Achatamiento polar
Deformación de los planetas y los astros de forma esférica debido al efecto de la fuerza centrífuga producida por la rotación cuando el cuerpo se encontraba todavía en estado fluido -caso de los planetas rocosos- o sigue eestándolo, caso de las estrellas o los planetas gigantes.
Este fenómeno hace que la forma del planeta se desvíe de la esfericidad conformando lo que los astrónomos definen como un geoide y que, de forma exagerada, se podría describir como la forma de una mandarina, es decir, un elipsoide aplastado por los dos polos.
En el caso de la Tierra este achatamiento es de unos 21 kilómetros, lo que supone un porcentaje de aproximadamente 1/300 con respecto al radio ecuatorial. Júpiter, con una rotación de tan sólo 9,84 horas y con una estructura interna fluida, presenta un achatamiento de en torno al 6,5%, o 1/15, veinte veces mayor que el terrestre
Publicado el 28-11-2012