Husmeando hace poco por la fototeca de la página del Instituto del Patrimonio Cultural de España, encontré una interesante fotografía de Archivo Moreno acompañada de su correspondiente ficha. He de advertir que, aunque las fotografías de Alcalá conservadas en este archivo suelen ser bastante conocidas, de vez en cuando nos podemos encontrar con sorpresas inesperadas, tal como me ocurrió en esta ocasión.

La fotografía en cuestión, catalogada con el número de inventario 37755_B del citado Archivo Moreno, reproduce dos imágenes religiosas, aparentemente talladas en madera, pertenecientes al convento alcalaíno de las Carmelitas de la Imagen, las cuales debieron de desaparecer con toda probabilidad durante los años de la Guerra Civil junto con la mayor parte del patrimonio artístico de este convento.

En la ficha estas esculturas figuran como “putti”, el plural del término italiano “putto”, palabra más bien tirando a malsonante en español pero que en este idioma significa tan sólo “niño”. Tanto en singular como en plural, aunque más habitualmente en este último, se suele utilizar dentro del mundillo de las Bellas Artes para definir a los angelitos, por lo general desnudos y alados que, copiados de los cupidos del arte grecorromano, suelen aparecer con frecuencia en los cuadros y esculturas del Renacimiento y el Barroco, a los cuales también se les puede encontrar bajo la denominación de querubines, amorcillos e incluso -aunque en español tampoco suene demasiado bien- erotes.

Ficha de la fotografía

Lo curioso es que basta con echar una ojeada a la fotografía para llegar a la conclusión de que estas dos figuras tienen muy poco o nada de angelitos, ya que representan a dos niños relativamente mayores -los “putti” suelen ser niños de edad muy inferior, apenas poco más que bebés- los cuales no muestran el menor atisbo de alas y además van vestidos con túnicas romanas. Por el contrario, estas imágenes recuerdan poderosamente a otras de los Santos Niños y, aunque les falten los atributos habituales -las palmas del martirio y las tablillas o los libros escolares-, lo cierto es que para mí queda claro que están dedicadas a los mártires complutenses, por lo que la catalogación de la ficha sería errónea.

Lamentablemente, y tal como he comentado anteriormente, las imágenes desaparecieron del convento, posiblemente destruidas o quizá saqueadas, pero para el caso es lo mismo. Tan sólo disponemos de esta fotografía en blanco y negro, sin que sepamos siquiera su tamaño -no hay ningún objeto que nos pueda servir de referencia- ni sus características artísticas o históricas. La ficha indica únicamente que la fotografía fue tomada entre 1893 y 1954, lo que tampoco es decir mucho, aunque es evidente que habría que hacer retroceder la fecha final al menos hasta 1936.

Por último, conviene recordar que la comunidad carmelita conserva en clausura unas imágenes de los Santos Niños¹ talladas en la década de los años noventa del pasado siglo por el imaginero madrileño Faustino Sanz Herranz, por lo que cabe suponer que estas últimas fueran encargadas para sustituir a las desaparecidas más de medio siglo atrás.

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Ver también:
Iconografía de los Santos Niños en Alcalá de Henares (I) Imágenes y tallas
Iconografía de los Santos Niños en Alcalá de Henares (II) Pinturas
Iconografía de los Santos Niños en Alcalá de Henares (III) Otros elementos artísticos
Iconografía de los Santos Niños en Alcalá de Henares (IV) Las artes menores
¹ Iconografía de los Santos Niños en Alcalá de Henares (V) Su presencia en los conventos
Iconografía de los Santos Niños en Alcalá de Henares (VII). Un cuadro ¿perdido?