Iconografía de los Santos Niños en
Alcalá de Henares
(II) Pinturas
En contra de lo que pudiera parecer, Alcalá no es demasiado pródiga en cuadros dedicados a sus patronos... al menos en la actualidad, ya que probablemente en el pasado éstos debieron ser más abundantes que ahora. De hecho, y probablemente a causa de los saqueos de la Guerra Civil, ni tan siquiera en la Catedral Magistral cuentan con ninguno, aunque sí hubo un par de ellos hasta hace relativamente poco. De factura moderna -fueron pintados por el artista local Tomás Casado en la década de 1960-, y de una calidad más bien tirando a discutible.
Yo recuerdo haberlos visto durante mucho tiempo en la cripta, flanqueando por ambos lados a la piedra martirial, y con toda probabilidad debieron de ser pintados para ser colocados en ese lugar ya que su poco habitual formato, apaisado y con el borde superior convexo, se adaptaba perfectamente al hueco de las dos hornacinas allí existentes, actualmente ocupadas por una colección de relicarios. Hace algunos años fueron retirados de la cripta y colocados en el muro trasero de la iglesia, a ambos lados del portón de entrada, pero tras la última restauración desaparecieron del templo sin que haya conseguido saber lo que sucedió con ellos.
Cuadros de la Catedral
Magistral ¿desaparecidos?
Conservo, eso sí, dos fotografías suyas, en las que como puede apreciarse se representan los dos episodios claves de la tradición, el testimonio de los niños ante el pretor Daciano y su posterior martirio mediante decapitación.
Trampantojo de la Catedral
Magistral
Y a rey muerto, rey puesto. Si en la última restauración desaparecieron estos dos cuadros, en compensación apareció un trampantojo pintado en el muro del Evangelio -el de la izquierda según se tiene al presbiterio de frente- imitando a una de las desaparecidas capillas que se llevó por delante la restauración -por llamarla algo, ya que fue dañina a más no poder- acometida en las primeras décadas del siglo XX, que se llevó por delante, entre otras cosas, las capillas que se abrían entre los contrafuertes que dan actualmente a la plaza de los Santos Niños. El trampantojo, bastante bien logrado por cierto, simula donde sólo hay una pared una capilla presidida por un retablo en el que aparecen unas imágenes de los Santos Niños.
Pinturas del relicario de la cripta de la Catedral-Magistral. Fotografías de Juan Miguel Prim |
En la cripta de los Santos Niños se conserva un relicario en el que aparecen pintados ambos mártires sobre madera o cartón. Son de tamaño reducido -unos doce o catorce centímetros de altura- y su autoría es anónima, aunque por su factura cabe suponer que puedan proceder de la época barroca. En algunos aspectos tales como los ropajes, los nimbos y el fondo, aunque no así en los rostros, de un barroco más tardío, recuerdan un tanto al cuadro que se conserva en el Hospital de Antezana que aparece reproducido más adelante en este mismo artículo.
Cuadro de Josep Obiols. Museo de la
Catedral-Magistral
Josep Obiols (1894-1967) fue un pintor barcelonés perteneciente al movimiento novecentista que, tras la Guerra Civil, se especializó en pintura de temática religiosa, siendo especialmente conocido por sus murales del monasterio de Montserrat. El museo de la Catedral-Magistral conserva este cuadro suyo, pintado en 1955, en el que están representados varios niños santos. Los mártires complutenses ocupan la posición central, flanqueados a izquierda y derecha por san Pancracio y santa Eulalia. El cuadro se completa, en la parte inferior, con la imagen yacente de san Tarsicio.
Boceto del cuadro de la parroquia
de Santa María, obra de Manuel Palero
Fotografía de Juan de la
Plaza
Cuadro de la parroquia de Santa
María (desaparecido). Obra de Manuel Palero
Acabados ya con la Catedral Magistral, hemos de pasar ahora a la parroquia de Santa María, donde también es preciso hablar, por desgracia, de una obra pictórica -un fresco en este caso- desaparecida de forma absurda tras la restauración de 2001. Como sin duda recordarán todavía muchos alcalaínos, en los muros de los dos brazos laterales de la nave del crucero se alzaban dos frescos de grandes dimensiones (5,60 × 3 metros) pintados por el sacerdote Manuel Palero a principios de la década de 1960, uno alusivo al descubrimiento de la Virgen del Val y el otro referente al martirio de los Santos Niños. Puesto que ahora tan sólo están los muros vacíos -todavía me pregunto qué daño hacían estas dos obras-, hemos de conformarnos con una reproducción impresa del cuadro que nos interesa en esta ocasión, el de los Santos Niños.
Don Manuel Palero conserva el boceto que utilizó para realizar el cuadro, de dimensiones mucho más modestas (70 × 37,5 centímetros, es decir, a una escala 1:8), el cual presenta algunas diferencias respecto al diseño definitivo, como se puede comprobar comparando ambas versiones, en especial la cabeza del verdugo que esgrime el hacha y la postura del magistrado romano que posa su mano izquierda en el hombro de uno de los dos hermanos.
Cuadro de José
María Laredo. Palacio Arzobispal
El siguiente cuadro representa, en un estilo moderno que recuerda un tanto al de Vázquez Díaz, el martirio de los Santos Niños. Es obra de José María Laredo, y se encuentra en el Palacio Arzobispal, concretamente en la sala de los obispos complutenses.
Cuadro de la sacristía
del Hospital de Antezana
Pasando ya a los templos menores, tenemos sendos cuadros de los Santos Niños en la capilla del Hospital de Antezana. El primero, conservado en la sacristía, es un óleo anónimo del siglo XVIII y representa a los hermanos mártires bajo la custodia que representa una alegoría del cuerpo de Cristo. Esta inhabitual composición guarda un notable parecido con tres cuadros que se conservan, o se conservaban hasta hace algunos años, en la madrileña Sacramental de San Justo, ya que en los tres aparecen también los dos mártires flanqueando a una custodia, aunque no de pie sino arrodillados. Lo que diferencia al cuadro alcalaíno de los madrileños es que en éstos existe además una representación de san Millán debido a que este templo, situado en la calle del mismo nombre junto a la plaza de la Cebada y desaparecido en 1869, fue durante muchos años anejo de la parroquia de San Justo, cuyo edificio ocupa hoy la basílica pontificia de San Miguel.
Cuadro de la capilla del Hospital
de Antezana, obra de Manuel Palero
El segundo cuadro es mucho más reciente, de hace tan sólo unos años, y fue pintado también por el polifacético Manuel Palero, capellán de este templo. Aunque su destino original era la Catedral Magistral, finalmente quedó instalado en el lado de la epístola -es decir a la derecha- del altar mayor y cercano a éste. Aquí Palero, utilizando un estilo clásico, sigue un modelo similar al del cuadro anterior, sustituyendo la custodia genérica por la de las Santas Formas, una arraigada tradición complutense lamentablemente desaparecida tras la pérdida de la custodia -y con ella las formas incorruptas que conservaba- durante el marasmo de la Guerra Civil. En esta ocasión los Santos Niños se encuentran en la gloria, después de ser martirizados.
Cuadros de la ermita
del Cristo de los Doctrinos
La ermita del Cristo de los Doctrinos cuenta, además de con los bustos que ya fueron comentados en el artículo dedicado a las esculturas, con sendos cuadros anónimos del siglo XVII que reproducen los bustos de Justo y Pastor.
Miniaturas de la ermita del
Cristo de los Doctrinos
Posee también dos pequeñas miniaturas que reproducen los motivos anteriores, aunque ignoro si se trata de copias de los cuadros mayores o si, por el contrario, son bocetos de los mismos. Éstas se encuentran en la sacristía.
Cuadro de la ermita del Cristo
de los Doctrinos
También en la ermita del Cristo de los Doctrinos, y asimismo en la sacristía, se conserva otro cuadro, atribuido al pintor barroco Diego de Madrid y datado hacia 1635, que representa a los Santos Niños camino del palacio del pretor Daciano, donde harán profesión de su fe cristiana.
Cuadro de la parroquia de
Nuestra Señora del Val
La parroquia de Nuestra Señora del Val, bajo la advocación de la patrona de la ciudad, es de fundación reciente y está ubicada en los bajos de un edificio de la avenida de Lope de Figueroa. Dentro de su iconografía se incluye este cuadro representado a los Santos Niños junto con una figura femenina que cabe identificar con su madre. El cuadro, del cual no he podido averiguar su autor puesto que no está firmado, recurre a un estilo que recuerda a los iconos bizantinos, aunque se trata de una obra moderna.
Oratorio de Félix
Yuste. Colección de José Félix Huerta
Procedente de la colección de José Félix Huerta, en la exposición Justo y Pastor. Origen de una ciudad1, celebrada desde el 6 de marzo al 8 de abril de 2018 con motivo de la conmemoración del 450º aniversario de la reversión de las reliquias de los mártires complutenses, hubo ocasión de contemplar este oratorio pintado en 1899 por el artista alcalaíno Félix Yuste (1866-1950), un óleo sobre cartón al que posteriormente se le acopló una reja de bronce y un farol a modo de pequeña capilla u oratorio. Llama la atención que las figuras de los Santos Niños, inspiradas en las imágenes que existieron en la Magistral hasta su desaparición durante la Guerra Civil, sean prácticamente idénticas a las de una conocida estampa obra también de Félix Yuste, por lo que cabe suponer que esta última pueda ser una copia del cuadro.
Cuadro de Manuel Revilla.
Colección de los herederos de Luis Esteban Múgica
También formó parte de la citada exposición un cuadro del pintor alcalaíno Manuel Revilla, fechado en 1961 y perteneciente a la colección de los herederos de Luis Esteban Múgica. De estilo muy diferente al de Félix Yuste, no por ello deja de tener interés precisamente por su contraste con éste.
Fresco del Hotel Laredo
Tendremos que ir ahora a un edificio en principio tan alejado de lo religioso como el Hotel Laredo para encontrar un nuevo fresco representativo de estos santos, es de suponer que salidos en esta ocasión del pincel de su creador, el polifacético artista Manuel Laredo. En concreto este fresco se encuentra bajo el cupulín que protege la puerta de entrada, por lo que la intemperie -está a merced de las inclemencias del tiempo- ha provocado un importante deterioro del mismo que resultaría conveniente subsanar.
Voto de las Santas Formas con Justo y
Pastor. Izquierda, dibujo original (colección de Luis Eduardo Morona
Alguacil) |
Hemos de recordar por último la obra pictórica del artista alcalaíno Félix Yuste dedicada a los patronos complutenses. En sentido estricto no conozco ningún cuadro de esta temática, a excepción de una acuarela que fue posteriormente reproducida en forma de estampa y he recogido en el artículo dedicado a los grabados alcalaínos. Sí salieron de sus pinceles dos lienzos en los que aparecen los patronos de la ciudad, si bien en ninguno de ellos alcanzan el protagonismo.
El primero de ellos, de pequeño formato (50 × 37 cm.) y fechado a finales del siglo XIX, está inspirado en el dibujo que realizó Félix Yuste en 1897, con motivo del tercer centenario de las Santas Formas, conmemorando el voto que en 1626 hizo Alcalá de celebrar y defender perpetuamente el milagro de su incorrupción, el cual hubo ocasión de contemplar en la exposición de 2018. En el cuadro2, así como también en el dibujo, aparece Alcalá simbolizada en una figura femenina, arrodillada frente a la custodia de las Santas Formas pronunciado su solemne voto mientras los Santos Niños le acompañan sosteniendo las palmas del martirio. Aparecen también en el cuadro, no así en el dibujo, san Diego y el jesuita padre Júarez, descubridor del carácter incorrupto de las veinticuatro Santas Formas.
Alegoría
complutense. Círculo de Contribuyentes. Vista general y
detalle
El segundo cuadro, pintado hacia 1901, es uno de los diez falsos tapices que decoran el Salón Noble del Círculo de Contribuyentes. Lleva por título Alegoría complutense, aunque también se le conoce como Apoteosis de Alcalá. Su formato es de 300 × 290 cm., y como su nombre indica en él realizó Yuste una síntesis de los principales rasgos distintivos de la ciudad. Sobre un fondo en el que se perfilan varios de los principales monumentos alcalaínos una doncella que simboliza a Alcalá desfila triunfalmente en un carro decorado con el escudo complutense y tirado por cuatro caballos blancos. En la mano izquierda sostiene en alto la custodia de las Santas Formas, y le acompañan, sentados de espaldas al espectador, los Santos Niños. Diversos personajes, incluyendo a Don Quijote y Sancho Panza, completan la escena.
Cuadro adquirido por la Sociedad de
Condueños
Otra institución complutense, la Sociedad de Condueños, adquirió en 2022 un cuadro que había salido a la venta en internet. Es de pequeñas dimensiones, aparentemente barroco, y representa a los Santos Niños acudiendo ante Daciano, el cual está ataviado de forma anacrónica a modo de rey medieval. Desconozco tanto su procedencia original como su autoría, y aunque su calidad pictórica no es excesiva, es de celebrar que, dada su temática, haya recalado en Alcalá.
1 Manuel Vicente Sánchez Moltó (textos).
Justo y Pastor: Origen de una ciudad. 450 aniversario de la reversión
de las reliquias. Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Marzo-abril de
2018.
2 Manuel
Vicente Sánchez Moltó (textos). Félix Yuste.
Alcalá, 1866-1950. Fundación Colegio del Rey. Ayuntamiento de
Alcalá de Henares. Mayo-junio de 1991.
Ver también:
Iconografía de los Santos Niños en
Alcalá de Henares (I) Imágenes y tallas
Iconografía de los Santos Niños en
Alcalá de Henares (III) Otros elementos artísticos
Iconografía
de los Santos Niños en Alcalá de Henares (IV) Las artes
menores
Iconografía de los Santos
Niños en Alcalá de Henares (V) Su presencia en los
conventos
Iconografía de los Santos
Niños en Alcalá de Henares (VI). Las tallas desaparecidas del
convento de la Imagen
Iconografía de los
Santos Niños en Alcalá de Henares (VII). Un cuadro
¿perdido?
Los grabados
alcalaínos de los Santos Niños
Publicado el 20-6-2010
Actualizado el 10-1-2024