Atentado ecológico
Nadie, o casi nadie en la Tierra, creía que las invasiones extraterrestres mil veces narradas en la literatura pulp, o en el cine de serie B, pudieran acabar convirtiéndose en realidad. De ahí la sorpresa absoluta con la que se recibió la noticia de que de la noche a la mañana, sin que nadie se apercibiera previamente de ello ni los sofisticados sistemas de control y detección de las grandes potencias dieran la voz de alarma, habían surgido de la nada varios asentamientos alienígenas en lugares tan remotos como los desiertos del Sahara, Gobi, Kalahari, Victoria y Atacama, así como en las inhóspitas tierras de la meseta central antártica y de la costa septentrional de Groenlandia.
Y como cabía suponer, los invasores no se limitaron a quedarse allí. Sin prisa, pero sin pausa, comenzaron a expandirse como gotas de aceite hacia lugares poblados sin que todo el aparato militar conjunto de las distintas naciones de la Tierra, armamento nuclear incluido, fuera capaz de frenar, siquiera momentáneamente, su imparable avance.
De hecho, fue como intentar enfrentarse a las sofisticadas armas del siglo XXI armados únicamente con arcos y flechas. El enemigo, con el que fue imposible entablar la más mínima negociación, fue extendiendo su control sobre territorios cada vez más extensos, aniquilando todo cuanto se interponía en su camino para, acto seguido, levantar sus extrañas construcciones sobre las humeantes ruinas de lo que otrora fueran prósperas ciudades. Jamás hicieron prisioneros, puesto que el único destino que reservaban a los humanos que tenían la desgracia de ser capturados era su muerte inmediata.
Apenas unos pocos años después los invasores se habían hecho los dueños absolutos del planeta mientras los contados supervivientes del feroz holocausto, refugiados en las zonas más agrestes e inhóspitas, a duras penas lograban evitar tanto el acoso feroz de sus tenaces enemigos, como su carencia absoluta de recursos. Tan sólo era cuestión de tiempo que la humanidad se extinguiera, si no físicamente sí como civilización, tal como se apaga una vela para no volverse a encender jamás.
LA
VOZ DE LA GALAXIA
NUEVO ATENTADO ECOLÓGICO
Según denuncia la asociación ecologista Universo Prístino, se ha cometido un nuevo atentado ecológico en un planeta perteneciente a la zona de protección de la Reserva Natural Galáctica del Tercer Brazo, donde unos desaprensivos todavía sin identificar introdujeron de forma clandestina varias colonias de xrptzqgs, una de las especies catalogadas como agresivas e invasoras, causante de la extinción de la vida autóctona en varios planetas del sector 42M antes de que su área de expansión fuera acordonada y sus colonias esterilizadas.
El planeta afectado, de gran biodiversidad y hasta entonces prácticamente virgen, se encuentra muy alejado del foco de expansión de los xrptzqgs, por lo que se descarta que su aparición allí pudiera deberse a causas naturales, tratándose pues de una iniciativa criminal perfectamente planeada. Aunque las autoridades del sector han manifestado su intención de fumigar el planeta, a la comprobada imposibilidad de aniquilar esta plaga por completo se unen los daños irreparables que ésta ha causado ya incluyendo la práctica desaparición de la especie dominante, unas criaturas subinteligentes que, no obstante, eran objeto de interés para numerosos investigadores, lo que según los expertos consultados convierte en prácticamente irrecuperable el antiguo equilibrio ecológico del planeta.
Se da la circunstancia, tal como denuncian los portavoces ecologistas, de que el planeta víctima de este atentado se encuentra situado en un área todavía no protegida de la citada Reserva Natural, estando actualmente en trámite el proyecto de ley que contempla su incorporación a la misma junto con todos los territorios circundantes. Esto induce a sospechar que pudieran mediar intereses especulativos, dada la gran cotización de los planetas situados en las áreas limítrofes con la actual zona de protección a causa la escasez de sistemas urbanizables.
Asimismo, el portavoz de la oposición ha manifestado la intención de su partido de llevar el caso al Parlamento Estatal, e incluso al propio Parlamento Federal, ante la patente inacción gubernamental, cuyo grupo parlamentario lleva tiempo bloqueando de forma injustificada la tramitación del proyecto de ley sin que en ningún momento haya dado la menor explicación a su postura ni haya respondido a las acusaciones de que pudiéramos encontrarnos frente a un nuevo caso de corrupción con ramificaciones en determinados grupos financieros, presuntamente interesados en especular con unos planetas que son patrimonio de todos los seres pensantes de la galaxia.
Seguiremos informando.
Publicado el 28-10-2015