Con este forzado nombre, al menos en lo que respecta a las reglas ortográficas españolas, ha sido bautizado un proyecto de la ESA, incluido dentro de la iniciativa bautizada como Clean Space -Espacio limpio-.

Ideado para limpiar las órbitas más usadas por los satélites artificiales, en especial las comprendidas entre los 800 y los 1.000 kilómetros de altura, de la basura espacial acumulada en ellas, consistiría en lanzar al espacio el satélite basurero e.DeOrbit, el cual procedería a capturar satélites en desuso, mediante una red o un arpón. Una vez capturados, serían lanzados bien a una órbita cementerio donde no crearan problemas, bien a la atmósfera terrestre, donde se incinerarían.

Aunque el proyecto está todavía en fase de estudio, se calcula que podría estar operativo hacia 2021.