Historia de la Semana Santa complutense (VI)
De
2011 a 2020
El Cristo del
Silencio en su Flagelación, de Luis Álvarez
Duarte,
bendecido en el convento de la Imagen en mayo de 2014
Para el cartel de 2011 no se reprodujo la fotografía de ningún paso, pese a faltar todavía la Entrada de Jesús en Jerusalén y los Atributos de la Pasión, sin contar con los pasos ampliados -el Cristo de la Agonía, con María Magdalena, y Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas, con la Verónica- ni con los todavía inconclusos de las Negaciones de San Pedro y el Descendimiento. La elección, por el contrario, recaería en la fotografía, obra de Antonio Rocha, correspondiente al primer plano de las manos de un cofrade de la Virgen de las Angustias.
A primeros de abril -en esta ocasión la Semana Santa cayó inusitadamente tardía, del 17 al 24 de ese mes- la cofradía de la Virgen de las Angustias recibió la segunda imagen de su paso de misterio, las Negaciones de San Pedro, concretamente la que representa a este apóstol acompañado por el gallo a cuyo canto hacen alusión los Evangelios. Sufragada por una donación particular es obra del imaginero José Antonio Jiménez Langa, autor del paso titular de la cofradía y de Nuestro Señor de la Divina Misericordia, y fue bendecida por el obispo complutense el 10 de abril. Aunque el paso estaba todavía incompleto al faltar las imágenes de Nicodemo, Caifás, el soldado y la posadera, la cofradía comunicó que San Pedro saldría en procesión, junto con Nuestro Señor de la Divina Misericordia, acompañando a la imagen titular.
Otra novedad de importancia fue la recuperación del formato tradicional del Vía Crucis del Martes Santo tal como se había venido realizando hasta el año 2002, con un recorrido más amplio por las calles del centro de la ciudad y la participación del Cristo con la Cruz a Cuestas del convento de las Úrsulas, aunque sin la figura de la Verónica que le fuera añadida en 2009 por la cofradía del Cristo de la Agonía.
Asimismo, la junta de cofradías adoptó la decisión de suprimir la procesión general tras el anuncio de retirada de la misma de las cofradías del Cristo de la Columna y del Cristo de la Agonía, mientras la cofradía restante, la del Cristo de Medinaceli, manifestaba su voluntad de seguir procesionando el Viernes Santo, aunque ya a título de procesión particular, manteniendo su procesión tradicional del Jueves Santo.
Aunque el 11 de marzo, primer viernes de Cuaresma, ya el Vía Crucis de la cofradía del Cristo de la Columna se había visto perturbado por la lluvia, el mes de abril se mostró excepcionalmente seco, lo que no impidió que la Semana Santa fuera recibida con un fuerte temporal de lluvias que afectó a la práctica totalidad de España durante los días centrales de las celebraciones, algo que no ocurría con esta intensidad, según los meteorólogos, desde hacía varias décadas. Estas lluvias provocaron la suspensión de gran parte de las procesiones programadas por todo el país, sin que Alcalá fuera ajena a estos percances meteorológicos.
Sin embargo la semana comenzó soleada, de modo que las procesiones comprendidas entre el Viernes de Dolores y la tarde del Martes Santo pudieron desarrollarse sin problemas: el Vía Crucis de la cofradía del Cristo de la Agonía; la procesión del Domingo de Ramos, con el paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén portado en andas por miembros de la cofradía del Santo Entierro; la de la cofradía de la Virgen de las Angustias y la de la residencia de ancianos de la tarde del Martes Santo.
Lamentablemente no ocurrió lo mismo con las que estaban programadas para los días centrales de la Semana Santa, desde la noche del Martes Santo hasta la medianoche del Viernes Santo, todas las cuales se vieron perturbadas en mayor o menor medida por la lluvia. Algunas de ellas, como el Vía Crucis del Martes Santo y la del Silencio, tuvieron que celebrarse por el interior del recinto de la Magistral-Catedral. Otras como las del Cristo de la Esperanza y el Trabajo, el Cristo de los Doctrinos, el Cristo de Medinaceli del Jueves Santo y el Cristo de la Agonía, hubieron de ser interrumpidas o acortadas de forma precipitada, mientras las del Cristo de la Columna y la Virgen de la Soledad fueron retrasadas y su itinerarios abreviados. En varias ocasiones resultó necesario además proteger las imágenes con plásticos. Tan sólo la segunda procesión del Cristo de Medinaceli, en la tarde del Viernes Santo, pudo desarrollarse con relativa normalidad.
En contraste un soleado Domingo de Resurrección permitió que pudiera desarrollarse con toda normalidad la Procesión del Encuentro, en la que en esta ocasión intervino la Virgen de la Misericordia llevada en andas, al igual que Cristo Resucitado, por miembros de la cofradía del Cristo de la Esperanza y el Trabajo, poniéndose de esta manera punto final a la Semana Santa más accidentada de los últimos -dicen que cuarenta- años.
Peor todavía, si cabe, fue la meteorología de la Semana Santa de 2012. Pese a que el recién terminado invierno había sido el más seco de las últimas décadas, y a que durante los meses anteriores apenas si cayó una gota del cielo, en los días centrales de la semana la lluvia causó auténticos estragos, hasta el punto de que tan sólo la mitad de ellas pudo realizar su recorrido completo: los dos Vía Crucis previos al Domingo de Ramos -el de la cofradía del Cristo de la Columna y el de la cofradía del Cristo de la Agonía-, la procesión del Domingo de Ramos -organizada este año por la cofradía de la Virgen de la Soledad-, el Via Crucis del Martes Santo, las dos de la tarde del Viernes Santo -la de la Virgen de la Soledad y la segunda del Cristo de Medinaceli-, la del Silencio de la medianoche del Viernes Santo y la del Encuentro del Domingo de Resurrección. El resto tuvieron que acortar o interrumpir su recorrido, caso de la de la Virgen de las Angustias, las dos del Miércoles Santo -Cristo del Trabajo y Cristo de la Columna- y la primera del Cristo de Medinaceli del Jueves Santo, o bien no llegaron a salir, como ocurrió con la procesión de la residencia de ancianos, la del Cristo de los Doctrinos y la del Cristo de la Agonía. En definitiva, un desastre.
Por lo demás esta Semana Santa, cuyo cartel oficial reproducía una fotografía del paso de la Borriquilla obra de Baldomero Perdigón Melón, presentó novedades importantes no en lo referente a las procesiones, que fueron las mismas que el año anterior con la extinta procesión general reducida a una segunda salida a la calle de la cofradía del Cristo de Medinaceli, sino por el estreno de nuevas figuras en los dos pasos de misterio todavía incompletos, las de Caifás y una posadera en el de las Negaciones de San Pedro, y la de José de Arimatea en el del Descendimiento, obras respectivamente de los imagineros José Antonio Jiménez Langa y Jesús Méndez Lastrucci. Si bien el primero de ellos apenas pudo lucirse a causa de la lluvia, el Descendimiento sí realizó su recorrido procesional completo acompañando a la imagen titular de su cofradía.
Otra novedad prevista era el estreno, todavía sin terminar -faltaban el policromado y las figuras de varios santos complutenses o vinculados con la ciudad-, de la nueva carroza del Cristo de los Doctrinos, frustrado por la lluvia ya que, tal como ha sido comentado, esta procesión no llegó a salir siquiera a la calle, aunque sí se pudieron contemplar los dos pasos de la cofradía en el interior de la antigua iglesia de los Basilios, situada frente a la ermita.
Por no faltar a la tradición el Domingo de Resurrección amaneció soleado, lo que permitió que la procesión del Encuentro, que ponía el broche final a esta accidentada Semana Santa, se pudiera celebrar con total normalidad. En esta ocasión y acompañando al Cristo Resucitado, llevado en carroza por miembros de la cofradía del Cristo de la Agonía, participó por tercera vez -ya lo había hecho en 2004 y 2008- la Virgen de la Trinidad, también portada en carroza por la cofradía del Cristo de Medinaceli.
Por último el 23 de abril de 2012, recién terminada la Semana Santa, se anunció la constitución de una nueva cofradía, la novena, bajo la advocación de Nuestro Padre Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Salud y el Perpetuo Socorro, de momento como pro-hermandad a la espera de la aprobación de sus estatutos por parte del Obispado.
La Semana Santa de 2013, cuyo cartel anunciador reproducía una fotografía del paso del Descendimiento firmada por Manuel Morata, inició su andadura lastrada tanto por la crisis económica como por los problemas internos de varias cofradías, sin olvidar tampoco una preocupante falta de costaleros y anderos. De hecho, la cofradía de la Virgen de las Angustias comunicó que, por no disponer de suficientes anderos para sus dos pasos, había decidido desdoblar la procesión en dos, realizando la de las Negaciones de San Pedro el Domingo de Ramos y la de la Virgen de las Angustias el Lunes Santo conforme era habitual. Aunque finalmente tal innovación no llegó a llevarse a cabo y la cofradía pudo contar con el refuerzo de anderos de otras cofradías, fuentes de la misma manifestaron que no descartaban la posibilidad de hacerlo en un futuro. Lo que sí se hizo fue cambiar el lugar de salida de la procesión, del convento de las Agustinas a la Catedral-Magistral.
En lo que respecta al desarrollo de las procesiones, un año más la meteorología volvió a mostrarse desfavorable con el inicio de primavera más lluvioso de las últimas décadas en la mayor parte de España, aunque por suerte Alcalá salió bastante bien librada en comparación con muchas otras ciudades españolas. Por culpa de la lluvia hubieron de ser suspendidos, o realizados en el interior de sus respectivos templos, el Vía Crucis de la cofradía del Cristo de la Columna, que había sido retrasado al segundo viernes de Cuaresma; la procesión de la Virgen de las Angustias; la de la residencia de ancianos, el Vía Crucis organizado por la Adoración Nocturna y la procesión del Cristo de la Agonía, al tiempo que la del Cristo de la Columna hubo de ser acortada ante la amenaza de lluvia, aunque no tuvo necesidad de volver precipitadamente a su iglesia.
Todas las demás pudieron celebrarse sin problemas, realizándose con un año de retraso el estreno de la nueva carroza del Cristo de los Doctrinos. En cuanto a las dos procesiones organizadas por la Junta de Cofradías, la del Domingo de Ramos fue responsabilidad de la cofradía del Cristo de Medinaceli, mientras en la del Encuentro colaboraron la del Cristo de la Columna con el paso de Cristo Resucitado y la del Santo Entierro con su Dolorosa.
Novedad menor fue el apagado del alumbrado público conforme la Procesión del Silencio iba recorriendo las calles de la ciudad, lo que contribuyó a realzar su peculiar tradición castellana. Como hecho negativo, cabe reseñar la supresión de la Pasión viviente que desde 2006 se venía representando en la parroquia de Santiago.
Nuestra Señora de la
Salud y el Perpetuo Socorro en la ceremonia de su
bendición
Fotografía proporcionada por la
cofradía
Recién terminada la Semana Santa tuvo lugar, con fecha de 19 de abril de 2013, la aprobación de los estatutos de la hasta entonces pro-hermandad de Nuestro Padre Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Salud y el Perpetuo Socorro. Tal como indica su nombre, la novena cofradía penitencial complutense adoptó como imagen titular el Cristo Resucitado que desde 2004 venía participando en la Procesión del Encuentro. En cuanto a su segunda imagen, la Virgen de la Salud y del Perpetuo Socorro, ésta fue encargada por la cofradía al imaginero sevillano Salvador Madroñal Valle, debiéndose su advocación al hecho de que una parte significativa de los miembros de la nueva cofradía provenían del ámbito sanitario. La imagen de la Virgen fue bendecida el 9 de junio de 2013 y realizó una procesión extraordinaria el día 15 de ese mismo mes, tras lo cual quedó depositada en la capilla de la Catedral-Magistral que alberga al Cristo Resucitado. Los responsables de la cofradía comunicaron que a partir de 2014 ésta se encargaría de la Procesión del Encuentro del Domingo de Resurrección, acabándose con el sistema de turnos vigente hasta el momento.
Otra novedad de alcance fue la noticia de que la comunidad religiosa de las Carmelitas de la Imagen, propietaria del Cristo de la Columna titular de la cofradía homónima, había encargado la ejecución de una nueva talla -la imagen actual es de serie, realizada en Olot a finales de los años sesenta- al imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte. La imagen fue entregada a las monjas carmelitas a principios de febrero de 2014 junto con la de la Virgen de los Dolores en su Esperanza, también obra de Álvarez Duarte, siendo bendecidas el 24 de mayo de 2014 en la capilla del convento, permaneciendo expuestas a la veneración pública hasta el día 25 de mayo antes de ser trasladadas de nuevo a la clausura, no estando previsto que salgan en procesión ni tampoco que sean trasladadas a la iglesia.
La Semana Santa de 2014, que se desarrolló entre el 13 y el 20 de abril, fue la primera desde la de 2008 en ser respetada íntegramente por la lluvia. Esta circunstancia, que permitió el desarrollo de la totalidad de las procesiones sin ningún incidente, unida a un tiempo casi más veraniego que primaveral, la convirtió en la más lucida de los últimos años.
Como ya había sido anunciado, la principal novedad de este año, marcado en general por una línea de continuidad en la mayoría de las cofradías, fue la primera Procesión del Encuentro organizada por la nueva cofradía de Nuestro Padre Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Salud y el Perpetuo Socorro, la cual modificó el modelo de los años anteriores refundiendo las dos procesiones en una sola de mayor longitud. Al llegar a la plaza de Palacio las imágenes, llevadas por costaleros, se separaron, encaminándose la del Cristo Resucitado por la calle de San Juan y la Virgen de la Salud por la de San Felipe, para confluir en la ceremonia del Encuentro en la plaza de los Santos Niños.
Terminaba de esta manera el turno rotatorio establecido por las cofradías para organizar esta procesión desde que se creara en 2004, ya que a partir de este momento sería la nueva cofradía la que se responsabilizaría de ella. Esto no afectó a la procesión del Domingo de Ramos que, por seguir careciendo de cofradía propia, continuó con la misma fórmula, correspondiéndole este año a la cofradía del Cristo del Trabajo.
Precisamente la nueva imagen de la Virgen de la Salud fue la protagonista del cartel oficial de este año, con un fotomontaje obra de Loren Fernández en el que aparece la imagen de la Virgen contemplada por un costalero.
Otra novedad de alcance fue la presentación oficial el 5 de abril, tan sólo una semana antes del Domingo de Ramos, de la nueva pro-hermandad de Jesús Despojado, María Santísima de la Paz y San Juan Evangelista, cuya sede canónica quedó establecida en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en el barrio de Espartales. Esta pro-hermandad, que seguía los pasos de la del Resucitado, se constituyó en la décima cofradía penitencial de la ciudad, siendo su proyecto contar con dos pasos, el de Jesús Despojado de sus vestiduras y otro de palio con María Santísima de la Paz y San Juan Evangelista.
La tercera y última novedad, en esta ocasión negativa, fue la renuncia de la cofradía de las Angustias a sacar en la procesión del Lunes Santo el paso de las Negaciones de San Pedro, al carecer de anderos suficientes. En compensación, esta cofradía celebró una procesión extraordinaria tan sólo con este paso el domingo 27 de abril, en conmemoración de la festividad del Señor de la Divina Misericordia -advocación de la imagen de Cristo que forma parte del mismo- y de la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II. La procesión se realizó con tan sólo dos de las cuatro imágenes -la del Señor de la Divina Misericordia y la de San Pedro- de las que actualmente dispone el paso, ya que las dos restantes, Caifás y la posadera, no fueron utilizadas al no tratarse de una estación de penitencia. Por el momento, se desconoce lo que ocurrirá con este paso en años venideros.
Al igual que la del año anterior la Semana Santa de 2015, que tuvo lugar entre el 29 de marzo y el 5 de abril, se caracterizó por un inusual tiempo soleado que permitió el lucimiento de todas las procesiones. El cartel fue en esta ocasión un fotomontaje realizado con varias fotografías de las dos imágenes titulares de la cofradía de la Columna, la del Cristo de la Columna y la de la Virgen de las Lágrimas, todas ellas de Loren Fernández.
Las novedades de este año se repartieron entre las positivas y las negativas. Entre las primeras cabe destacar la adquisición de una imagen de San Juan por la cofradía de Jesús de Medinaceli. La talla, obra del imaginero Juan Manuel Montaño, fue bendecida el 7 de marzo de 2015 y participó en las dos procesiones de la cofradía acompañando a la Virgen de la Trinidad en su trono.
Otra novedad de alcance fue la presentación, el día 21 de ese mismo mes, del boceto de la que imagen titular de la pro-hermandad de Jesús Despojado, obra del imaginero Rafael Martín Hernández autor también de la Virgen de la Misericordia y del frustrado Jesús de la Humildad.
Izquierda, la nueva imagen de San Juan de
la cofradía de Jesús de Medinaceli
Derecha, boceto de
Jesús Despojado. Fotografía tomada de
Entre
cofrades complutenses
También tuvieron lugar por vez primera dos nuevas procesiones. El 6 de marzo, tercer Viernes de Cuaresma, la pro-hermandad de Jesús Despojado organizó un Vía Crucis por las calles del barrio de Espartales, por el momento sin imágenes. Y el 28 de marzo, víspera del Domingo de Ramos, la cofradía del Santo Entierro realizó el Traslado de sus dos imágenes titulares, el Cristo Yacente y la Virgen Dolorosa, desde sus respectivas sedes, los conventos de las Dominicas y las Claras, hasta la Catedral-Magistral, donde permanecieron hasta la Procesión del Silencio del Viernes Santo. Los Traslados, una especie de procesión oficiosa previa a la oficial, son frecuentes en Andalucía y en otras regiones españolas, pero nunca hasta el momento habían sido realizadas en Alcalá, donde lo normal era que los traslados de imágenes hasta el templo desde donde tenía su inicio la procesión se realizaran de forma anónima.
Por último, la procesión del Domingo de Ramos estuvo a cargo en esta ocasión de la cofradía de Cristo Resucitado.
En lo que respecta a las novedades negativas, la primera de ellas fue que, por segundo año consecutivo, la cofradía de la Virgen de las Angustias dejó sin procesionar a su segundo paso, las Negaciones de San Pedro. Según fuentes de la propia cofradía, ésta proyectaba adquirir un trono sobre ruedas para resolver el problema de la falta de suficientes anderos, causa por la que este paso no pudo acompañar a la imagen titular en las dos últimas Semanas Santas.
Asimismo la cofradía del Cristo del Trabajo, en esta ocasión a causa de sus problemas internos, hubo de renunciar a su procesión del Miércoles Santo, sustituida por un breve Vía Crucis aunque las dos imágenes sí fueron colocadas en la carpa que la cofradía suele montar en la huerta del convento de las Claras.
La nueva imagen
de Jesús Despojado el día de su bendición
El 16 de enero del recién iniciado 2016 la pro-hermandad de Jesús Despojado presentó su imagen titular en la sevillana Capilla del Mayor Dolor, sede de la cofradía homónima que ha apadrinado a la alcalaína. Una semana más tarde, el 23 de enero, se celebró su solemne bendición en la Catedral-Magistral, a la que sucedió una procesión extraordinaria por las calles del centro de la ciudad. Ese mismo día el obispo hizo pública la aprobación de sus estatutos, con lo cual la ya hermandad se constituyó oficialmente en la décima cofradía penitencial complutense. Su sede canónica quedó fijada en la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, y en principio está previsto que se incorpore a los desfiles de Semana Santa, con una procesión propia, en 2017.
Proyecto para el
futuro paso de misterio de Jesús Despojado
Ilustración
tomada de la
página web de la hermandad
Pese a su bisoñez, la hermandad de Jesús Despojado cuenta con un ambicioso plan de crecimiento que incluye un paso de misterio, encabezado por la imagen titular, y un segundo paso de palio con las imágenes de la Virgen de la Paz y San Juan Evangelista.
La Semana Santa de 2016, que transcurrió entre el 20 y el 27 de marzo, estuvo representada por un cartel dedicado a la Virgen de la Trinidad, acompañada por la nueva imagen de San Juan Evangelista, a partir de una fotografía de Asunción Muñoz Pareja. Aunque el tiempo, en general, fue soleado durante la mayor parte de la semana, el frente de lluvias que atravesó el centro de España durante los primeros días provocó la suspensión del Vía Crucis del Viernes de Dolores organizado por la cofradía del Cristo de la Agonía y del Traslado de las imágenes del Santo Entierro a la Catedral-Magistal el Sábado de Pasión, mientras la procesión del Lunes Santo de la Virgen de las Angustias hubo de ser realizada, por idénticos motivos, en el interior de la Catedral-Magistral. El resto de las procesiones, incluyendo los otros dos Vía Crucis previos de las cofradías del Cristo de la Columna y de Jesús Despojado, pudieron celebrarse con total normalidad.
Tras la forzada suspensión del año anterior la cofradía del Cristo del Trabajo recuperó su procesión del Miércoles Santo, aunque ante la falta de suficientes anderos optó por agrupar sus dos imágenes en un único paso como solución provisional. Asimismo, y debido al percance ocurrido el año anterior, en el que un cofrade cayó accidentalmente de la carpa montada en la huerta del convento de las Claras cuando se procedía a su desmontaje, cambió su salida a la Catedral-Magistral.
La cofradía de la Virgen de las Angustias, que fue la encargada de organizar la procesión del Domingo de Ramos, volvió a renunciar un año más, por idénticos motivos, a montar el paso de de las Negaciones de San Pedro. En las demás cofradías, a excepción de la de Jesús Despojado que tal como estaba previsto retrasó su participación hasta la Semana Santa hasta 2017, no hubo novedades significativas.
Virgen de la Paz y
Esperanza
El 24 de abril de 2016, apenas un mes después de terminada la Semana Santa, la cofradía de Jesús Despojado celebró una nueva procesión de su imagen titular, en esta ocasión para trasladarla desde la capilla de la residencia de ancianos Francisco de Vitoria, donde había sido depositada temporalmente, hasta el recién terminado templo de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, su sede canónica. Esta misma cofradía bendijo su segunda imagen, la de la Virgen de la Paz y Esperanza, el 29 de octubre de este mismo año, conmemorándolo con una procesión extraordinaria de la nueva advocación mariana.
Una Semana Santa inusitadamente tardía, entre el 9 y el 16 de abril, unido a un tiempo soleado y casi veraniego, permitió que la totalidad de las procesiones de 2017 se desarrollaran sin la menor incidencia. Para el cartel fue elegida la imagen de Jesús Despojado de sus Vestiduras titular de la recién creada cofradía, un fotomontaje realizado por un hermano de la cofradía combinando una fotografía de Enrique García Gallego con un fondo en el que aparece una vista parcial del grabado de Alcalá de Anton van den Wyngaerde a la que se le añadió, sobre el perfil de los cerros, la silueta de un Calvario.
La gran novedad de este año fue la incorporación a los desfiles procesionales de la citada cofradía de Jesús Despojado de sus Vestiduras, por el momento tan sólo con la imagen del Cristo titular a la que, en fecha todavía no determinada, se le incorporará como segundo paso la Virgen de la Paz. La talla de Jesús Despojado salió en procesión en dos ocasiones, en un Vía Crucis por las calles del barrio de Espartales el segundo viernes de Cuaresma -éste ya se había realizado los dos años anteriores, aunque sin la imagen- y, ya dentro de la programación de la Semana Santa, en la tarde del Domingo de Ramos, en una larga procesión de más de cuatro kilómetros desde su sede canónica de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, en Espartales, hasta la Catedral-Magistral. Esta procesión fue con diferencia la de mayor duración, seis horas y media, así como la única cuyo recorrido era tan sólo de ida, sin retornar a su templo de origen.
Procesión de
Jesús Despojado por las calles del barrio de Espartales
Cabe reseñar que ésta fue también la primera ocasión en la que una procesión de Semana Santa realizaba la mayor parte de su recorrido fuera del casco antiguo, lo que supuso un precedente importante de cara a posibles iniciativas futuras. Mientras en el Vía Crucis la imagen de Jesús Despojado fue llevada en unas sencillas andas, en la procesión lo hizo en un amplio trono portado por costaleros y diseñado para albergar la totalidad del paso de misterio cuando éste sea completado, aunque por el momento la imagen iba acompañada tan sólo por una cruz apoyada en el suelo.
Otra novedad digna de mención fue el retorno del paso de las Negaciones de San Pedro a la procesión de la cofradía de la Virgen de las Angustias, tras tres años ausente por falta de anderos. Aunque la cofradía había barajado recurrir a un trono sobre ruedas, finalmente ambos pasos salieron portados por anderos. A su vez la cofradía del Cristo del Trabajo repitió la fórmula del año anterior, agrupando a sus dos imágenes en un único paso y estableciendo de nuevo su salida en la Catedral-Magistral. Fue también esta cofradía la que se encargó de la procesión del Domingo de Ramos.
Por último, cabe reseñar también la celebración por vez primera, el quinto viernes de Cuaresma, de un Vía Crucis con la imagen de Nuestro Señor de la Divina Misericordia, figura principal del paso de las Negaciones de San Pedro, por las calles aledañas de la parroquia de Santiago, sede canónica de la cofradía de la Virgen de las Angustias. Asimismo, esta parroquia organizó, también durante la Cuaresma y por las calles cercanas, un rosario con la imagen de la Virgen de la Amargura, propiedad de la Hermandad del Carmen y que nunca hasta entonces había salido en procesión.
En lo que respecta al resto de las procesiones, todas ellas se desarrollaron sin novedades dignas de mención.
El cartel de la Semana Santa de 2018 reprodujo una fotografía, de la que no se indica el autor, en la que no aparecen imágenes religiosas. El cartel, por lo demás excelente, representa la procesión de la Virgen de la Soledad a su paso por la calle del Bedel, teniendo como fondo la fachada de la Universidad iluminada por la suave luz del atardecer.
En realidad la primera novedad de la Semana Santa de 2018 tuvo lugar varios meses antes y, aunque no afectó directamente a su desarrollo, supuso un cambio significativo en el ámbito cofrade que, de consolidarse, sí podría tener consecuencias futuras, ya que conduciría a la desaparición de la separación existente tradicionalmente entre las cofradías de penitencia y las de gloria. Coincidiendo con la celebración de la festividad de san Diego, la cofradía de Cristo Resucitado comunicó su decisión de convertirlo en titular junto con sus dos imágenes de Cristo Resucitado y la Virgen de la Salud, convirtiéndose así en la primera cofradía dúplice. De darse en un futuro la situación inversa alguna de las cofradías de gloria podría pasar a participar en la Semana Santa y, aunque de momento esta situación no se ha dado, sí se produjo una primera iniciativa de carácter puntual con la asunción por parte de la cofradía de la Virgen de la Cabeza de la organización de la procesión del Domingo de Ramos.
Asimismo, la cofradía de Cristo Resucitado manifestó su deseo de adquirir una imagen nueva del Cristo en sustitución de la actual, propiedad de la Junta de Cofradías.
Las dos novedades de mayor calado de este año no fueron, por desgracia, de índole positiva. Por decisión municipal, y alegando problemas de organización de la policía municipal, la cofradía de Jesús Despojado se vio obligada a suprimir su recorrido del año anterior desde el barrio de Espartales hasta la Catedral-Magistral, sustituyéndolo por otro que, con salida y llegada de este templo, recorrió diversas calles del casco antiguo. Sorprende ciertamente esta cortapisa cuando a lo largo del año Alcalá se ve atravesada de parte a parte, y en consecuencia colapsada, por un considerable número de eventos, por lo general deportivos, que objetivamente cabría considerar más perturbadores que la procesión, así como necesitados de igual o mayor atención policial. Esta cofradía, asimismo, hizo público el encargo de una nueva figura -uno de los sayones- para su paso.
La segunda novedad, todavía más negativa, la protagonizó la cofradía del Cristo del Trabajo que, tras ahondar en su profunda crisis, acabó siendo suspendida de sus actividades por el obispado, por lo que su procesión del Miércoles Santo quedó suspendida.
Descontada ésta, las procesiones programadas para la Semana Santa fueron cuatro Vía Crucis celebrados durante la Cuaresma, tres Traslados a la Catedral-Magistral -al ya tradicional del Santo Entierro se sumaron los nuevos de la cofradía de las Angustias desde la parroquia de Santiago y de la Virgen de la Salud desde el convento de las Úrsulas- y las trece oficiales desarrolladas entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección.
La llegada de una sucesión casi ininterrumpida de frentes desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Resurrección -este año la Semana Santa coincidió con la última semana de marzo- afectó a varias de las procesiones acortándolas o forzando su suspensión. Dos de los cuatro Vía Crucis de Cuaresma, los de las cofradías de Jesús Despojado y del Cristo de la Agonía, hubieron de realizarse en el interior de los templos, no pudiendo realizarse tampoco el Traslado de la cofradía de las Angustias previsto para el Viernes de Dolores. Entre el Domingo de Ramos y el Jueves Santo la lluvia dio un respiro que permitió celebrar con normalidad las ocho procesiones programadas para estos días, pero dos de las cuatro del Viernes Santo -la segunda de Jesús de Medinaceli, o Trinitaria, y la del Santo Entierro- fueron suspendidas, mientras la del Cristo de la Agonía y la de la Virgen de la Soledad, aunque llegaron a salir, tuvieron que retirarse precipitadamente sin poder terminar su recorrido. Este temporal no afectó a la Procesión del Encuentro, que pudo celebrarse con toda normalidad poniendo el broche final a las celebraciones.
Boceto del primer
sayón del paso de Jesús Despojado
Fotografía
tomada de la
página web de la hermandad
La calma habitual de los meses posteriores a la Semana Santa se vio interrumpida por la presentación, el 23 de junio de 2018, del boceto de la primera de las figuras secundarias del paso de Jesús Despojado, la cual tuvo lugar en su sede canónica de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva. Se trata de uno de los dos sayones que despojan a Jesús de sus vestiduras, y su ejecución fue encargada, al igual que la figura de Jesús, al imaginero Rafael Martín Hernández.
Boceto del paso de las
Negaciones de San Pedro
La figura de Nicodemo es la que
aparece a la derecha de Jesús de la Divina
Misericordia
Fotografía tomada de la
página web de la hermandad
El 8 de agosto, apenas mes y medio más tarde, fue la cofradía de la Virgen de las Angustias la que comunicó que el paso de las Negaciones de San Pedro contaría en la Semana Santa de 2019 con una nueva figura, la de Nicodemo, tallada al igual que las anteriores por el imaginero José Antonio Jiménez Langa. Con ésta, tan sólo resta la del soldado romano para que el paso quede terminado.
Boceto del paso del
Descendimiento
La figura de San Juan aparece al fondo, entre
la Virgen y Cristo
El 24 de noviembre de 2018 le llegó el turno a la cofradía de la Virgen de la Soledad, que presentó el boceto de la imagen de San Juan perteneciente a su paso de misterio del Descendimiento. Estaba previsto que la nueva talla, obra del imaginero sevillano Jesús Méndez Lastrucci al igual que el resto de las figuras que componen el paso,estuviera terminada a finales de 2019, por lo que su incorporación al conjunto formado por las tallas de Cristo en la cruz, Nicodemo y José de Arimatea tendría lugar en la Semana Santa de 2020, faltando para completar el paso las tallas de la Virgen y de María Magdalena.
El cartel de 2019 retomó la tradición de representar imágenes de la Semana Santa complutense reproduciendo una fotografía de Iván Espínola dedicada a uno de los pasos que todavía no habían contado con uno propio, el de las Negaciones de San Pedro propiedad de la cofradía de la Virgen de las Angustias. El cartel reproduce una vista frontal del paso, con la imagen de Nuestro Señor de la Divina Misericordia en primer plano flanqueada por las de San Pedro y la posadera, quedando oculta tras ésta la de Caifás.
Precisamente a esta cofradía correspondió una de las novedades de este año, la incorporación al paso de misterio de la talla de Nicodemo obra, como el resto del patrimonio escultórico de la cofradía, del imaginero José Antonio Jiménez Langa. Tras este estreno, que por razones obvias no pudo recogerse en el cartel oficial, tan sólo queda la figura del soldado para que el paso quede completo.
Otra novedad, asimismo positiva, fue el retorno de la procesión del Cristo del Trabajo tras la suspensión del año anterior, una vez encauzada la grave crisis interna que motivó la decisión del obispado. Al igual que en años anteriores las dos imágenes de la cofradía, el Cristo del Trabajo y la Virgen de la Misericordia fueron reunidos en un único paso.
Por último, y en lo referente a este apartado, cabe reseñar que la cofradía de Cristo Resucitado se sumó a la iniciativa de otras cofradías de organizar un Vía Crucis previo al Domingo de Ramos, concretamente el cuarto viernes de cuaresma, con la imagen del Cristo de la Agonía de la Catedral-Magistral que nunca hasta entonces había intervenido en las procesiones de Semana Santa. A diferencia de los demás este nuevo Vía Crucis no se celebró en la calle, sino en el interior de la Catedral-Magistral. El resto de las procesiones previas, ocho en total entre los Vía Crucis -incluyendo éste- y los traslados, tuvieron lugar con normalidad a excepción del de la Virgen de las Angustias, que fue suspendido por razones que desconozco, al igual que desconozco si la cofradía tiene intenciones de mantenerlo en años sucesivos. Una novedad menor fue la incorporación de la imagen de San Pedro al Vía Crucis de Nuestro Señor de la Divina Misericordia, que hasta entonces había salido en solitario.
Izquierda, la nueva imagen de Nicodemo de
la cofradía de la Virgen de las Angustias. Derecha, Vía
Crucis del
Cristo de la Agonía de la Catedral-Magistral.
Fotografía tomada de de la
página de la hermandad de Cristo
Resucitado
Pese a no considerarse perteneciente a la Semana Santa, por segunda vez -la anterior fue en 2017- también coincidió con la Cuaresma la convocatoria del rosario de la Virgen de la Amargura, sin que tampoco esté confirmada por el momento su posible continuidad. A causa de la lluvia hubo de celebrarse en el interior de la parroquia de Santiago en lugar de hacerlo, tal como estaba previsto, por las calles vecinas.
La Virgen de la
Amargura preparada para el rosario de 2019
En lo que respecta a las facetas negativas, éstas se concretaron en la negativa municipal, por segundo año consecutivo, a que la procesión de Jesús Despojado partiera de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva, por lo que tuvo que celebrarse por las calles del casco antiguo, y en las obras de remodelación de la plaza de los Cuatro Caños, que forzaron la modificación de los itinerarios de algunas de las procesiones.
No obstante el principal problema fue un año más la lluvia, que tras varios meses de pertinaz sequía volvió a presentarse con la inoportuna puntualidad que se ha convertido casi en una tradición pese a las tardías fechas -del 14 al 21 de abril- en las que cayó la Semana Santa este año. De las catorce procesiones del programa oficial pudieron celebrarse con normalidad las comprendidas entre el Domingo de Ramos -la de Las Palmas fue organizada este año por la cofradía de la Virgen de la Soledad- y el Martes Santo. Entre el Miércoles y el Viernes Santo, por el contrario, la meteorología fue adversa y provocó alteraciones que fueron desde el acortamiento de los recorridos -Cristo de la Columna, Cristo de Medinaceli y Cristo de la Agonía- o la necesidad de proteger a las imágenes con plásticos -Cristo del Trabajo- hasta la suspensión de las procesiones del Cristo de los Doctrinos, Trinitaria y de la Virgen de la Soledad. Milagrosamente la del Santo Entierro se libró de las inclemencias del tiempo, y la del Domingo de Resurrección puso el broche final asimismo sin incidencias.
Para concluir la crónica de 2019 queda por reseñar la iniciativa del Ayuntamiento de solicitar para la Semana Santa complutense la categoría de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Iniciados los trámites en abril de 2019 la petición fue aprobada el 26 de junio, tan sólo dos meses más tarde, convirtiéndose en la tercera celebración que alcanza este reconocimiento tras la Semana Cervantina y el Don Juan en Alcalá, que lo fueron en 2018.
La Semana Santa de Alcalá se convirtió así en la vigésimo primera que ostentaba este título. Considerando que las Semanas Santas de Interés Turístico Internacional, la categoría superior, eran en ese momentos veintiséis, conforme a estos criterios la complutense se colocó por derecho propio entre las cuarenta y siete mejores Semanas Santas de España.
Para ilustrar el cartel de la Semana Santa de 2020, la primera desde su declaración como fiesta de interés turístico nacional, se seleccionó una magnífica fotografía en blanco y negro del recientemente fallecido Baldomero Perdigón Puebla que reproducía la figura de un penitente portando una cruz a hombros desde un atrevido plano cenital.
Lamentablemente la epidemia de coronavirus provocó su cancelación, anunciada por la junta de cofradías mediante un comunicado hecho público el 16 de marzo de 2020, por lo que de todas las procesiones previstas tan sólo se llegó a celebrar el Vía Crucis de la cofradía del Cristo de la Columna, tradicional prólogo de los desfiles procesionales, pero no en el primer viernes de cuaresma tal como había venido siendo habitual, sino el 6 de marzo, una semana más tarde.
Puesto que el programa no llegó a ser confeccionado, o cuanto menos distribuido, con anterioridad a la cancelación de la Semana Santa, desconozco en detalle cuales eran las novedades previstas para este año, salvo las comunicadas previamente por las cofradías. La de la Virgen de la Soledad anunció en su página oficial la suspensión de la bendición de la nueva imagen de San Juan perteneciente al paso del Descendimiento, que previsiblemente se habría incorporado al paso en la procesión del Viernes Santo.
Imagen de San
Juan del paso del Descendimiento
Finalmente la bendición de la imagen tuvo lugar el 21 de noviembre de 2020 en la parroquia de Santa María, quedando incorporada al paso del Descendimiento en la capilla en la que se venera, quedando el paso incompleto a falta de las imágenes de la Virgen Dolorosa y María Magdalena.
Fotografías de Jorge Renedo tomadas de Diario de pasión |
Por su parte, la cofradía de Jesús Despojado presentó el 19 de septiembre de 2020 la figura del sayón cuyo boceto había sido presentado en junio de 2018. Asimismo, en diciembre de 2020 informó del proyecto del paso de palio para la Virgen de la Paz, para cuya ejecución y la consiguiente salida en procesión no se dieron fechas concretas.
Publicado el 16-6-2006
Actualizado el 21-1-2022