Planeta hipotético
Astro presuntamente perteneciente al Sistema Solar cuya existencia fue postulada de forma teórica, intentando explicar presuntas perturbaciones orbitales de los planetas cercanos, o bien fue fruto de una observación errónea por parte de los astrónomos. La evolución de los conocimientos, así como el avance de las técnicas telescópicas, acabarían descartando su existencia, salvo en algún caso en el que todavía se mantiene a título de hipótesis. Obviamente la relación recogida en este artículo se refiere tan sólo a los planetas hipotéticos barajados por la comunidad científica, no a todos aquellos propuestos por espiritistas, seudocientíficos y embaucadores de diferente calaña.
La relación de planetas hipotéticos propiamente dichos comienza con Vulcano, que habría estado situado en una órbita interior a la de Mercurio. Orbitando entre Marte y Júpiter se supuso que habrían estado Faetón y, como teoría más reciente, el Planeta V. Con anterioridad al descubrimiento de Plutón, a finales del siglo XIX, se postuló la existencia de hasta dos planetas distintos, Océano y Transocéano, y una vez descubierto el que durante mucho tiempo fuera considerado como el noveno planeta del Sistema Solar, hoy relegado a la categoría de planeta enano, todavía se propuso, ya en pleno siglo XX, la existencia del Planeta X, también llamado Transplutón. En fechas más recientes unos astrónomos norteamericanos barajaron la existencia de Tyché, un planeta gigante que orbitaría en los confines del Sistema Solar, más allá incluso de la Nube de Oort.
Algunos autores han bautizado con el nombre de Tea al protoplaneta que, tras chocar con la Prototierra hace unos 4.600 millones de años, habría originado a la Luna. En cuanto a Némesis, se trataría de una enana marrón o un astro oscuro similar que orbitaría por las regiones extremas del Sistema Solar, siguiendo una órbita extremadamente excéntrica que le llevaría, durante sus periódicos perihelios, a perturbar las órbitas de los cometas y los objetos transneptunianos que, expulsados de sus trayectorias, habrían venido a chocar contra la Tierra provocando las diversas grandes extinciones periódicas registradas por los paleontólogos.
Un planeta hipotético, imaginado por el filósofo pitagórico Fileas de Crotona en el siglo V antes de Cristo y descartado por los astrónomos, aunque muy popular entre los escritores de ciencia ficción, es Antichton, la Contra-Tierra o Antitierra, que ocuparía el punto de Lagrange L3 de la órbita terrestre, por lo que el Sol siempre se interpondría entre éste y la Tierra ocultándolo a nuestros ojos.
Por último, existe también un apartado completamente surrealista de planetas hipotéticos inventados por astrólogos, adivinos, seudoprofetas o cualquier otra variedad de esta abigarrada fauna de embaucadores, entre los que se contarían Hercólubus o Nibiru.
A lo largo de la historia de la astronomía, también han existido varios satélites hipotéticos.
Publicado el 29-10-2010
Actualizado el 4-3-2013