Bion
Familia de satélites artificiales soviéticos diseñados, como su nombre indica, para realizar ensayos biológicos y biomédicos en el espacio. También se los conoció como Biocosmos.
El primero de ellos, denominado simplemente con el apelativo de Cosmos 110, fue lanzado en febrero de 1966 con dos perros a bordo, los cuales sobrevivieron a 22 días en el espacio.
El siguiente de la serie fue el Cosmos-605, rebautizado como Bion-1 pese a que en realidad se trataba del segundo. A partir de éste todos compartieron una doble denominación, la genérica de Cosmos y la propia de Bion. Lanzado en octubre de 1973, el Bion-1 transportó en su interior todo un pequeño zoológico formado por ratas, tortugas, escarabajos, hongos y bacterias, con objeto de estudiar los efectos de la ingravidez prolongada en los seres vivos.
En total fueron una docena de satélites, el último de los cuales, el Bion-11, fue lanzado en diciembre de 1996 con su habitual tripulación compuesta en esta ocasión por dos macacos, tritones, caracoles, moscas y otros insectos y bacterias.
Como curiosidad, cabe destacar que el vuelo del Bion-3, o Cosmos-782, en noviembre de 1975, fue un proyecto conjunto soviético-norteamericano nacido al abrigo de las iniciativas de cooperación de la época, la más popular de las cuales fue el casi simultáneo vuelo conjunto Apolo-Soyuz.
Diecisiete años más tarde la agencia espacial rusa retomó estos experimentos con una nueva generación de cápsulas, bautizadas con el nombre de Bion-M y derivadas del diseño de antiguos satélites espía soviéticos. La primera de ellas, la Bion-M 1, fue lanzada al espacio el 19 de abril de 2013 con una tripulación compuesta por más de cien pequeños animales de especies tales como caracoles, lagartos, roedores y peces, junto con varias plantas. Tras un mes de duración la cápsula regresó a la Tierra el 19 de mayo descubriéndose que, por diferentes motivos, muchos de los animales habían fallecido. No obstante, los resultados de esta investigación resultarán interesantes de cara a evaluar los efectos de los vuelos espaciales prolongados.
Asimismo, la misión se diseñó también para comprobar la resistencia de las esporas de diferentes tipos de bacterias a las condiciones reinantes en el vacío interestelar, conforme a lo postulado por la teoría de la Panespermia según la cual la vida habría llegado a la Tierra desde el espacio en forma de microorganismos traídos por los meteoritos.
Publicado el 5-11-2008
Actualizado el 22-5-2013