Historia de la comparsa alcalaína
Los gigantes y cabezudos de El Ingenio





Interior de El Ingenio. Fotografía tomada de www.elmundo.es



Desde 1838, que no es poco, tiene abiertas sus puertas en pleno Barrio Gótico de Barcelona El Ingenio, todo un clásico en la artesanía de gigantes y cabezudos. Tras haber estado a punto de cerrar a causa de la jubilación de sus propietarios, en 2016 fue adquirido por otro empresario barcelonés decidido a preservar su tradición. Aunque la tienda está abierta y cuenta con página en internet, su catálogo actual no abarca la totalidad de sus modelos clásicos, por lo que tan sólo he conseguido identificar un pequeño número de cabezas que pasaron a formar parte, a lo largo de los años, de la comparsa complutense. Aunque sospecho que debió de haber bastantes más, generalmente cabezudos reutilizados como gigantes para aprovechar los cuerpos de otros más antiguos, por el momento no he podido localizarlos.

Empecemos por las cabezas que todavía se conservan en Alcalá. En primer lugar tenemos a Gepeto, el gigante más antiguo de la comparsa actual que, a diferencia de otros, no le he identificado en ninguna fotografía antigua como cabezudo. Debió de incorporarse a la comparsa en un momento indeterminado de finales de los años sesenta o principios de los setenta, y ahí sigue tras sobrevivir a todos los avatares que acabaron con sus compañeros.


De izquierda a derecha Gepeto en los años 60, en 2017 y en el catálogo de El Ingenio


Otra superviviente, aunque en condiciones mucho más precarias, es la Nena con lazo. Al igual que ocurriera con Gepeto en las fotografías antiguas aparece ya como gigante, pero tras ser desmontada se usó como cabezudo hacia mediados de los años setenta, donde aparece acompañando a la comparsa cervantina. Tras quedar arrinconada durante bastante tiempo en un estado de conservación penoso, fue recuperada en la restauración de 1996 también como cabezudo. Todavía la encontré en la exposición del verano de 2017, víctima eso sí de los espantosos repintes de los que no se ha salvado prácticamente ningún miembro de la comparsa.


De izquierda a derecha la Nena con lazo en los años 60, en 2017 y en el catálogo de El Ingenio


Un camino parecido siguió el cabezudo del que desconozco su nombre propio, ya que lo he encontrado en la fotografía de un catálogo antiguo de El Ingenio, donde figura con un número; no aparece en el actual, aunque sí en el de Carrozas Roda. Así pues le he denominado el Gafas en alusión a su más llamativo atributo, aunque los giganteros lo conocían coloquialmente como el Barragán a causa de su parecido con este cómico. La foto suya más antigua que conozco data de finales de los años ochenta, coincidiendo con los momentos de mayor abandono de la comparsa. Aparece acoplado a un cuerpo desvencijado procedente de algún antiguo gigante, en el que incluso la ropa estaba confeccionada con diversos retales. Poco duró este apaño y volvió a usarse como cabezudo hasta que en 2002 se le recicló como gigantillo, con un cuerpo que no por nuevo tenía la menor prestancia. Este segundo intento también resultó efímero, retornando una vez más a su condición original que ya ha mantenido hasta ahora.



Arriba, de izquierda a derecha, el Gafas, como gigante en los años 80 y
como gigantillo en 2002. Abajo, como cabezudo en 2010 y en el catálogo de Carrozas Roda


La pareja formada por el Gordo y el Flaco fueron siempre cabezudos. Es preciso advertir que nada tienen que ver ni con el gigante del Flaco que existió en los años sesenta, del cual desconozco su origen, ni con los gigantes actuales, procedentes del taller valenciano de Guaita. Aunque, por variar, muy modificados y repintados, formaron parte de la exposición organizada en 2017.


Arriba, el Gordo en 2017 y en el catálogo de El Ingenio
Abajo, el Flaco en 2017 y en el catálogo de El Ingenio


Igual ocurre con otro cabezudo, el Conde, tan repintado con una extraña peluca blanca que no resulta fácil identificarlo con su aspecto original.


El Conde en 2017 y en el catálogo de El Ingenio


Y con el Viejo con perilla, que llegó incluso a ser “disfrazado” de indio, aunque en 2017 tan “sólo” aparecía espantosamente pintarrajeado.


El Viejo con perilla en 2017 y en el catálogo de El Ingenio


Por último está el Tuerto que, al igual que el Gafas, aparece en un catálogo antiguo de El Ingenio pero no en el actual, aunque sí en el de Artes Plásticas Guaita pero sin nombre, razón por la que le he “bautizado” así. En una fotografía de los cabezudos tomada tras la restauración de 1996 nos lo encontramos por duplicado, diferenciándose ambos en el color del pelo, moreno uno y pelirrojo el otro. Con el tiempo uno de ellos desapareció mientras el segundo, a modo de “novedad”, apareció en 2017 pintado de negro.


Arriba, los dos Tuertos en 1996. Fotografía de Mª Jesús Vázquez Madruga
Abajo, el Tuerto en 2017 (izquierda) y en el catálogo de Artes Plásticas Guaita (derecha)


Recordemos ahora aquéllos que se han perdido. Como era habitual, estas cabezas fueron acopladas a cuerpos de gigantes en la década de los años sesenta, y de todos ellos sólo uno, el Negrito, sobrevivió algunos años a la “limpieza general” realizada tras la llegada en 1974 de la comparsa cervantina, aunque no tardó demasiado en desaparecer. Veámoslos uno por uno.

El Cocinero aparece en un par de fotografías de los años sesenta, aunque al tratarse de vistas generales de la comparsa y estar colocado al final del grupo, no es posible apreciarlo con detalle. Gracias a la forma de la cabeza y, sobre todo, a su característico gorro, se le puede identificar con el modelo que aparece en el catálogo de El Ingenio.


De izquierda a derecha el Cocinero en dos fotografías de finales de los años 60 o principios de los 70, y en el catálogo de El Ingenio


Lo mismo cabe decir de la Cubana, aunque la identificación es aquí más sencilla gracias a su mayor cercanía y a su característico pañuelo.


De izquierda a derecha la Cubana a finales de los años 60 o
principios de los 70, y en el catálogo de El Ingenio


También es fácil de identificar a Harpo Marx en varias fotografías de los años sesenta y principios de los setenta, en la última de las cuales aparece tocado con un incongruente sombrero mexicano sustituyendo a su sombrerito original.


Arriba, tres fotos de Harpo a finales de los años 60 o principios de los 70
Abajo, en el catálogo de El Ingenio


El Negrito, tal como he comentado, tuvo una vida más longeva, aunque acabó desapareciendo a finales de los años setenta o durante los primeros años ochenta. Sin embargo, aunque su procedencia de El Ingenio parece clara, la situación se complica por dos razones. En primer lugar en este taller se confeccionaban varias cabezas diferentes, pero ninguna de las existentes en el catálogo actual se corresponde con la alcalaína. Sí pudieran ser las que aparecen en una vista del interior de la tienda, pero al haber dos muy parecidas no resulta fácil diferenciar entre ellas.




Cabezas de Negritos en las estanterías de El Ingenio. Las alcalaínas podrían ser alguna
de las dos de la derecha. Fotografía tomada de srabsenta.blogspot.com.es


Por si fuera poco en la comparsa alcalaína, además del Negrazo -o el Negro con moño- y el Mono -que tal como explico en el artículo correspondiente fue repintado de negro-, fácilmente distinguibles por sus rasgos, no hubo uno, sino dos Negritos que llegaron incluso a coexistir, tratándose aparentemente de una duplicación similar a la de la antigua Bruja, aunque en este caso no con un gigante y un cabezudo sino con dos gigantes, lo que resulta todavía más sorprendente. El repaso de las fotografías me ha hecho recordar, de forma nebulosa ya que han pasado alrededor de cincuenta años, que de niño me llamaba la atención la existencia de dos gigantes prácticamente iguales, aunque si no me falla la memoria uno estaba pintado de negro y el otro de marrón. No obstante, dado que los giganteros acostumbraban -por desgracia siguen haciéndolo- a repintarlos y modificarlos periódicamente, sus colores en un momento dado no tenían por qué coincidir con los originales.


Los dos Negritos en una fotografía de finales de los años 60 o principios de los 70


Existe una fotografía de la comparsa en la que aparecen ambos, y otras dos más con sólo uno en cada una de ellas. El problema estriba en discernir en estas últimas si se trataba o no del mismo, así como cual de ellos fue el que sobrevivió hasta finales de los años setenta. Como se puede ver en las ampliaciones anteriores, extraídas de la misma fotografía, ni siquiera resulta fácil apreciar las diferencias existentes entre los dos gigantes, máxime teniendo en cuenta la falta de resolución. No obstante si nos fijamos en los ropajes que llevan en ella, un criterio que tampoco es definitivo puesto que se los podían cambiar, vemos que el de la izquierda vestía un traje a rayas y el de la derecha uno estampado con algo que parecen flores, los cuales aparentemente coinciden con los de las dos fotografías inferiores, en esta ocasión tomadas por separado. Estas últimas corresponderían a cada uno de los dos gigantes, y sería el de la derecha, es decir, el del traje “floreado”, el que llegó a coexistir con la comparsa cervantina, ya que en la fotografía original aparece flanqueado por los Duques y Dulcinea. Lamentablemente, no me es posible precisar más detalles y ni tan siquiera concretar las fechas aproximadas en las que fueron tomadas estas tres fotografías.


Los dos Negritos por separado




Ver también:
Historia de la comparsa alcalaína. Los cabezudos de Aragonesa de Fiestas
Historia de la comparsa alcalaína. Los cabezudos de Artesanía Mirete
Historia de la comparsa alcalaína. Los gigantes de Artes Plásticas Guaita
Historia de la comparsa alcalaína. Los cabezudos de Vicente Luna


Publicado el 4-10-2017
Actualizado el 7-11-2017