Avión cohete desarrollado por la compañía privada XCOR Aerospace para explotar el negocio del turismo espacial. Bautizado con el nombre latino del lince, se concibió como un pequeño vehículo, de tamaño similar al de una avioneta, provisto de unos potentes motores capaces de elevarlo hasta los 61 kilómetros de altura en poco más de cuatro minutos, realizando un vuelo suborbital con una duración total de media hora, incluyendo cuatro minutos de ingravidez.

En comparación con el SpaceShipTwo, su potencial competidor, el Lynx contaba con un techo de altura inferior -61 kilómetros frente a los 110 de éste- y una capacidad muy limitada, de tan sólo el piloto y un único pasajero, a diferencia de los 6 pasajeros que podría transportar su rival. A su favor contaba con la sencillez de su despegue, horizontal como el de un avión convencional sin necesidad de vehículo lanzador auxiliar, y sobre todo un coste por plaza muy inferior -menos de la mitad- que el del SpaceShipOne, lo que no quiere decir que un vuelo en este aparato fuera a ser barato.

Todavía en fase de prototipo, estaba previsto que el Lynx comenzara sus vuelos de prueba en 2010 y los comerciales un año más tarde desde su base de lanzamiento de Mojave, pero estas fechas se fueron retrasando y finalmente la quiebra de la compañía en 2017 dejó inconcluso el programa.