas que forman el pueblo y a la sombra de un imponente tejo centenario, es un pequeño edificio sin estilo arquitectónico definido (lo que los expertos denominan estilo popular) cuyos únicos elementos destacables en el exterior son la espadaña de piedra y un sencillo pórtico lateral que le sirve de acceso. Su interior, de una única nave, no es tampoco llamativo. Ésta está dividida en dos por un arco toral, lo que parece indicar la existencia de una ampliación en época indeterminada. Durante la Guerra Civil, al igual que ocurriera en otros muchos templos asturianos, fue completamente expoliada perdiéndose los retablos y las imágenes, entre ellas las de los titulares, por lo que su testero (la pared frontal en la que se apoya el retablo) se muestra ahora sin más adorno que unas pequeñas peanas que sustentan las imágenes.
Procesión en la
década de 1930, con las imágenes desaparecidas en
1936
Fotografía cedida por Javier Remis Fernández
Según el artículo Las capillas de San Antonio en el concejo de Cangas de Onís, publicado en la página web de la Sociedad Perriniana de Corao, el autor de las tallas de los Santos Niños fue Francisco de Mata Vigil, vecino de Pola de Siero, datando de mediados del siglo XVIII. Tal como se aprecia en la fotografía eran de pequeño tamaño, ostentaban los atributos habituales -vestimenta romana, palmas de martirio y probablemente tablillas o libros escolares- y mostraban la típica expresividad del barroco tardío.
Interior de la parroquia
y testero del altar mayor en 1996
Las imágenes actuales de los Santos Niños son similares a las de otras muchas iglesias que, a lo largo de la geografía española, hubieron de ser repuestas en la posguerra, de serie y con toda probabilidad procedentes de los talleres de Olot. Cuando yo visité La Riera, hace casi 30 años, tan sólo había un crucifijo en la parte central, flanqueado por los Santos Niños y una pequeña imagen de la Virgen de Covadonga. Según he podido comprobar en fotografías recientes la distribución ha variado un poco, ya que ahora son los Santos Niños los que ocupan el lugar central, en vez del crucifijo, sobre un nuevo sagrario, y también ha cambiado la mesa del altar, pero por lo demás el aspecto interior del templo es muy similar al de entonces.
Imágenes actuales
de los Santos Niños
Puesto que no he tenido ocasión de volver por allí carecía de noticias al respecto, hasta que hace algunos meses el párroco actual, don José Luis Sánchez Díaz, se puso en contacto conmigo dado que estaba interesado en recabar información sobre los Santos Niños y sobre su padre san Vidal. Le ayudé lo mejor que pude -poco es lo que le pude decir de san Vidal- y él a su vez me proporcionó unos datos interesantes sobre el culto a los mártires complutenses en Asturias.
Izquierda, relicario de los
Santos Niños. Fotografía de Ramón Díaz |
Según me dijo tenía la intención de potenciarlo en la parroquia, incluyendo la adquisición de una imagen de san Vidal, y vaya si lo consiguió... gracias a una nueva llamada suya supe que gracias a la mediación del arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, que anteriormente había sido obispo de Huesca, habían conseguido la cesión de unas pequeñas reliquias de los dos hermanos procedentes de las que se custodian en el templo oscense de San Pedro el Viejo. Iniciadas las gestiones durante el verano de 2013, éstas recibieron el visto bueno del obispo de Huesca, monseñor Julián Ruiz Martorell, procediéndose a la extracción de las mismas conforme a la normativa establecida por la Iglesia Católica para garantizar su autenticidad, con la intervención de un médico forense y la redacción de un certificado por parte del obispo.
Un momento de la misa
concelebrada
Fotografía de Ramón Díaz
Las reliquias llegaron a La Riera el 29 de mayo de 2014, siendo recibidas con toda solemnidad en el pueblo durante una misa presidida por el arzobispo de Oviedo y concelebrada por éste, por José Luis Sánchez Díaz y por varios párrocos de la zona, contando también con la asistencia del alcalde de Cangas, municipio al que pertenece La Riera. Tal como se puede apreciar en la fotografía son dos pequeños fragmentos óseos, cada uno procedente de uno de los cuerpos, enmarcados en un relicario dorado con forma de custodia y que, a partir de ahora, se convierten en uno de los principales tesoros de la localidad.
La parroquia durante la
misa concelebrada
Fotograma tomado de un vídeo del canal
autonómico RTPA
Poco más es lo que me queda por añadir, salvo felicitar a don José Luis Sánchez Díaz por su tesón y a los vecinos de La Riera por haber visto cumplidos sus deseos. Aparte, claro está, de recomendarles que, si visitan Cangas de Onís o Covadonga, no dejan de hacer una parada en La Riera.
Ver también: La presencia de los Santos Niños en Asturias (I a IV)
Publicado el 5-6-2014
Actualizado el 5-6-2024