Aunque por lo general en todas las provincias del norte de España suele ser bastante habitual encontrarnos con el rastro de nuestros patronos, bien sea por la pervivencia de su culto desde la Alta Edad Media, bien por topónimos o referencias históricas, entre todas ellas la que se lleva la palma con diferencia es la de León. De hecho, según tengo contabilizado en mi estudio sobre la difusión del culto a los Santos Niños¹, de algo más de cuatrocientas referencias en toda España cerca de sesenta corresponden a León, lo que supone la nada desdeñable cifra de casi un quince por cien del total, muy por encima de otras provincias vecinas como Asturias, Burgos o incluso la totalidad de Galicia.

Ya he comentado en otros artículos las razones que justifican esta abundancia, fácil de explicar si tenemos en cuenta que fue precisamente aquí, y más concretamente en la comarca del Bierzo, a caballo entre el páramo leonés al este, las tierras asturianas al norte, las gallegas al oeste y la comarca zamorana de Sanabria al sur, donde san Fructuoso comenzó, en época tan temprana como el siglo VII, a promover el culto a los mártires complutenses. Más adelante, ya en plena Edad Media, algunos importantes monasterios de la zona, como el de Ardón, contribuirían asimismo a esta labor. Y no olvidemos tampoco que en la zona de Astorga, tanto en la propia ciudad como en la cercana localidad de San Justo de la Vega, aún hoy se los sigue venerando.

Puerta de la parroquia. Fotografía de Juan de la Plaza

De todos modos, y debido precisamente a esta abundancia, hasta el momento no me ha sido posible realizar un estudio conjunto que abarque la totalidad de la provincia, viéndome limitado hacerlo tan sólo sobre algunos lugares concretos. Así pues, y gracias a la inestimable ayuda de mi buen amigo Juan de la Plaza, que me proporcionó las fotografías que ilustran el presente artículo a la par que recabó datos in situ, me ha sido posible dar a conocer el caso de San Justo de las Regueras, una pequeña aldea situada a unos 16 kilómetros al sur de León, cerca de la desembocadura del río Porma en el Esla. Su caserío es tan mínimo que ni tan siquiera suele aparecer en los mapas de carreteras, y al no ser cabecera de municipio (pertenece al de la cercana Villaturiel) tampoco he podido encontrar datos actuales sobre su población, aunque en la década de los cincuenta del pasado siglo XX ésta se reducía a la exigua cifra de unos sesenta habitantes, mientras en la actualidad apenas rebasa los veinte.

Así pues, no son muchos los datos de los que dispongo sobre San Justo de las Regueras, aunque para empezar su propio nombre (los lugareños también lo conocen como Santiuste) dice ya bastante. El diccionario de Pascual Madoz, publicado como es sabido a mediados del siglo XIX, afirma que los titulares de la parroquia son los santos Justo y Pastor, pero lo cierto es que en la actualidad la patrona del pueblo y titular de la parroquia es santa Lucía, cuya festividad se celebra el día 13 de diciembre. No obstante, y como veremos más adelante, los Santos Niños no están en modo alguno ausentes.

Artesonado de la parroquia. Fotografía de Juan de la Plaza

Algunos autores lo llaman también San Justo de la Sobarriba, al parecer debido a una antigua hermandad, o mancomunidad, de varios pueblos de la zona. El origen del topónimo San Justo parece provenir de un antiguo monasterio edificado sobre el solar del actual caserío en fecha anterior al siglo X, ya que se sabe por un documento medieval que en el año 929 fue donado, con todos sus bienes y haciendas, a la abadía benedictina de la cercana Sahagún, uno de los más importantes cenobios de toda la zona cuya área de influencia llegó a abarcar no sólo el territorio de la actual provincia de León, sino también los de varias provincias limítrofes.

Como puede apreciarse en las fotografías, la iglesia es de pequeño tamaño y modesta apariencia. Los únicos datos que poseo sobre ella son los de la escueta ficha de la antigua base de datos del PIC, que transcribo aquí:

Imágenes de los santos Justoy Pastor. Fotografías de Juan de la Plaza

Pese a haber perdido el patronazgo a expensas de santa Lucía, en la parroquia se conservan sendas imágenes de los Santos Niños, tal como puede apreciarse en las fotografías. Aunque no dispongo de una panorámica completa del interior del templo, todo parece indicar que la disposición del presbiterio debe de ser muy sencilla, con paredes encaladas y las imágenes de los Santos Niños, una a cada lado, flanqueadas respectivamente por una Virgen y santa Lucía, todas ellas sobre sencillas peanas de ladrillo. No resulta fácil datarlas dado su estilo popular, aunque no parecen ser recientes y responden a la iconografía clásica, es decir, vestidos más o menos a la romana. Curiosamente una de ellas conserva el nimbo, o aureola, en torno a la cabeza, mientras la otra ha perdido.

Y eso es todo, a la espera de que en un futuro pueda ampliar más estos datos.

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¹ Los Santos Niños. Diecisiete siglos de historia
Ver también: Los Santos Niños en España. Su culto en Astorga y San Justo de la Vega (León)