Acrónimo de Satélite español de observación de la Tierra, nombre con el que fue bautizado (posteriormente se le añadió el Ingenio) el satélite construido por un consorcio de industrias del sector espacial español, con el apoyo del gobierno de nuestro país a través de la empresa estatal EADS-CASA.

Estaba equipado con un sistema óptico capaz de captar imágenes desde el espacio con una resolución de 2,5 metros en blanco y negro y 10 metros en color, y su objetivo principal era el de realizar una cobertura fotográfica global del planeta con posibles aplicaciones en campos como la seguridad, el urbanismo, la agricultura, el medio ambiente, la gestión hidológica, el clima o la prevención de catástrofes. Su actividad estaría sincronizada con el también español Seosar-Paz dentro del Plan Nacional de Observación de la Tierra, aunque a diferencia de éste su uso sería fundamentalmente civil.

Con unas dimensiones de 3 metros de longitud por 1,5 de diámetro, y un peso de unos 800 kilogramos, tendría capacidad para tomar hasta 100 imágenes diarias de cualquier lugar del mundo desde una órbita situada entre los 500 y los 700 kilómetros de altitud, lo que le permitiría dar quince vueltas completas a nuestro planeta cada día. Su vida útil había sido estimada en unos siete años.

Su lanzamiento, previsto inicialmente para finales de 2016, tuvo lugar en la madrugada del 17 de noviembre de 2020 desde la base de Kourou a bordo de un cohete Vega de fabricación europea. Lamentablemente, un mal funcionamiento del cohete a los pocos minutos del lanzamiento, al parecer a causa de un fallo humano, provocó la pérdida de éste y de los dos satélites que transportaba, el Seosat-Ingenio y el francés Taranis.