Satélite europeo diseñado por la ESA. Su nombre corresponde a las siglas inglesas Gravity field and steady-state Ocean Circulation Explorer (Explorador de la circulación oceánica y el campo gravitatorio), y su misión principal fue la de realizar mediciones muy precisas del campo gravitatorio terrestre.

Fue lanzado el 17 de marzo de 2009, desde la base rusa de Plesetsk, mediante un cohete Rockot, colocándose en una órbita baja de tan sólo unos 260 kilómetros de altura.

Aunque su vida útil prevista era tan sólo de dos años, ésta rebasó los cuatro años y medio prolongándose hasta octubre de 2013, fecha en la que consumida la totalidad del gas xenon que utilizaba como propelente para mantener la altura de su órbita, comenzó su caída hacia las capas altas de la atmósfera, en las que se incineró el 11 de noviembre.