Cohete lanzador desarrollado por la compañía espacial privada SpaceX. Su diseño cuenta con varias versiones, capaces de enviar sus cargas tanto a órbitas bajas como a órbitas de transferencia geoestacionaria. Asimismo es el lanzador de la cápsula espacial Dragon, ideada para transportar tripulantes y carga a la Estación Espacial Internacional.

El primer lanzamiento de prueba del Falcon 9 tuvo lugar el 4 de junio de 2010 desde Cabo Cañaveral, un año antes de que comenzase la retirada de servicio de la flotilla de transbordadores espaciales de la NASA. Un segundo lanzamiento, portando por vez primera la cápsula Dragon, se realizó de forma exitosa el 8 de diciembre de 2010.

Finalmente, el 22 de mayo de 2012 se inició su primera misión operativa, programada para enviar una cápsula Dragon no tripulada, cargada con suministros para la Estación Espacial Internacional.

En abril de 2015 sumaba ya dieciocho lanzamientos, todos ellos exitosos salvo uno parcialmente fallido, varios de los cuales tuvieron como destino a la Estación Espacial Internacional y el resto fueron programados para poner en órbita satélites comerciales. Sin embargo, el siguiente lanzamiento realizado el 28 de junio de 2015, que debería haber transportado una nueva cápsula Dragon cargada con suministros, estalló a los pocos minutos perdiéndose el cohete y la cápsula.

El 10 de enero de 2015, aprovechando el lanzamiento de un cápsula Dragon a la Estación Espacial Internacional, los técnicos de SpaceX probaron por vez primera, tras varios ensayos previos, un nuevo sistema de recuperación de la primera fase del cohete, que tras un descenso suave debería haberse posado en una plataforma flotante especialmente diseñada anclada en el océano Atlántico. Aunque el aterrizaje fue más brusco de lo planificado y no se pudo recuperar, los responsables de la empresa informaron que el ensayo había sido positivo y que en un futuro se podría conseguir que la primera fase del cohete, la más grande y costosa de todo el conjunto, pudiera ser reutilizable en lugar de perderse tras cada lanzamiento, tal como ha ocurrido hasta ahora.

Un segundo intento realizado el 16 de abril de 2015 fracasó igualmente en su intento de recuperación del cohete en el aterrizaje, aunque previamente había conseguido poner en el espacio a una cápsula Dragon. Por fortuna a la tercera fue la vencida y finalmente, el 22 de diciembre de 2015, la primera fase de un Falcon 9 utilizado para poner en órbita varios satélites de comunicaciones consiguió aterrizar con éxito en las cercanías de su plataforma de lanzamiento, en Cabo Cañaveral. Otro paso más fue dado el 8 de abril de 2016 con la consecución de un nuevo aterrizaje vertical, esta vez en una plataforma flotante situada en el océano Atlántico.

Lamentablemente, la explosión el 1 de septiembre de 2016, durante las pruebas de lanzamiento, de un Falcon 9 que debería haber lanzado al espacio el satélite de comunicaciones AMOS 6 volvió a introducir una nueva incertidumbre en este proyecto.