La excentricidad es el cociente entre los dos semiejes de una elipse. Una excentricidad cero corresponde a una circunferencia, y una excentricidad uno sería el límite de una elipse estirada hasta el infinito. Puesto que las órbitas de todos los cuerpos del Sistema Solar son elipses, la excentricidad corresponde al achatamiento (o estiramiento) de las mismas.

Aunque habitualmente las órbitas de los planetas y los satélites principales suelen ser muy poco excéntricas (es decir, casi circulares), en algunas ocasiones éstas presentan excentricidades muy elevadas, como ocurre con Plutón, con varios satélites menores de los planetas gigantes tales como Nereida, Febe u otros, y con determinadas familias de asteroides.

La totalidad de los cometas describen asimismo unas órbitas sumamente excéntricas.