Prototipo de cohete desarrollado por un grupo de aficionados daneses denominado Copenhagen Suborbitals. Construido de forma artesanal tenía 8 metros de longitud, y sobre él iba adosada la cápsula cilíndrica Tycho Brahe, en cuya proa se alojaría, tumbado como si fuera un ataúd, su único tripulante, que dispondría de una ventana transparente en el morro del artilugio para poder contemplar el paisaje.

Diseñado para realizar vuelos suborbitales, una prueba de motores realizada el 4 de septiembre de 2010 se saldó con un fracaso. Algunos meses después, el 3 de junio de 2011, realizaría su primer y único vuelo de prueba, con un maniquí como pasajero; aunque el Heat-1X despegó correctamente desde una plataforma marina situada en aguas del Báltico, cuando estaba a tan sólo 2,8 kilómetros de altura se desvió de su trayectoria prevista, impactando sobre el mar al no abrirse el paracaídas de frenado.

En la actualidad existen serias dudas sobre la continuidad de este curioso proyecto espacial.