Hercólubus



O Hercóbulus, en su terminología original. Dentro del abigarrado conjunto de los planetas hipotéticos, imaginarios o simplemente falsos, Hercólubus ocupa sin duda un lugar de honor por ser el astro favorito de ciertos presuntos adivinos a la hora de profetizar una catástrofe de escala planetaria, por supuesto siempre postergada conforme se alcanzan los plazos previstos y éste se empeña en no aparecer.

A diferencia de otros planetas hipotéticos postulados dentro de los propios ámbitos académicos en un intento de explicar, con mayor o menor fortuna, determinados fenómenos astronómicos o naturales, tal como ocurre con Vulcano, Faetón, Némesis, Tea o Tyché, Hercóbulus entra de lleno dentro de los delirios esotéricos de la astrología u otras charlatanerías afines junto con otros notables astros, por lo general potencialmente dañinos para la humanidad, tales como Lilith o Nibiru.

En el caso concreto de Hercólubus, nos encontraríamos con un planeta gigante, nada menos que seis veces mayor que Júpiter y de un ominoso color rojo, tradicionalmente asociado a la destrucción, el cual se acercaría periódicamente hasta las proximidades de la Tierra provocando serias perturbaciones gravitatorias en nuestro planeta; de hecho, habría sido el responsable, entre otros desastres, del hundimiento de la Atlántida. Un segundo acercamiento debería haber tenido lugar según sus profetas en 1999, provocando el fin del mundo o algo bastante parecido; pero como Hercólubus falló a su cita, sus defensores recurrieron al viejo truco de rehacer sus cálculos haciendo coincidir el apocalipsis con la presunta profecía maya que lo situaba en diciembre de 2012. Y puesto que Hercólubus siguió escabulléndose, es de suponer que ahora vuelvan a recalcularlo de nuevo.

La seudoteoría de Hercólubus fue postulada por primera vez a mediados del siglo XX por el médium brasileño Hercilio Maes, y posteriormente popularizada por diferentes investigadores, entre ellos el colombiano JoaquínAmórtegui Valbuena, alias Rabolú, que en 1998 logró cierto predicamento con su libro Hercólubus o planeta rojo, convertido en poco menos que en la biblia de esta pintoresca historia.


Publicado el 4-3-2013