Vía Láctea



Galaxia a la que pertenece el Sistema Solar. Recibe este nombre porque desde la Tierra puede observarse en noches despejadas una franja blanquecina en el cielo, lo cual fue identificado por la mitología griega con un chorro de leche expulsado por el dios niño Zeus cuando estaba siendo amamantado por su nodriza Amaltea. Asimismo la Vía Láctea fue llamada durante la Edad Media Camino de Santiago, puesto que por la noche servía de orientación a los peregrinos jacobeos.

La Vía Láctea es una galaxia espiral -según las observaciones más recientes sería más concretamente una espiral barrada- de unos 100.000 años luz de diámetro, constituida por cerca de 200.000 millones de estrellas. El Sol se encuentra a unos 25.000 años luz del núcleo de la galaxia, que gira sobre su eje de rotación con un período de unos 200 millones de años. El núcleo de la Vía Láctea tiene un diámetro de unos 30.000 años luz, pero su forma no es esférica sino lenticular, por lo que su espesor es de unos 15.000 años luz en su centro. En los últimos años se ha puesto de manifiesto que éste contiene en su centro un enorme agujero negro.

Tal como ocurre en el resto de las galaxias espirales, la Vía Láctea posee varios brazos espirales, cuatro principales y otros cuatro secundarios. Al igual que el núcleo los brazos son achatados, con unos 1.000 años luz de espesor y de 3.000 a 4.000 años luz de anchura, y la población de estrellas es en ellos un millón de veces menos densa que en el núcleo. El brazo más exterior de la Vía Láctea es conocido como el Brazo de Perseo, mientras que el más interior se conoce como el Brazo de Norma. La existencia en ese lugar de una potente radiofuente (Sagitario-A) parece confirmar la presencia del citado agujero negro masivo. Nuestro Sistema Solar se halla en el Brazo de Orión, uno de los secundarios, situado entre los dos anteriores. Los otros dos brazos principales son el Brazo de Sagitario y el Brazo de Escudo-Centauro. Los espacios vacíos (o por hablar con propiedad con una densidad estelar mucho menor) situados entre los brazos miden varios miles de años luz de anchura.

La Vía Láctea tiene dos galaxias satélites, llamadas las Nubes de Magallanes en honor al navegante portugués al servicio de España que fue el primero en describirlas durante su viaje de circunnavegación del globo terrestre, a principios del siglo XVI. Además, varios centenares de cúmulos globulares orbitan en torno a la Vía Láctea, la mayor parte de ellos formando el halo galáctico que rodea al núcleo, atravesando sus órbitas el plano de la galaxia. La Vía Láctea y las Nubes de Magallanes forman parte del llamado Grupo Local junto con otra veintena de galaxias, entre ellas la conocida M 31 o Galaxia de Andrómeda.


Publicado el 1-10-2009
Actualizado el 17-3-2010