Órbita
Es la trayectoria que describe un cuerpo alrededor del objeto celeste que lo tiene atrapado en su campo gravitatorio.
Las órbitas siempre se ciñen en su forma a una de las cuatro curvas denominadas cónicas, es decir, que pueden ser una circunferencia -en la práctica esto no ocurre-, una elipse, una parábola o una hipérbola.
El tipo de órbita depende de la ley de gravitación universal formulada por Newton y plasmada en las leyes empíricas de Kepler. Así, los planetas de nuestro Sistema Solar recorren órbitas elípticas alrededor del Sol ciñéndose además de forma ajustada al plano de la eclíptica, lo que indica que el origen del Sistema Solar fue un disco protoplanetario de escaso espesor en comparación con su radio.
En los astros menores la situación es más compleja. Los cometas periódicos siguen órbitas elípticas por lo general muy excéntricas, mientras los no periódicos lo hacen con órbitas parabólicas y casi hiperbólicas, no todos en el plano de la eclíptica. En los asteroides y planetas enanos la disparidad es manifiesta, y lo mismo ocurre con los satélites exteriores de los planetas gigantes, en los cuales sus órbitas elípticas pueden alcanzar cualquier valor de excentricidad e inclinación, siendo muchos de ellos asimismo retrógrados. Por el contrario, los satélites principales y los internos suelen describir, casi sin excepción, órbitas muy poco excéntricas y ceñidas por lo general al plano perpendicular -equivalente al de la eclíptica en los sistemas de satélites- al eje de rotación de su primario.
Publicado el 9-9-2009