Kepler 10b



Exoplaneta descubierto por el telescopio espacial Kepler -de ahí su nombre- en una serie de observaciones realizadas entre mayo de 2009 y enero de 2010. Se encuentra situado en la constelación del Dragón, a unos 560 años luz de distancia, y su interés radica en que se trata del primer exoplaneta rocoso descubierto hasta el momento, ya que todos los anteriores eran gigantes gaseosos.

Por esta razón es también el más pequeño de todos los conocidos, con un tamaño de tan sólo 1,4 veces el de la Tierra. Sin embargo sus condiciones de habitabilidad distan mucho de ser comparables con las de nuestro planeta, ya que al orbitar a tan sólo dos millones y medio de kilómetros de Kepler 10, su estrella primaria -la vigésima parte de la distancia de Mercurio al Sol-, se ha estimado su temperatura superficial en unos 1.300 grados centígrados, suficientes para fundir buena parte de los metales.

No obstante, su importancia radica en que es la primera muestra de la existencia de planetas similares a la Tierra; es precisamente su cercanía a la estrella la que ha hecho posible descubrirlo con los métodos de observación actuales, pero nada impide pensar que puedan existir otros planetas del mismo tipo más alejados, y por lo tanto menos inhóspitos, que todavía permanecen fuera de la capacidad de detección de los telescopios.


Publicado el 13-1-2011