Los grafitis de temática complutense
(II)
Grafitis de Rubén Bernao
Dentro del conjunto de artistas que han dejado plasmada su obra en los grafitis que adornan las paredes y las puertas y ventanas de la ciudad destaca con luz propia, tanto por la calidad como por la cantidad de sus grafitis, Rubén Bernao Montero, un pintor muralista (así se define él mismo en su tarjeta profesional) alcalaíno activo desde 2007 y con un nutrido catálogo de obras repartidas por toda la ciudad, razón por la que he estimado conveniente dedicarle un artículo propio.
El grafiti más antiguo que conozco de este autor es probablemente el del cierre metálico del restaurante Patrimonio, en la avenida de la Alcarria. Digo probablemente porque es el único suyo, de entre todos los firmados, que carece de fecha y además muestra signos de desgaste por su uso. Reproduce una vista parcial de la plaza de Cervantes con la estatua en primer término y el kiosco y las torres al fondo, un motivo que, con distintas variantes, repetiría más tarde en diversas ocasiones.
Avenida de la
Alcarria
Sí está fechado, concretamente en 2008, el que decora la puerta de un garaje de la Puerta del Vado. Está inspirado en una antigua fotografía de esta plaza realizada por Baldomero Perdigón, y su motivo central es el abrevadero, ahora ubicado junto a la estatua de Azaña, que hasta hace unas décadas estuviera situado allí. Tras él, se vislumbra el popular y ya desaparecido bar El Sanatorio.
Puerta del Vado
De 2010 data el tríptico que pintó en un garaje de la calle de San Julián aprovechando, tal como repetiría más adelante, no sólo el frontal de la puerta, sino también los dos laterales. Los motivos representados, aparentemente inspirados en postales, corresponden, de izquierda a derecha, a la fachada de la Universidad, la plaza de Cervantes y la Puerta de Madrid.
Calle de San
Julián
En 2011 este artista pintó un cierre de la plaza de los Irlandeses que representa, en la hoja mayor, una vista de la plaza de Cervantes con la estatua homónima en primer plano, mientras la hoja menor está dedicada a uno de los atlantes de la fachada de la Universidad.
Plaza de los
Irlandeses
Este mismo año decoró la entrada al garaje de un edificio de la calle del Ángel. Puesto que además del muro central donde se abre la puerta pintó también los dos laterales, el resultado es un tríptico que representa tres diferentes rincones alcalaínos: una vista de las torres de la parroquia de Santa María desde la Vía Complutense, otra de las murallas con la Puerta de Madrid al fondo y una tercera de la calle Mayor.
Calle del Ángel
Coincidente con el anterior en fecha -2011- y en las tonalidades ocres, fue el conjunto de cinco grafitis, aunque sólo los tres primeros representan motivos de la ciudad, con los que decoró los cierres de una frutería, panadería y tienda de alimentación situada en la calle Diego Ros y Medrano, junto al paso subterráneos de la calle Torrelaguna. El primero de ellos reproduce el Torreón de Tenorio visto desde la plaza de las Bernardas.
Calle Diego de Ros
Medrano
El segundo, al Hotel Laredo.
Calle Diego de Ros
Medrano
Y el tercero, a las torres de la iglesia de Jesuitas vistas desde la Vía Complutense.
Calle Diego de Ros
Medrano
También de 2011 era otro tríptico, asimismo en tonalidades ocres, con el que estaba decoradas la puerta y la entrada de un garaje situado en la calle de Nebrija. Los tres motivos representados fueron en esta ocasión la calle de Avellaneda con la torre de la Catedral-Magistral al fondo, el patio de Santo Tomás de Villanueva de la Universidad y una vista panorámica de Alcalá a vuelo de pájaro desde, aproximadamente, la ubicación de la antigua fábrica de Gal. Lamentablemente, este grafiti ya ha desaparecido.
Calle Nebrija
Idéntico método utilizaría un año más tarde en otra entrada de garaje de la calle Salinas. Los motivos alcalaínos elegidos para esta ocasión fueron la fachada de la Universidad, la fachada de la Catedral-Magistral y dos trampantojos, uno jugando con la vecina cancela de hierro del portal y el otro representando a una joven asomada a una ventana.
Calle Salinas |
También en 2012 pintó la puerta del garaje situado en el número 2 de la calle del Divino Vallés, aunque en esta ocasión el grafiti ocupó tan sólo el frontal y no los laterales. El motivo elegido fue, de nuevo, la fachada de la Universidad.
Calle del Divino
Vallés, 2. Puerta central
Siete años más tarde, en 2019, completó el trabajo pintando las dos paredes laterales, la izquierda con una vista panorámica de la plaza de las Bernardas y la derecha con otra de la calle Mayor, vista desde la esquina de la calle de la Imagen, con la estatua de Don Quijote en primer plano. Curiosamente falta la de Sancho Panza que, desde esta perspectiva, quedaría delante de la de Don Quijote, siendo de suponer que lo hiciera para evitar que la tapara. Asimismo aprovechó para retocar algunos pequeños detalles del grafiti antiguo, probablemente por presentar deterioro.
Calle del Divino
Vallés, 2. Pared izquierda (arriba) y derecha (abajo)
Un tercer grafiti firmó Bernao en 2012, en esta ocasión en el cierre metálico del kiosco de periódicos situado en la avenida de Guadalajara, en el que se representaba una vista general del Hotel Laredo, un monumento alcalaíno que, pese a su innegable interés, no suele ser muy reproducido. Lamentablemente el kiosco fue retirado en septiembre de 2018, lo que acarreó su desaparición.
Kiosco de la
avenida de Guadalajara
Por su inusitada magnitud destaca el grupo de nueve grafitis con los que fueron decorados otros tantos cierres de una antigua notaría situada en la plaza de los Cuatro Caños. Estos grafitis se repartían entre sus dos fachadas, cinco dando a la plaza y los cuatro restantes a la calle de San Diego, y formaban en su conjunto una galería dedicada a varios de los más importantes monumentos de la ciudad. Tan sólo uno de ellos, el que representaba a la vecina fuente de los Cuatro Caños, estaba firmado y fechado en 2013, pero cabe suponer que todos ellos fueran ejecutados de forma simultánea ese mismo año. Lamentablemente, tras el cierre de la notaría en 2017 el local fue dedicado a una nueva actividad cuyos responsables decidieron suprimir todos estos grafitis, pintando los cierres de blanco. Así pues, de éstos tan sólo queda hoy su recuerdo fotográfico.
Empezando por el extremo más alejado de la calle de San Diego, y en dirección a la plaza de los Cuatro Caños, nos encontrábamos con la fachada de la Universidad, el convento de Trinitarios Descalzos, la plaza de los Irlandeses y el reloj del Ayuntamiento.
Calle San Diego
Ya en la fachada principal, y en dirección a la calle de Libreros, estaban los cinco restantes: la plaza de las Bernardas, el kiosco de la plaza de Cervantes, la fuente de los Cuatro Caños, la Catedral-Magistral y, por último, la plaza de Cervantes.
Plaza de los Cuatro
Caños
Tres años más tarde, en 2016, Rubén Bernao pintó un nuevo grafiti en la puerta del garaje de este mismo edificio, en la fachada de la calle de San Diego. Representaba también a la plaza de Cervantes, pero lamentablemente a los vándalos les faltó el tiempo para cebarse con él destrozándolo por completo, razón por la que he optado por no reproducirlo evitando así dar publicidad a semejante hazaña.
De 2013 es también el grafiti que decora la puerta de entrada al patio del colegio de Santa María de la Providencia, en la calle de las Escuelas Pías. Aunque se trata de una vista panorámica de la plaza de Cervantes, llaman la atención los detalles añadidos que lo personalizan, tales como las siluetas de los niños jugando o el cambio del relieve delantero del pedestal de la estatua por el escudo del colegio.
Calle Escuelas
Pías
Ese mismo año Bernao pintó otro grafiti en la puerta del garaje del número 3 de la calle de San Isidro, junto al paseo de la Estación, iniciando una serie que se ha convertido en una de sus señas de identidad, la reproducción de un coche u otro vehículo sobre el fondo de un paisaje urbano complutense. En esta ocasión el motivo elegido fue la Puerta de Madrid, y el coche un modelo clásico.
Calle de San Isidro
nº 3. Grafiti central
Diez años más tarde Bernao amplió el grafiti a los dos muros laterales, tal como había hecho previamente con otros suyos. No modificó el motivo original salvo para actualizar la fecha de la firma a 2023, y en el muro derecho prolongó el dibujo de la Puerta de Madrid completando la parte que faltaba del cuerpo lateral al tiempo que incluía como fondo, en una licencia artística, la vista de un parque sustituyendo a los edificios reales. Por el contrario en el muro izquierdo optó por una solución distinta reproduciendo, en lugar de las murallas y los jardines de la Manigua que hubieran sido su continuidad natural, la fuente ornamental del cercano jardín de la Quinta de Cervantes con unos resultados tan originales como conseguidos.
Calle de San Isidro
nº 3. Nuevos grafitis laterales izquierdo (arriba) y derecho
(debajo)
Seguimos en 2013 con una vista nocturna de la calle Mayor, en su esquina con la plaza de Cervantes, también con coche. En esta ocasión Bernao se desplazó hasta la calle de Campo Real, en el barrio del Chorrillo, para decorar de nuevo una puerta de garaje.
Travesía de
Escobedos
Culmina el prolífico 2013 con el grafiti que decora la puerta de un garaje de la travesía de Escobedos, también perteneciente a la serie automovilística y dedicado de nuevo a la calle Mayor aunque en esta ocasión a su tramo medio, un motivo que repetiría en años posteriores. Lamentablemente, los vándalos se empeñaron en dejar sus huellas en él.
Travesía de
Escobedos
En 2014 nuestro prolífico artista nos regaló, en esta ocasión en la calle del Teniente Ruiz, con un grafiti que reproduce la vista ya clásica de la fachada de la Casa de Cervantes con las estatuas de Don Quijote y Sancho Panza, a la que añadió en primer plano un retrato de Cervantes.
Calle Teniente Ruiz
También en 2014 Rubén Bernao pintó un grafiti panorámico que abarcaba los cuatro cierres, junto con los espacios intermedios, de un taller mecánico situado en la Ronda del Henares, entre las calles Gran Canal y San Marcos. El mural, tal como suele ser habitual en este artista, mezclaba los elementos complutenses con los cervantinos, de modo que nos encontrábamos con una vista panorámica de Alcalá y un camino que conducía hacia ella, presumiblemente el del Gurugú o el del Zulema, por el que cabalgaban Don Quijote y Sancho jinetes en unas monturas robóticas o semirrobóticas. El resultado, además de original, era bastante sorprendente. Lamentablemente el local cambió de dueño y la nueva empresa borró los grafitis sustituyéndolos por su imagen corporativa.
Ronda del
Henares
Un tercer grafiti de 2014 es el que decora la puerta de un garaje de la calle Simón García de Pedro, junto a la avenida de Guadalajara, representando a un entrañable Seiscientos sobre el fondo de la plaza de Cervantes.
Calle Simón
García de Pedro
2015 fue sin duda un año prolífico para este autor, ya que además del grafiti dedicado a Cervantes del garaje de la calle de Navarro y Ledesma -que no reproduzco aquí al no representar ningún motivo alcalaíno-, pintó al menos otros cuatro importantes murales. El primero corresponde a un garaje de la calle de Don Juan I en el que, al igual que en los casos anteriores, decoró todo el hueco en forma de tríptico, en esta ocasión con una peculiar vista panorámica de la plaza de Cervantes en la que destaca como motivo principal la furgoneta Volkswagen que hicieran famosa los hippies, con una muchacha ataviada como tal en su techo. El tríptico se complementa con un motorista, también muy de la época.
Calle Don Juan I
El segundo se encuentra muy cerca de allí, en la calle de San Félix de Alcalá, también en una entrada de garaje. Se trata, asimismo, de un tríptico que aprovecha también las dos paredes laterales y reproduce una vista panorámica de los soportales de la calle Mayor con una llamativa sensación de profundidad. En esta ocasión los elementos que lo personalizan son dos; el primero, en la parte central, es un típico descapotable americano de los años cincuenta -los haigas de la época- con dos chicas, se supone que turistas, de pasajeras. A la derecha nos encontramos con uno de sus típicos -y divertidos- anacronismos, con un Cervantes pensativo entre dos columnas.
Calle San Félix de
Alcalá
El tercero, más reducido que los anteriores puesto que se limita al lienzo de la puerta, tiene en común con ellos que decora asimismo una entrada de garaje, en la calle Solís concretamente, y que combina una vista alcalaína -de nuevo la plaza de Cervantes- con la representación de un coche clásico en primer plano.
Calle Solís
El cuarto tampoco está demasiado alejado de los dos anteriores, puesto que fue pintado en el pasaje peatonal que enlaza la calle de Alfonso Salmerón con la de las Escuelas Pías, muy cerca de la estación. En esta ocasión nos encontramos, en una de las paredes, con una vista panorámica de la calle Mayor muy parecida a la anterior, aunque sin coche y sin Cervantes, mientras en la otra se reproduce otra vista, también panorámica y también sin añadidos, de la plaza de Cervantes. Lamentablemente los vándalos se han encargado de destrozarlos, por lo que, pese a ser recientes, presentan un estado de conservación deplorable.
Pasaje de la calle
Alfonso Salmerón
Ya en 2017, y quizá a modo de simbólica compensación por los grafitis desaparecidos en los Cuatro Caños, Rubén Bernao decoró los cierres de las tres puertas de la notaría que se instaló muy cerca de allí, en la calle de las Beatas, con sendos grafitis que representan, respectivamente, a la estatua de Cervantes, a la plaza de Cervantes y, en homenaje al lugar, al vecino convento de las Diegas con la estatua del Arzobispo Carrillo.
Calle Beatas
También en 2017 Bernao decoró la puerta del garaje del número 16 de la calle de Santo Tomás de Aquino, en el barrio Venecia, con uno de sus motivos favoritos, un coche -en esta ocasión un Mercedes- aparcado en la plaza de Cervantes.
Calle de Santo
Tomás de Aquino, 16
Saltamos a 2021 para encontrarnos con un nuevo grafiti, también triple, en un segundo garaje de la calle del Divino Vallés, en esta ocasión en el número 8. El motivo reproducido por el autor es una vez más una vista panorámica de la plaza de Cervantes desde detrás del pedestal de la estatua, que no aparece pintada, en dirección a la Capilla del Oidor. El mural de la izquierda representa la fachada del Círculo de Contribuyentes y los edificios vecinos, sin que falten las alcalaínas cigüeñas.
Calle del Divino
Vallés, 8. Mural izquierdo
En el central aparecen el kiosco, la Capilla del Oidor y la torre de Santa María y, al fondo, los dos torreones del Colegio de Málaga.
Calle del Divino
Vallés, 8. Mural central
El panel derecho, por último, corresponde al Ayuntamiento y al primer tramo de los soportales.
Calle del Divino
Vallés, 8. Mural derecho
Ya en 2022 Bernao volvió a pintar otro grafiti de temática alcalaína -y cervantina- en la puerta de un garaje de la calle Encomienda, representando a Don Quijote y Sancho Panza montados en una moto con sidecar en plena plaza de Cervantes, una de las curiosas combinaciones que acostumbra a hacer con notable acierto.
Calle de la
Encomienda
Este mismo año decoró con un tríptico de temática alcalaína los cierres de un establecimiento situado en el número 15 de la calle Era Honda, el cual presenta la peculiaridad de estar pintado en su totalidad con una paleta de tonos grises y azules. De izquierda a derecha los motivos representados son la torre y la fachada de la Catedral-Magistral, un primer plano de la estatua de Cervantes y una vista panorámica de la calle Mayor donde destaca, como única concesión cromática, el lienzo amarillo colocado en un balcón.
Calle de la Era
Honda
También en 2022 dejó su firma en el cierre metálico de la puerta de El Hornito de Alcalá, una panadería y tienda de alimentos preparados situada en la calle de Rafael Alberti, en el barrio de El Ensanche. Aquí retoma Bernao una de sus temáticas preferidas, la estatua de Cervantes representada en primer plano sobre un fondo en el que se perfilan la torre de Santa María y uno de los torreones del Colegio de Málaga, con la perspectiva cambiada tal como si la estatua estuviera casi a ras de suelo en lugar de sobre su pedestal.
Calle de Rafael
Alberti
En 2023 le llegó el turno a un garaje del número 1 la calle Eras de San Isidro, que fue decorado en las dos paredes laterales y la puerta central con una vista panorámica de la plaza de Cervantes muy parecida a la de la calle del Divino Vallés. El mural de la izquierda representa la fachada del Círculo de Contribuyentes y los edificios vecinos, sin que falten tampoco en esta ocasión las alcalaínas cigüeñas.
Calle de las Eras de San
Isidro, nº 1. Mural izquierdo
En el central aparecen el kiosco, la Capilla del Oidor y la torre de Santa María y, al fondo, los torreones del Colegio de Málaga.
Calle de las Eras de San
Isidro, nº 1. Mural central
Y en el derecho, el Ayuntamiento y el primer tramo de los soportales.
Calle de las Eras de San
Isidro, nº 1. Mural derecho
Este mismo año Bernao pintó muy cerca de allí otra puerta de garaje en el número 6 de la calle San Isidro, justo enfrente del grafiti que ampliara por ambos muros laterales también en 2023. En este caso el motivo elegido fue el también cercano Hotel Laredo, recuperando -aunque no es idéntico- el desaparecido en 2018 al desmontarse el kiosco de prensa de la avenida de Guadalajara.
Calle de San Isidro,
nº 6
En 2023 le llegó el turno a un garaje del número 1 la calle Eras de San Isidro, que fue decorado en las dos paredes laterales y la puerta central con una vista panorámica de la plaza de Cervantes muy parecida a la de la calle del Divino Vallés. El mural de la izquierda representa la fachada del Círculo de Contribuyentes y los edificios vecinos, sin que falten tampoco en esta ocasión las alcalaínas cigüeñas.
Calle de las Eras de San
Isidro, nº 1. Mural izquierdo
En el central aparecen el kiosco, la Capilla del Oidor y la torre de Santa María y, al fondo, los torreones del Colegio de Málaga.
Calle de las Eras de San
Isidro, nº 1. Mural central
Y en el derecho, el Ayuntamiento y el primer tramo de los soportales.
Calle de las Eras de San
Isidro, nº 1. Mural derecho
Ya en 2024 volvió Bernao a la calle Divino Vallés para pintar su tercer grafiti en ella, concretamente en la entrada de garaje del número 17 justo enfrente de su grafiti del número 8. Es también un tríptico que ocupa el frontal y los dos muros laterales, representando una perspectiva idealizada de la calle Mayor.
Calle del Divino
Vallés, 17
Un motivo muy similar al anterior, aunque con mayor sensación de profundidad, fue el realizado, también en 2024, en un garaje del número 16 del Paseo de los Curas.
Paseo de los Curas,
16
Concluyo con un trabajo que, pese a no estar firmado ni fechado -al menos yo no he encontrado la firma- por su estilo demuestra ser un trabajo de este autor. Para contemplarlo hay que desplazarse a la histórica churrería del Campo del Ángel situada en la confluencia de la calle Torrelaguna con la de San Ignacio de Loyola, junto a la glorieta del Chorrillo, decorada tanto en el exterior como en el interior. Pero es dentro de ella donde deberemos buscar referencias a la ciudad, con dos largos murales pintados respectivamente en la cornisa situada sobre la barra y en el muro situado sobre los ventanales que dan al exterior.
Vista por los dos
lados del mural de la cornisa de la barra de la churrería del Campo del
Ángel
La primera, que cuenta con dos lados formando ángulo recto, reproduce una amplia panorámica en la que aparecen representada la vista sur de la plaza de Cervantes apareciendo por un lado la Capilla del Oidor, la torre de Santa María, el Colegio de Málaga, el torreón de las Úrsulas y parte de la fachada del Ayuntamiento, junto con el quiosco y la estatua de Cervantes por delante. Por el otro lado el mural continúa con el resto de la fachada del Ayuntamiento, un primer plano de la estatua de Cervantes en un cambio de perspectiva, los árboles de la plaza de Cervantes y, finalmente, una vista de la Catedral-Magistral no visible desde allí, puesto que Bernao ha combinado varios encuadres distintos.
Mural de las
cigüeñas de la churrería del Campo del Ángel
El mural de la pared, por su parte, representa un típico paisaje alcalaíno con varias cigüeñas surcando el cielo de nuestra ciudad y otras posadas o anidadas en el desmochado tambor de la antigua torre del convento de la Madre de Dios, sede del Museo Arqueológico Regional.
Ver también:
Los
grafitis de temática complutense (I)
Los grafitis cervantinos
de Alcalá (I). Grafitis institucionales
Los grafitis cervantinos de
Alcalá (II). Grafitis particulares
Los grafitis cervantinos de
Alcalá (III). Grafitis de Rubén Bernao
Un grafiti del Cardenal
Cisneros en el V centenario de su muerte
Publicado el 7-4-2018
Actualizado el 13-8-2024