Siglas del nombre de la sonda espacial Double Asteroid Redirection Test, traducibles al español como Prueba de redirección de un asteroide binario. Se trata, tal como el nombre indica, de un ensayo conjunto de la NASA y la ESA para evaluar la posibilidad de desviar la trayectoria de un asteroide en órbita de colisión con la Tierra.

El astro elegido fue Dimorfos, un pequeño cuerpo de un tamaño de unos doscientos metros satélite de Dídimo, un asteroide de dimensiones algo mayores -ochocientos metros- perteneciente al grupo Amor que orbita entre la Tierra y Marte. Puesto que la órbita de este asteroide, pese a estar relativamente cercana a la de nuestro planeta, no se cruza con ella, su minúsculo satélite era el objetivo ideal para ensayar esta técnica sin peligro alguno.

Inicialmente se había progrmado la misión doble AIDA (Asteroid Impact & Deflection Assessment, Evaluación del impacto y desvío de un asteroide), con la sonda norteamericana DART y la europea AIM (Asteroid Impact Mission, Misión de impacto a un asteroide) operando de forma coordinada. DART impactaría en Dimorfos, mientras AIM, que habría estudiado previamente ambos cuerpos, registraría el efecto del impacto en la trayectoria del segundo.

Finalmente la misión europea fue cancelada, por lo que el estudio del impacto se realizó desde telescopios y radiotelescopios terrestres, así como por el pequeño satélite italiano LICIACube, que lo filmará desde las cercanías del asteroide.

El lanzamiento de DART tuvo lugar el 24 de noviembre de 2021, desde la base espacial Vandenberg, mediante un cohete Falcon 9. La sonda estaba propulsada por un motor iónico y contaba con una cámara que sirvió para fotografiar a los dos astros durante su acercamiento suicida, así como para guiarla hasta su objetivo.

El impacto tuvo lugar con éxito el 26 de septiembre de 2022, y el 4 de octubre de este mismo año la NASA confirmó que se había conseguido alterar la órbita de Dimorfos, frenando su período orbital, de 11 horas y 55 minutos, en unos 32 minutos y acortando el radio orbital de 1,19 kilómetros en unas decenas de metros. Asimismo, se apreció la aparición de una cola similar a las cometarias, de unos 10.000 kilómetros de longitud, formada por los materiales expulsados por el impacto de la superficie del asteroide.