Historia de la Semana Santa complutense (V)
De 2001 a 2010





El Descendimiento, todavía incompleto,
uno de los últimos pasos incorporados a la Semana Santa complutense






El año 2001, primero del nuevo milenio, trajo varias novedades importantes para la Semana Santa alcalaína. La primera de ellas, que tuvo lugar varios meses atrás (concretamente en septiembre del año anterior), fue la solemne coronación canónica de la Virgen de la Soledad, imagen que fue el motivo del espléndido cartel oficial.

En lo que respecta a las procesiones, cabe destacar principalmente la primera salida a la calle de la nueva cofradía de Jesús de los Desamparados y Nuestra Señora de las Angustias, con el excelente paso tallado por el imaginero conquense José Antonio Jiménez Langa llevado en andas por los hermanos de la recién creada cofradía. El día elegido para procesionar al duodécimo paso penitencial complutense fue el Lunes Santo por la tarde, única ocasión que tuvieron los alcalaínos de contemplar a la nueva cofradía ya que ésta no tomó parte en la procesión general del Viernes Santo. También es digno de reseñar que el Cristo del Trabajo salió por vez primera en andas, lo que elevó a cuatro el número de pasos llevados a hombros o por costaleros. En la procesión general esta cofradía celebró una despedida a la Virgen de la Soledad que se sumó a la ya tradicional ceremonia celebrada desde hacía años por la cofradía del Cristo de la Columna. Por lo demás, el tiempo primaveral ayudó a que todas las procesiones se desarrollaran con total normalidad.






La Semana Santa de 2002, anunciada con un cartel que reproducía una fotografía del nuevo paso de Jesús de los Desamparados y Nuestra Señora de las Angustias, contó como principal novedad con una nueva procesión, celebrada en la tarde del Martes Santo, que discurrió no por las calles del centro de la ciudad, sino por la residencia de ancianos de la carretera de Meco. En ella participaron tres imágenes: El Cristo de Medinaceli (pero no la actual imagen de Emilio Tudanca, sino su antecesora, propiedad también de la cofradía); el Cristo Yacente del convento de las Úrsulas, que nunca hasta entonces había salido en procesión, y la Virgen Dolorosa de la cofradía del Santo Entierro. Otra novedad importante fue el estreno de un palio para la Virgen de la Trinidad, y tampoco faltaron novedades menores que contribuyeron a una mejora de buena parte de los pasos. En el aspecto negativo, cabe reseñar que las obras de remodelación de la plaza de San Diego obligaron a modificar el recorrido de la mayor parte de las procesiones, dado que el paso de las mismas frente a la fachada de la Universidad se había convertido en casi obligado en los últimos años.






El cartel anunciador de la Semana Santa de 2003 fue una composición con las fotografías de los doce pasos procesionales, interesante como documento gráfico pero de mediocre calidad artística. Pese a que la semana comenzó con tiempo lluvioso, y fueron numerosas las procesiones suspendidas en distintos lugares de España, en Alcalá hubo suerte y todas ellas pudieron ser llevadas a cabo, aunque la de la Virgen de las Angustias tuvo que acortar su recorrido el Lunes Santo y el Vía Crucis del Martes Santo se celebró en el interior de la Magistral. En general fue una Semana Santa de consolidación, con novedades de tono menor en los pasos tales como la nueva carroza de la Virgen de la Esperanza o la modificación de la de la Virgen Dolorosa. Por segundo año consecutivo se celebró la procesión de la residencia de ancianos, aunque con algunos cambios en las imágenes ya que en esta ocasión el Cristo Yacente de las Úrsulas fue sustituido por el Cristo de la Agonía, llevado directamente en brazos sin carroza ni andas. Junto con esta imagen, la Virgen Dolorosa y el antiguo Cristo de Medinaceli, la procesión se completó con un pequeño crucifijo procedente de la Magistral que fue llevado también en brazos. El punto negativo, por su parte, estuvo en la renuncia de la Adoración Nocturna a participar en la procesión general, por lo que el Cristo con la Cruz a Cuestas fue llevado por miembros de las otras cofradías.

No obstante, las principales novedades de este año fueron, con diferencia, las modificaciones en los recorridos de las procesiones, empezando por la propia procesión general que fue acortada notablemente, reduciéndose al trayecto comprendido por la plaza de los Santos Niños, la calle Mayor y la plaza de Cervantes hasta el ayuntamiento. A última hora las obras de restauración de la Magistral motivaron un cambio en su punto de salida, que fue trasladado a la iglesia de las Bernardas. Por este motivo la tradicional despedida entre el Cristo de la Columna y la Virgen de la Soledad, a la que se sumó también el Cristo del Trabajo, tuvo lugar por vez primera en la plaza de Cervantes.

Además de la general, fueron varias las procesiones que modificaron sus recorridos. La Virgen de las Angustias cambió su lugar de salida de la ermita de Santa Lucía a la antigua iglesia de Caracciolos, recorriendo las calles del sur del casco antiguo junto con las del centro de la ciudad. El Cristo de la Columna celebró una estación en el patio del colegio mayor de San Ildefonso, y la Procesión del Silencio extendió su recorrido, como lo hiciera en los años cincuenta, hasta las calles Empecinado, Merced y Santa Clara. La Virgen de la Soledad, por último, se recogió en la parroquia de Santa María, su nueva sede, al verse obligada a abandonar la iglesia de las Bernardas por imposición de las autoridades eclesiásticas.

Dos noticias surgieron a finales de 2003, ambas relacionadas con la Semana Santa. Por un lado, y tras un largo tira y afloja, la cofradía del Cristo de Medinaceli acabó trasladándose finalmente a su nueva sede de la parroquia de San Bartolomé, realizándose una solemne procesión con sus dos imágenes el día 13 de diciembre de este año. La segunda noticia fue la decisión de adquirir, con la ayuda económica del Ayuntamiento, una imagen de Cristo Resucitado, con objeto de poder celebrar la hasta ahora inexistente procesión del Domingo de Resurrección. Esta imagen no estaría adscrita en principio a ninguna cofradía en concreto, sino que dependería de la Junta de Cofradías y estaría ubicada en la propia iglesia Magistral, carente por cierto hasta el momento de pasos procesionales.






A pesar de lo inestable del tiempo, que impidió la salida de numerosos desfiles procesionales en diferentes puntos de la geografía española, la Semana Santa alcalaína de 2004 fue respetada casi milagrosamente por la lluvia, lo que permitió disfrutar del buen número de novedades que trajo la misma, presentada con un cartel anunciador que volvía a reproducir, al igual que lo hiciera el de 1988, la imagen del Cristo de los Doctrinos con una fotografía muy parecida a la de dieciséis años atrás. La novedad de mayor calado fue sin duda el estreno del nuevo paso de Cristo Resucitado en la procesión del Domingo de Resurrección, la cual se estructuró en forma de la tradicional -en muchos puntos de España, aunque no en Alcalá salvo alguna procesión claustral durante los años de la II República y algo parecido, aunque no igual, en la inmediata posguerra- Procesión del Encuentro, con la imagen del Resucitado saliendo de la iglesia de las Bernardas y la de la Virgen de la Trinidad de San Bartolomé, para encontrarse ambas en la plaza de los Santos Niños. Esta imagen, tallada en madera de tilo pero construida en serie -con pantógrafo- en los talleres Granda, ubicados en un polígono industrial de Alcalá, costó doce mil euros y fue financiada por el ayuntamiento complutense, responsabilizándose la Junta de Cofradías de su procesión al carecer, al menos por el momento, de cofradía propia. En esta primera procesión ambas imágenes fueron llevadas en andas, el Cristo Resucitado por miembros de la cofradía del Cristo de la Columna y la Virgen por miembros de la cofradía del Cristo de Medinaceli, propietaria de esta imagen. Pese a cierta descoordinación achacable a la falta de experiencia, la ceremonia se realizó con bastante brillantez.

Pero hubo varias novedades más, no siendo menos importante la declaración de la Semana Santa alcalaína fiesta de interés turístico regional, sin duda un firme apoyo para su promoción fuera de la ciudad. Ya a un nivel menos excepcional, cabe reseñar la adopción por parte de la cofradía del Cristo de la Agonía del paso de Cristo con la Cruz a Cuestas, sacado por la Adoración Nocturna en el Vía Crucis del Martes Santo como única responsabilidad de esta asociación religiosa en toda la Semana Santa. Convertido así en el segundo paso de esta cofradía junto con el titular, el Cristo con la Cruz a Cuestas no sólo mantuvo su salida en la procesión general sino que también acompañó, por vez primera desde la efímera iniciativa de principios de los años sesenta, al Cristo de la Agonía en su procesión individual de la madrugada del Viernes Santo. Esta cofradía, muy activa este año, aportó dos de sus imágenes -el Cristo de la Agonía y la Dolorosa que lo acompaña en el paso- a la ya asentada procesión de la residencia de ancianos de la carretera de Meco, la cual se completó con el Cristo de Medinaceli. También responsabilidad de la cofradía del Cristo de la Agonía fue un nuevo Vía Crucis organizado por vez primera el Viernes de Dolores, lo que le convirtió en el preludio de la Semana Santa. Esta ceremonia religiosa se desarrolló a lo largo de la calle de Santa Úrsula, portándose la imagen del Cristo en brazos y tumbada al estilo legionario, sin andas ni carroza alguna.

El cambio de sede de las dos cofradías antaño ubicadas en la iglesia de las Bernardas se resolvió de diferente manera, ya que mientras la Virgen de la Soledad realizó su procesión desde la parroquia de Santa María, los dos pasos de la cofradía del Cristo de Medinaceli lo siguieron haciendo desde la iglesia de las Bernardas, en lugar de hacerlo desde la alejada parroquia de San Bartolomé. Curiosamente el hueco dejado por la Virgen de la Soledad fue cubierto por la cofradía de la Virgen de las Angustias que, tras haber contado con varias ubicaciones para su procesión del Lunes Santo -la ermita de Santa Lucía y la iglesia de Caracciolos-, optó este año por hacerlo desde la de las Bernardas. En cuanto a la procesión general, ésta siguió el modelo iniciado el año anterior, con distintas procesiones individuales de los siete pasos participantes seguidas de una carrera oficial a lo largo de la calle Mayor, con inicio en la plaza de los Santos Niños y final en la de Cervantes, tras lo cual cada cofradía se retiró por separado a su respectiva sede. Por no faltar a la tradición, la descoordinación entre las distintas cofradías volvió a hacer acto de presencia de nuevo pese a lo reducido de su recorrido común.

En el aspecto negativo hay que reseñar la rotura de la carroza de la Virgen de la Esperanza justo antes de su salida en procesión, lo que impidió que acompañara al Cristo de los Doctrinos, que hubo de hacerlo en solitario y con un considerable retraso. Por el contrario, un susto a la salida del Cristo de la Columna en la procesión del Miércoles Santo -se rompió un varal de las andas- pudo ser subsanado sin incidentes.






El cartel de la Semana Santa de 2005 repitió de nuevo el motivo del Cristo de Medinaceli -esta vez un primer plano del rostro de la imagen- debido a que se conmemoraba el cincuentenario de la constitución de esta cofradía alcalaína. La programación de las procesiones fue esencialmente similar a la del año anterior, con la diferencia -importante, eso sí- de que la procesión general fue sustituida por una corta carrera oficial reducida en la práctica a poco más del recorrido de la plaza de Cervantes, entrando los pasos por la calle Mayor y saliendo por la de Cerrajeros, tras desfilar ante la tribuna de autoridades levantada junto a la capilla del Oidor, lugar donde en esta ocasión se desarrolló el tradicional encuentro entre el Cristo de la Columna y la Virgen de la Soledad. El ensayo resultó positivo en comparación con la descoordinación de la procesión general de años anteriores, razón por la que se barajó la posibilidad de que en años sucesivos se siguiera aplicando esta fórmula.

Las procesiones individuales, en general, tendieron a alargar sus recorridos extendiéndolos hasta lugares como los Cuatro Caños o la zona del casco antiguo situada al sur de la Magistral. La procesión del Cristo de los Doctrinos llegó en esta ocasión hasta la plaza de los Santos Niños -desde su retorno a los desfiles procesionales nunca había pasado de la plaza de Cervantes- pasando también por la plaza de San Diego, donde se celebró un acto penitencial frente a la fachada de la universidad. En cuanto a la Procesión del Encuentro, realizada en esta ocasión por el Resucitado -llevado por la cofradía del Cristo del Trabajo, que salió desde el portón del convento de las Claras, en la calle Trinidad- y la Dolorosa de la cofradía del Santo Entierro, que partió de Santa Lucía, estuvo mucho mejor sincronizada que el año anterior, encontrándose ambas imágenes en la plaza de los Santos Niños, junto a la embocadura de la calle Mayor, para desde allí dirigirse ambas al interior de la Magistral, donde tuvo lugar la celebración del Domingo de Resurrección. Polémica fue, no obstante, la celebración del Vía Crucis del Martes Santo, ya que en esta ocasión la mayor parte de su recorrido tuvo lugar, de forma bastante accidentada, por el interior del recinto del palacio arzobispal, prácticamente a oscuras por unos lugares donde era bastante fácil tropezar y, como cabe suponer, sin la tradicional imagen de Cristo con la Cruz a Cuestas, por vez primera desde hacía muchos años.

La lluvia, pese a no ser demasiado intensa, ni continua, perturbó las procesiones del Miércoles y el Viernes Santo; aunque no llegó a provocar la suspensión de ninguna de ellas, forzó a acortar considerablemente las del Cristo del Trabajo -que tendría que ser restaurado- y el Cristo de la Columna -el miércoles- y causó un retraso de una hora en la carrera oficial del viernes, que quedó deslucida dado que la Virgen de la Trinidad desfiló con el palio cubierto con un plástico y la cofradía del Cristo de la Agonía, por precaución, se limitó a llevar en brazos -sin carroza- a su imagen titular, renunciando a sacar a la calle tanto al resto del calvario como al paso de Cristo con la Cruz a Cuestas.






El año 2006 trajo importantes novedades a la Semana Santa alcalaína, de las cuales la más importante fue sin duda el estreno del paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén, o de la Borriquilla, en la procesión del Domingo de Ramos, heredero del desaparecido en 1936. Obra del taller de Javier Tudanca, el autor de la Virgen de la Trinidad, está tallado en madera de tilo -se trata de una imagen de encargo, y no de serie-, y su coste ascendió a los 50.000 euros. Portado en esta ocasión por los costaleros de la cofradía de la Soledad -al igual que con el Cristo Resucitado las cofradías acordaron turnarse en años sucesivos-, el nuevo paso suscitó una gran expectación y una asistencia de público muy superior a la habitual en esta procesión cuando la misma se desarrollaba sin imágenes.

No menos importante resultó la bendición de una nueva imagen, María Santísima de las Lágrimas y el Consuelo, adquirida por la comunidad de Carmelitas de la Imagen propietaria del Cristo de la Columna, aunque no saldría en procesión por vez primera, acompañando a la imagen titular de esta cofradía, hasta un año más tarde. La Virgen, de factura clásica andaluza, fue labrada por el imaginero Bartolomé Alvarado en su taller de la localidad jiennense de Úbeda y, tras ser bendecida poco antes el inicio de la Semana Santa, es venerada en la iglesia del convento, donde fue colocada al lado del Cristo.

Novedades de menor fuste, pero no por ello carentes de interés, fueron la representación de la Pasión organizada por la cofradía de las Angustias en la parroquia de Santiago o la salida en procesión, por vez primera en muchos años, del Jesús de Medinaceli -rebautizado como Jesús Cautivo para evitar confusiones- del convento de las Úrsulas, concretamente en el Vía Crucis que la cofradía del Cristo de la Agonía celebra el Viernes de Dolores. Se dio así la circunstancia de que las tres imágenes de esta advocación que existen en la ciudad participaron en los desfiles procesionales, ya que la tercera de ellas -la antigua, propiedad de la cofradía titular- lo hizo asimismo en la procesión de la residencia de ancianos acompañando al Cristo de la Agonía y a la Dolorosa de este mismo paso, al igual que ocurriera en años anteriores. En la Procesión del Encuentro fue la Virgen de la Esperanza quien acompañó a la imagen del Resucitado, portada esta última por la cofradía del Cristo de la Agonía. El cartel, por último, reproducía una fotografía de Baldomero Perdigón Melón en la que se aprecia parte del hábito de un cofrade del Cristo de los Doctrinos, rompiéndose con la tradición de dedicárselo a las nuevas imágenes pese a que la de Cristo Resucitado llevaba ya tres años saliendo a las calles alcalaínas.

Aunque el tiempo en general fue soleado -este año la Semana Santa cayó muy tardía, hacia mediados de abril-, lo que permitió el lucimiento de las procesiones, la excepción fue el Viernes Santo, donde la lluvia caída abundantemente por la tarde arruinó la procesión general -pese a que todas las cofradías llegaron a salir a la calle, tan sólo la de la Agonía y la del Cristo de la Esperanza consiguieron completar su recorrido, siendo preciso proteger a las imágenes con plásticos- y provocó la suspensión de la Procesión del Silencio, sustituida por un acto litúrgico en el interior de la Magistral.

Es preciso reseñar también que, de forma paralela a las procesiones, a lo largo de estos últimos años se ha venido consolidando un ciclo de conciertos de diferentes tipos de música -marchas procesionales, música coral...- que se ha convertido ya en un atractivo más de la Semana Santa complutense, al que hay que sumar la iniciativa de la concejalía de Turismo de crear una Ruta de las Procesiones que lleva a los turistas por el recorrido que realizan las diferentes imágenes.






La Semana Santa de 2007 presentó como principal novedad la primera salida en procesión de la nueva imagen de María Santísima de las Lágrimas y el Consuelo, la noche del Miércoles Santo acompañando al Cristo de la Columna, llevada bajo palio por una cuadrilla de costaleras femeninas. Una excelente fotografía de esta Virgen, obra de Baldomero Perdigón, fue asimismo el motivo elegido para ilustrar el cartel oficial de ese año.

Pese al temporal que azotó durante esos días buena parte de España, las procesiones complutenses se pudieron desarrollar sin demasiados incidentes hasta el Miércoles Santo, cabiendo reseñar que, según el turno rotatorio establecido, el paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén fue llevado en andas en esta ocasión por miembros de la cofradía del Cristo del Trabajo, realizándose un recorrido más largo que el tradicional previo a la bendición de los ramos en el palacio arzobispal.

Lamentablemente la lluvia, que tan avara se había mostrado durante los meses anteriores, hizo su aparición en la tarde del Jueves Santo, desluciendo las procesiones del Cristo de los Doctrinos y el Cristo de Medinaceli, que no pudieron concluir con normalidad su recorrido. Algo similar ocurrió el Viernes Santo, pese a lo cual el Cristo de la Agonía salió a la calle desafiando a la lluvia. La más perjudicada fue, una vez más, la procesión general; de las cinco cofradías participantes la del Cristo de la Columna y la del Cristo de la Agonía no llegaron a salir de sus iglesias, mientras la del Cristo de Medinaceli lo hacía con sus dos pasos cubiertos con plásticos. Puesto que tanto esta última cofradía como la del Cristo del Trabajo tuvieron que retirarse precipitadamente, tan sólo la Virgen de la Soledad logró terminar a trancas y barrancas su procesión, por lo cual la carrera oficial no pudo llevarse a cabo. Asimismo la procesión del Silencio hubo de interrumpirse, ya en la medianoche del Viernes Santo, cuando apenas había recorrido el tramo inicial de su itinerario.

Pasado lo peor del temporal, la última de las procesiones del programa, la del Encuentro, se pudo realizar sin percances, con el Cristo Resucitado portado en andas por miembros de la cofradía del Cristo de la Columna y la Virgen de las Angustias llevada por anderas femeninas pertenecientes a la cofradía de la que es titular esta Virgen. Como detalle peculiar cabe reseñar que, a diferencia de su procesión del Lunes Santo, que tenía como punto de partida la iglesia de las Bernardas, en esta ocasión la Virgen inició su recorrido desde su sede canónica, la parroquia de Santiago, situada fuera del casco antiguo y, por lo tanto, fuera también de los trayectos habituales de las procesiones de Semana Santa. El Cristo, por su parte, tuvo un recorrido asimismo poco habitual por las calles situadas tras la Magistral, hasta encontrarse ambos, como ya es tradicional, en la plaza de los Santos Niños.


Boceto del paso del Descendimiento, encargado por la cofradía de la Soledad


Aunque todavía quedaba mucho para la Semana Santa de 2008, las cofradías comenzaron a moverse apenas terminada la Semana Santa del año anterior. Así, la cofradía de la Virgen de la Soledad anunció oficialmente, el día 16 de junio de 2007, la creación de un nuevo paso, un Descendimiento formado por media docena de figuras encargado al imaginero sevillano Jesús Méndez Lastrucci, bisnieto de Antonio Castillo Lastrucci, autor de la talla de la Virgen titular de la cofradía. Dada la complejidad del paso, con un total de seis figuras, no se preveía que éste pudiera estar completo al menos hasta pasados varios años, aunque las figuras que lo componían irían siendo recibidas poco a poco según fueran siendo talladas. Por último, a finales de 2007 la cofradía del Cristo del Trabajo amplió su nombre oficial al de Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza y el Trabajo y Nuestra Señora de la Misericordia, al tiempo que hacía pública la decisión de adquirir una imagen de la Virgen como segundo paso de la cofradía, encargándosele la labor al imaginero sevillano Rafael Martín Hernández.


Nuestra Señora del Mayor Dolor y el Traspaso. Fotografías de Juan de la Plaza


Asimismo se empezó a gestar una nueva cofradía, cuya imagen titular, la Virgen del Mayor Dolor y el Traspaso, de nueva factura, no fue expuesta al culto, conservándose en la clausura del convento de las Úrsulas. Lamentablemente los trámites de constitución de la cofradía no llegaron a cuajar, por lo que se perdió la oportunidad de poder contar con ella.






La Semana Santa de 2008 cayó en unas fechas inusitadamente tempranas -con el Domingo de Ramos el 16 de marzo-, lo que obligó a las cofradías a realizar un esfuerzo adicional para tener todo preparado a tiempo. El cartel oficial reproducía en esta ocasión la fotografía -por cierto, sin firma- de los candelabros de uno de los pasos, un motivo ciertamente atractivo pero que volvía a dejar fuera a los dos únicos pasos que todavía no han sido reflejados en los citados carteles, la Entrada de Jesús en Jerusalén y el Cristo Resucitado.

Ninguna de las iniciativas en curso por parte de las distintas cofradías pudo hacerse efectiva todavía, por lo que el programa oficial fue, en lo que respecta a las procesiones, esencialmente igual al del año anterior, con dos únicas novedades ambas a cargo de la cofradía del Cristo de la Columna. La primera de ellas fue la constitución de un nuevo Vía Crucis siguiendo la estela del instaurado dos años antes por la cofradía del Cristo de la Agonía y recuperando, asimismo, una imagen que no salía en procesión, el Jesús con la Cruz a Cuestas -gemelo del segundo paso de esta última cofradía-, conservado en el convento de Carmelitas de la Imagen, que recorrió las calles cercanas a su iglesia bajo a advocación de Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas. La fecha elegida para este acto fue la del primer viernes de cuaresma, que en esta ocasión correspondió al 8 de febrero, lo que lo convierte de aquí en lo sucesivo en la primicia de la Semana Santa alcalaína. La segunda, fue la participación de la Virgen de las Lágrimas, el segundo paso de esta cofradía, en la procesión general del Viernes Santo, además de en la suya propia del Miércoles Santo, a diferencia del año anterior en que sólo lo hizo en ésta última.

En lo que respecta al resto de las procesiones, por vez primera en los últimos años la lluvia las respetó en su totalidad, lo que permitió su desarrollo sin ningún impedimento y con notable éxito, aunque las obras de restauración de la iglesia de las Bernardas provocaron cambios en las procesiones que tenían su salida desde la misma, concretamente la de la Virgen de las Angustias, que lo hizo desde la iglesia de las Agustinas, y la del Cristo de Medinaceli, que optó por el antiguo cuartel de Sementales, actual sede de la Fundación Colegio del Rey, en la calle del Empecinado. Se repitió, eso sí, la tradicional polémica sobre la conveniencia o no de mantener la procesión general, un tema que mantenía dividida la opinión de las cofradías.

Conforme a los turnos rotatorios establecidos para las dos procesiones que carecían de cofradía propia, fue la de la Virgen de la Soledad la que se hizo cargo este año de la procesión del Domingo de Ramos, mientras en la del Encuentro el paso de Cristo Resucitado fue llevado por la cofradía del Cristo de la Agonía acompañado de nuevo por la Virgen de la Trinidad, que ya lo hiciera la primera vez que se organizó esta procesión en 2004, algo que llamaba un tanto la atención ya que otras Vírgenes de la Semana Santa complutense, tales como la Soledad, la de las Lágrimas o la Dolorosa del Cristo de la Agonía todavía no habían intervenido en ella.

Para próximos años se anunciaron novedades importantes. A las ya conocidas del Descendimiento, de la cofradía de la Virgen de la Soledad -la figura de Cristo sería entregada por el escultor en noviembre de 2008, y bendecida el 23 de ese mes-, y de la Virgen de la Misericordia, de la cofradía del Cristo del Trabajo, se sumó el anuncio de la cofradía del Santo Entierro de recuperar para 2009, coincidiendo con el sexagésimo aniversario de su refundación, el paso de los Atributos de la Pasión tal como procesionaba tradicionalmente, es decir, sobre carroza, y no portados en las manos por algunos cofrades como se había venido haciendo durante estos últimos años. Esto convertiría a esta cofradía en la única alcalaína con una procesión de tres pasos.




Boceto del paso de las Negaciones de San Pedro, encargado por la cofradía de las Angustias


Asimismo la cofradía de la Virgen de las Angustias presentó la maqueta de su segundo paso, las Negaciones de San Pedro, encargado al imaginero José Antonio Jiménez Langa, autor de la imagen titular de la cofradía, con un total de seis imágenes: un Cristo cautivo, San Pedro, Nicodemo, Caifás, un soldado y una posadera, junto con el famoso gallo que cantó las tres veces. Por último, la Virgen del Mayor Dolor y el Traspaso continuó un año más en la clausura de las Úrsulas, al seguir sin tener permiso del obispado no sólo para participar en las procesiones de Semana Santa, sino incluso para recibir culto en la iglesia del citado convento.

En los meses posteriores a la celebración de la Semana Santa comenzaron a concretarse algunas de las iniciativas en marcha. La Virgen de la Misericordia fue concluida por su autor y entregada a la cofradía en mayo de 2008, siendo bendecida el 14 de septiembre de ese mismo año en el convento de las Claras, su sede canónica. Se trata de una Dolorosa de edad madura que participó por vez primera en los desfiles procesionales durante la Semana Santa de 2009. El 22 de noviembre de 2008 le llegó el turno a la primera figura del paso del Descendimiento, Nuestro Señor Jesucristo en su Descendimiento, que fue bendecido en la parroquia de Santa María, sede canónica de la cofradía de la Virgen de la Soledad. Sólo un día más tarde, el 23 de noviembre, la cofradía de la Virgen de las Angustias hizo lo propio en la iglesia de las Agustinas con la primera imagen de su nuevo paso, también el Cristo, bajo la advocación de Nuestro Señor de la Divina Misericordia.

El 25 de marzo de 2009, ya casi en vísperas de la Semana Santa, fue bendecida una imagen de la Verónica encargada por la cofradía del Cristo de la Agonía a la artista alcalaína Cristina Canales, con objeto de incluirla en el paso de Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas, al cual se le vistió asimismo con una túnica de terciopelo bordado. La Verónica es una talla realizada en madera de tilo a tamaño natural ataviada de hebrea, y en sus manos porta un paño con la faz de Cristo pintado por José Antonio Martínez Sabina, cofrade de la hermandad. Por su parte el 3 de abril fue bendecida la imagen de Nicodemo, perteneciente al paso del Descendimiento.

La otra cara de la moneda la aportó la cofradía del Santo Entierro, a la que no le fue posible tener terminado a tiempo el paso de los Atributos de la Pasión, posponiéndose su estreno a la Semana Santa de 2010. En otro orden de cosas, cabe reseñar la reducción de la participación en la procesión general a tan sólo tres cofradías -Cristo de Medinaceli, Cristo de la Columna y Cristo de la Agonía- tras la retirada del Cristo de los Trabajos y la Virgen de la Soledad.






El cartel anunciador de la Semana Santa de 2009, que a diferencia del año anterior cayó en fechas tardías -el Domingo de Ramos fue el 5 de abril-, correspondió en esta ocasión a una de las nuevas imágenes, la de la Virgen de la Misericordia. Pese a que en las semanas anteriores el tiempo había sido inusualmente seco y caluroso, la lluvia volvió a alterar una vez más algunas de las procesiones de la Semana Santa de 2009, impidiendo la salida de la Virgen de las Angustias el Lunes Santo y las de las tres procesiones previstas para la tarde y la noche del Viernes Santo, la general, la de la Virgen de la Soledad -que se vio imposibilitada de estrenar su nuevo paso del Descendimiento, con las imágenes de Cristo y de Nicodemo-, y de la Procesión del Silencio, que hubo de ser realizada por el interior de la Magistral. El resto de las mismas pudo ser celebrado con normalidad, aunque la del Cristo de la Agonía de la madrugada del Viernes Santo se vio sorprendida por un aguacero justo antes de recogerse en la iglesia de las Úrsulas. Así pues, tanto la Virgen de la Misericordia como la Verónica pudieron ser contempladas en su primera salida a las calles alcalaínas, aunque esta segunda sólo lo pudo hacer en la primera de las dos procesiones inicialmente previstas. Por último, en la Procesión del Encuentro del Domingo de Resurrección intervino de nuevo la Dolorosa del Santo Entierro tal como lo hiciera en 2005, mientras el paso de Cristo Resucitado fue portado por la cofradía del Cristo de Medinaceli.


Boceto de Jesús de la Humildad. Fotografías tomadas de http://sanjuandeaviladealcala.blogspot.com/


Otra novedad de la Semana Santa de 2009 fue la creación de un grupo, surgido en el seno de la parroquia de San Juan de Ávila, con la voluntad de constituirse en cofradía. Con el nombre de pro-hermandad de Jesús de la Humildad en su presentación al pueblo, se responsabilizaron del desfile procesional del Domingo de Ramos portando las andas de la Entrada de Jesús en Jerusalén y algunos meses más tarde, en julio de 2009, presentaron en su página web el boceto de la que debería ser su imagen titular, un Ecce-Homo obra del imaginero sevillano Rafael Martín Hernández. Lamentablemente problemas aparecidos durante el proceso de gestación de la nonata cofradía dejaron paralizado el proyecto a inicios de 2010, sin que ésta llegara a constituirse.






La Semana Santa de 2010, que cayó a caballo entre los meses de marzo y abril, padeció menos que la anterior las inclemencias de la lluvia, aunque el Lunes Santo la procesión de la Virgen de las Angustias hubo de ser aplazada a poco de empezar, mientras el Miércoles Santo la procesión del Cristo del Trabajo se retrasó a causa de un chubasco, por fortuna breve, y la del Cristo de la Columna tuvo asimismo algunos problemas poco antes de su recogida por idéntica razón. Por el contrario, el resto de los días se pudieron celebrar las procesiones con toda normalidad.

La imagen escogida en esta ocasión para ilustrar el cartel oficial fue la de Cristo Resucitado, todavía inédita pese a estar procesionando desde 2004. En cuanto a las novedades éstas fueron varias, siendo la de mayor calibre el estreno del paso de los Atributos de la Pasión, de la cofradía del Santo Entierro, con el que la procesión del Silencio volvió a contar con tres pasos cuarenta años después de perderlo; puesto que no se conservaban fotografías de éste, sino tan sólo algunos bocetos, no se puede hablar con propiedad de una reconstrucción sino más bien de una recreación, la cual fue realizada en los talleres de Arte Martínez, de Horche (Guadalajara). Otra novedad de esta cofradía fue la salida en andas del Cristo Yacente, estando en sus planes hacerlo también con el resto de sus pasos en el futuro.


Los Atributos de la Pasión y María Magdalena fueron las novedades de la Semana Santa de 2010


También la cofradía del Cristo de la Agonía continuó con su iniciativa de completar sus dos pasos, incorporando una María Magdalena al Calvario de su imagen titular; la figura fue adquirida en los talleres de El Arte Cristiano, de Olot, los mismos de los que proceden el Cristo, la Virgen y San Juan. Bendecida la imagen en vísperas de la Semana Santa, participó en los desfiles procesionales de la cofradía. Por último, es preciso reseñar asimismo la constitución de la banda de música de la cofradía del Cristo de la Columna, la segunda de estas características en Alcalá tras la del Cristo de Medinaceli.

Por lo demás, la procesión general, con tan sólo tres cofradías participantes -Cristo de la Columna, Cristo de Medinaceli y Cristo de la Agonía-, quedó reducida a una breve carrera oficial que discurrió por el tramo central de la calle Mayor, por lo que en realidad se puede hablar más bien de cuatro procesiones individuales, las de las tres cofradías citadas y la de la Virgen de la Soledad, que al fin pudo estrenar su nuevo paso del Descendimiento, todavía incompleto y reducido a las figuras de Cristo y Nicodemo.

En cuanto a las dos procesiones organizadas por la Junta de Cofradías, la del Domingo de Ramos fue responsabilidad de la cofradía del Cristo de los Doctrinos, mientras en la del Encuentro el paso de Cristo Resucitado, portado por la cofradía del Cristo de Medinaceli, fue acompañado de nuevo por la Virgen de las Angustias, tal como ya lo hiciera en 2007.





Publicado el 16-6-2006
Actualizado el 10-4-2019